El premio Nobel Joseph Stiglitz elogió al FMI por no pedirle un ajuste a la Argentina

El mentor del ministro Martín Guzmán consideró que el acuerdo anunciado el viernes constituye un avance, aunque opinó que el organismo debe reconsiderar su postura frente a los controles de capitales

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Joseph Stiglitz
Joseph Stiglitz

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economia y mentor del ministro de Economía Martín Guzmán, elogió al Fondo Monetario Internacional (FMI) por haber cambiado su receta de ajuste en el acuerdo con la Argentina, pero consideró que debe reconsiderar su postura frente a los controles de capitales.

En un artículo publicado en The Project Syndicate, Stiglitz dijo que “después de defender durante mucho tiempo políticas que anteponen el interés del capital privado al de los mercados emergentes y los países en desarrollo, el Fondo Monetario Internacional ha ido reconociendo el error de sus métodos”.

“Pero si realmente quiere volver a su misión principal, debe reformar su posición sobre los controles de capital”, sostuvo.

En este sentido, consideró que el “Fondo Monetario Internacional está mostrando signos prometedores de cambiar con los tiempos. Además de reconocer que el cambio climático plantea riesgos significativos para la estabilidad financiera, ha respondido a la pandemia con una nueva e importante asignación de derechos especiales de giro (el activo de reserva del Fondo), al tiempo que ha criticado el inadecuado marco del G20 para hacer frente a las dificultades de la deuda”. Además, “en un reciente acuerdo con Argentina, el Fondo ha abandonado en gran medida el tipo de programas de austeridad que durante mucho tiempo han plagado su reputación, por no mencionar que han socavado los medios de vida en todo el mundo”.

Otros tiempos: Guzmán y Stiglitz
Otros tiempos: Guzmán y Stiglitz

En este sentido, consideró que “el FMI tendrá la oportunidad de dar otro gran paso en la dirección correcta cuando revise su postura sobre la regulación de los flujos de capitales”.

“La justificación original de esta regulación, consagrada en el Convenio Constitutivo del FMI, era que los flujos de capital transfronterizos podían perturbar los mercados financieros internacionales, cuya estabilidad era la razón de ser del FMI”.

Sin embargo, “irónicamente, en los días más oscuros del Fondo durante las décadas de 1980 y 1990, condicionó los paquetes de rescate a que los receptores desregularan los flujos financieros; y a finales de la década de 1990, e incluso intentó cambiar el Convenio Constitutivo para prohibir la regulación de los flujos de capital”.

Luego, “la crisis financiera de Asia Oriental de 1997-98, que se debió en gran medida a la desregulación del mercado de capitales, dejó de lado ese esfuerzo”.

“Después de esos tumultuosos años, muchos países de renta media se opusieron a la campaña del FMI para la liberalización del mercado de capitales y se autoaseguraron contra la volatilidad de los flujos de capital acumulando reservas de divisas y aplicando medidas sobre la cuenta de capital”, indicó Stiglitz.

Un mes atrás, Stiglitz ya se había referido al entendimiento preliminar alcanzado entre las partes: “El acuerdo de la semana pasada entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar un préstamo récord de 2018 sacó al país y al mundo del borde del incumplimiento, lo que podría haber amenazado la estabilidad del sistema financiero internacional. Como con cualquier acuerdo negociado, no era ideal. Pero ambas partes entendieron claramente los peligros de caer en el abismo de lo desconocido”.

En un artículo publicado en el portal Foreign Policy, el economista destacó que lo más importante, es que “el FMI no insistió, como suele hacer, en la austeridad” y añadió que, “en cambio, el acuerdo brinda a Argentina espacio para continuar con su recuperación económica”.

Stiglitz fue muy cuestionado por referirse al “milagro económico argentino” sin hacer una sola referencia a la inflación, por lo que luego tuvo que retractarse.

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