El saldo cambiario de enero por viajes, turismo y otros gastos en moneda extranjera con tarjetas de crédito se disparó en enero pasado, primer mes de temporada alta turísitica de la “nueva normalidad” tras cerca de dos años de pandemia de Covid-19. Pese a los esfuerzos del Banco Central por limitar el impacto del turismo en sus alicaídas reservas, como por ejemplo la prohibición de venta en cuotas de viajes al exterior, en el primer mes del año se fueron USD 414 millones por esa vía en términos netos. Es la cifra más alta desde diciembre de 2019, es decir que está por encima de enero 2020, último inicio de año previo al impacto del coronavirus.
La salida de divisas por turismo y otros gastos en moneda extranjera saltó 195% en comparación con enero 2020, el verano más golpeado por la pandemia y los límites a los viajes impuestos en todo el mundo. Semejante incremento no sorprende, se trató de un momento de parate generalizado en distintas partes del mundo. Pero la cuenta de salida de divisas por este ítem creció casi 90% en comparación con enero de 2020, cuando el coronavirus recién empezaba a asomar en los titulares y su impacto todavía no era previsible.
En enero hubo ingresos de divisas al país por “viajes y otros pagos con tarjeta” más “transporte de pasajeros” por apenas USD 28 millones. Este fue el cambio más dramático respecto de la prepandemia: en enero de 2020, último enero de la “vieja normalidad”, los residentes en el exterior gastaron en el país USD 211 millones. Casi 8 veces más que este último mes de enero.
En cambio, mirando los egresos -lo que los residentes de la Argentina gastan afuera o consumen en moneda extranjera con tarjeta- no se ve una variación tan significativa entre 2020 y 2022. Fueron USD 431 millones los que salieron en el último enero previo a las cuarentenas y USD 442 millones los que salieron en el mismo mes de este año. Apenas un 2% más.
Entonces, el cambio más radical no parece haber sido un salto enorme en la demanda de argentinos por viajar y consumir en el exterior (de hecho, la temporada de turismo interno fue récord). Sino más bien en la menor entrada de turistas y la incapacidad del sistema financiero local de captar las divisas que gastan, dada la enorme brecha cambiaria.
Indec todavía no dio a conocer datos de turismo receptivo en enero. Pero a diciembre 2021 entraron 72.000 turistas no residentes, contra más de 300.000 en mismo mes de 2019. La publicación de la Encuesta de Turismo Internacional de enero va a echar más luz sobre cuánto pesó realmente la caída en la llegada de visitantes al país.
Al 2 de enero de 2020 la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo era del 25,8% -dólar libre en $75,25 y mayorista en $59,815-, mientras que dos años más tarde esa diferencia había crecido al 100% -$103 contra $206
La brecha, por otro lado, es la otra gran diferencia. Al 2 de enero de 2020 la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo era del 25,8% -dólar libre en $75,25 y mayorista en $59,815-, mientras que dos años más tarde esa diferencia había crecido al 100% -$103 contra $206. Los incentivos para que los visitantes recurrieran al mercado paralelo o a cualquier otra alternativa que no sea el mercado único y libre de cambios para hacer valer más sus dólares eran importantes.
El Banco Central, resignado, trató de crear cuentas bimonetarias para que al menos ese dinero fuera a parar al mercado del contado con liqudidación y ayudara a bajar la brecha. Pero ni una sola de esas cuentas se abrió.
La brecha tuvo efecto también en los consumos de argentinos en el exterior. Con el dólar paralelo por sobre $200, el consumo con tarjeta de crédito o débito era el más barato disponible a la hora de gastar ya sea en Uruguay, Brasil o cualquier otra parte del mundo. Terminó siendo un uso de reservas del Banco Central incentivado, cuando no subsidiado.
“En enero, pegó un lindo salto, el más importante desde la pandemia, y lo preocupante es que se come la mitad del saldo comercial del mes. Pese a que tenés récord de saldo comercial del agro, la mitad de eso se te va por servicios como este. Son cosas que la gente va consumiendo como refugio de valor”, dijo Martín Polo, economista de Cohen.
En los hechos, la cuenta de viajes y otros gastos con tarjeta no es exclusivamente turística. Aunque se mueve con incentivos bastante parecidos. En ese rubro los datos del Balance Cambiario que publica el Banco Central incluye tanto pagos de paquetes, estadías, servicios y consumos fuera del país como, por ejemplo, compras en moneda extranjera hechas desde el país a tiendas online del exterior. Hoy por hoy, no es necesaruio viajar para gastar afuera. Así, mezcla turismo con pagos de servicios de streaming, software, e-commerce y otros elementos. Con todo, tiende a ser más alto en época de vacaciones.
“Y es una tendencia muy preocupante considerando el bajo nivel de reservas netas del Banco Central. El balance cambiario viene siendo muy negativo a pesar de que se regularon exportaciones y se limitaron otras salidas. Lo cierto es que tiene déficit todos los meses aún cuando tenés un resultado comercial muy bueno, pero no te alcanza. Si vos replicás esta tendencia para lo que queda del año vas a tener problemas porque no vas a tener reservas para abastecer semejante demanda”, agregó Polo.
Así, la salida de dólares por turismo pasó a ser uno de los rubros de salida de divisas más importantes dentro de un mes en el que el balance cambiario fue definictario en USD 471 millones según los datos oficiales. Tercer dato mensual negativo consecutivo luego de que en octubre se lograra un pequeño respiro al costo de reducir en casi USD 1.500 millones las importaciones de ese mes.
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