La actividad bursátil de Argentina continuó supeditada a la suerte del recorrido de los principales mercados internacionales y también a las novedades que se suceden en torno al tratamiento legislativo del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
En este aspecto, se advirtieron para las acciones compras de inversores institucionales, tentados por precios competitivos tras una fuerte baja de mercado en las rondas anteriores.
Mientras que los precios del petróleo subieron un 7% esta tarde, después de que el presidente de los EEUU, Joe Biden, anunció la prohibición para la importación de hidrocarburos y derivados procedentes de Rusia, las acciones de YPF se dispararon 7,4% en Nueva York, a USD 4,38 al cierre.
Tenaris, la siderúrgica líder mundial en la provisión de tubos sin costura para la industria petrolera, ganó 1,2%, para acumular una suba de 38% en 2022.
La renta variable argentina demostró ser en el inicio del año, una aceptable defensa de valor, si se toma en cuenta el histórico recorte de precios exhibido por los indicadores de Wall Street en el período, con un descenso de 19% para el promedio tecnológico Nasdaq, y del 12% para el S&P 500.
En esa línea, fueron los bonos en dólares de la Argentina los más perjudicados por el escenario negativo en el exterior, dado que éste disparó las apuestas por activos de calidad, en lo que se denomina “aversión al riesgo”, que se ensañó con los títulos de mercados emergentes.
Los bonos en dólares, masivamente en manos privadas, no consiguieron despegarse de sus precios más bajos desde que salieron al mercado un año y medio atrás, a pesar de la negociación política del Gobierno con legisladores en el Congreso para avanzar en el acuerdo con el FMI.
Sucede que la reestructuración de esta deuda, por unos USD 44.500 millones, va a generar un mejor panorama para los vencimientos de capital e intereses con el organismo multilateral, pero no necesariamente con los acreedores que ingresaron al canje de 2020, por unos USD 110.000 millones, debido a que históricamente los gobiernos argentinos siempre priorizaron el pago a organismos, mientras que reincidieron en diversos defaults con los privados.
Profundizaron la caída de los bonos en dólares, que marcaron un rojo de 0,5% en la referencia de los Globales con ley extranjera.
Asimismo, el riesgo país de JP Morgan, que mide el diferencial de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU con similares emisiones emergentes, subía seis unidades para la Argentina a 1.977 puntos básicos a las 17 horas. Así, operó nuevamente cerca de los 1.991 puntos del lunes, un máximo intradiario desde la reestructuración soberana.
El índice líder S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires ganó un leve 0,1%, a 88.060 puntos, contra un retroceso del 3,9% entre el viernes y el lunes, con impulso de papeles financieros y energéticos.
La actual firmeza internacional del petróleo y el trigo hicieron tambalear a los negocios con activos, coincidieron operadores consultados por Reuters.
“El negativo contexto externo sigue condicionando a los activos domésticos -en especial a los bonos en dólares que acentúan las fuertes caídas- toda vez que los afecta seriamente la aversión al riesgo global que potencia las dudas crediticias sobre los bonos emergentes, y así es que el anuncio de acuerdo con el FMI no despertó entusiasmo”, recordó el economista Gustavo Ber.
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