La Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) expresó su apoyo al acuerdo alcanzado por el gobierno con el Fondo Monetario Internacional.
En un comunicado, la entidad presidida por Javier Bolzico señaló su “reconocimiento a las gestiones realizadas por el Poder Ejecutivo que han permitido arribar a un acuerdo con el FMI”.
A continuación, sin embargo, recordó que la aprobación legislativa del Congreso de la Nación “es una condición necesaria para que Argentina pueda consolidar el crédito público y así generar las bases para el crecimiento económico inclusivo de nuestro país”.
La entidad que desde 1972 agrupa a los bancos nacionales enfatizó la necesidad de “despejar las dudas sobre la capacidad del Tesoro de cumplir en tiempo y forma sus compromisos, facilitará al sector privado acceder a financiación interna y externa, en condiciones favorables”.
De hecho en las jornadas previas al anuncio del acuerdo, y una vez conocido éste, los mercados reaccionaron positivamente, con una notable caída del valor del dólar blue y una reducción por debajo del 100% de la brecha entre el tipo de cambio oficial y los tipos “alternativos”.
Uno de los anexos del acuerdo difundido el viernes por el gobierno y anunciado también por el FMI en Washington afirma que el gobierno combatirá la inflación con “una política monetaria prudente y proactiva para respaldar la demanda de activos en pesos” y compromete al gobierno a “seguir reduciendo el déficit fiscal y el financiamiento monetario del presupuesto”.
Tasas más altas
De hecho, el gobierno ya introdujo varias medidas en ese sentido. En enero, el BCRA elevó la tasa de política monetaria efectiva anual (aplicable a Letras de Liquidez a 28 días, que suscriben los bancos) en 285 puntos básicos y aumentó los pisos de la tasa pasiva (la que reciben los depositantes) regulada y los techos de las tasas de interés. Luego, en febrero, aumentó la tasa de política monetaria efectiva anual otros 365 puntos básicos para incentivar más la demanda de pesos y quitarle aire al dólar.
El punto 22 del “Memorando de políticas económicas y financieras” difundido por el gobierno y presentado al FMI dice que el gobierno continuará “aplicando una política monetaria prudente” y que “el BCRA procurará mantener una tasa de política monetaria efectiva positiva en términos reales, conservando coherencia con una trayectoria sostenible para los títulos del BCRA. Se trata de un cambio muy importante, ya que las políticas económicas de los gobiernos kirchneristas han tendido a mantener tasas de interés reales negativas (esto es, inferiores a la inflación), a fin de estimular el consumo.
En adelante, según el acuerdo, el gobierno buscará “garantizar que, en adelante, las tasas de interés de los depósitos bancarios a plazo sigan siendo positivas en términos reales, a fin de apoyar la demanda de depósitos en pesos y el desarrollo de un mercado interno de títulos públicos”.
La exigencia del FMI de reducir la emisión monetaria del Banco Central y aplicar tasas de interés reales positivas (esto es, superiores a la inflación) llevó al gobierno a privilegiar un alto grado de liquidez de los bancos, actores muy importantes de la colocación de deuda pública por parte del Tesoro.
De hecho, el último “informe de bancos” de Adeba dice que los depósitos en pesos medidos en términos “crecieron 1,1% en enero 2022, acumulando cuatro meses consecutivos de alza”. El informe dice también que los bancos “terminaron el 2021 con un nivel de capitalización que duplica la exigencia regulatoria” y que “las tasas promedio cobradas por los proveedores no financieros son 75% más caras que la de los bancos”.
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