El cierre de la temporada de verano 2022 terminó de confirmar lo que ya se estaba anticipando. Este año, millones de argentinos vacacionaron a lo largo y ancho de Argentina superando los números prepandémicos y trazando un récord que se inscribe en los últimos 20 años.
La información fue difundida por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) este miércoles y concretamente revela que 32,3 millones de argentinos viajaron por todo el país, con una media de 4,6 días de alojamiento, generando una inversión directa en la industria turística de $584.619 millones de pesos.
“Hubo 44,1% más de turistas que en el verano de 2021 y un gasto que a precios constantes fue 92,7% mayor”, reza el informe de la CAME y agrega que la razón del incremento está en que viajaron 10 millones de argentinos más que el año pasado y porque la estadía media pasó de ser de 3,8 días a 4,6.
“Estamos concluyendo una temporada de verano récord, de las mejores de los últimos 20 años, con más de 32 millones de personas disfrutando los destinos de nuestro país. Es una gran noticia porque nos demuestra no solo que el turismo se está recuperando, sino que está creciendo exponencialmente”, dijo Matías Lammens, ministro de Turismo y Deportes.
Por otra parte el ministro no dejó de mencionar que los resultados se explican en parte por el Previaje, el programa de promoción turística que ayudó a la federalización de los destinos y que alcanzó a 4,5 millones de argentinos. “Estamos entusiasmados con lo que viene: el turismo está generando una rápida recuperación de empleo y nos demuestra que ya es motor de crecimiento económico en todas las regiones de la Argentina”, concluyó Lammens.
De todas formas es lógico que esta temporada haya sido superior a la del año 2021, ya que en ese entonces la sociedad argentina estaba saliendo de una época con mayores restricciones y mantenía una postura más prudente frente a los desplazamientos, en un contexto de pandemia.
¿Qué pasa al compararla con el verano de 2020? Aquí es donde la CAME pone el foco, ya que esta temporada de verano superó a los valores prepandémicos. La cantidad de turistas creció un 2,4 por ciento frente a aquel año en donde recién se empezaba a escuchar sobre el Covid-19, así como la estadía media, que creció en un 10 por ciento pasando de 4,2 días a 4,6. A su vez, el gasto total a precios contantes arrojó un crecimiento bianual del 20 por ciento.
Otro de los hábitos que tomó popularidad en esta temporada fue el de las escapadas cortas. “Excursionistas” decide denominarlos la CAME y se trata de aquellos viajeros que visitaron un destino durante el día, pero que no pernoctaron allí sino que regresaron a sus hogares. Al sumar este grupo a la totalidad de viajeros del verano, el número de viajes realizados asciende a de 32,3 millones a 66,8 y el impacto económico total, en forma de gasto directo, alcanza los $635.920 millones de pesos, es decir cerca de USD 6.000 millones al tipo de cambio oficial.
De esta forma, el turismo argentino experimentó una temporada de verano más que favorable, con niveles de ocupación altos y con miles de servicios en los increíblemente variados destinos que ofrece la Argentina. Uno de los sectores que más sufrió la pandemia y sus severas restricciones a los desplazamientos, tuvo una buena época que no sólo le sirvió para recuperar su economía, sino que la fortaleció para el futuro, posicionándose como una industria capaz de satisfacer a cualquier turista.
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