En el marco del acuerdo con el FMI, el Gobierno habría culminado las negociaciones con Templeton y Pimco, para evitar que se dolaricen y provoquen un fuerte salto cambiario. Con ese fin, el Tesoro emitirá un bono en moneda dura a diez años de plazo, que podrán ser adquiridos en pesos exclusivamente por estos dos fondos extranjeros.
La solución es parecida a la que ya se buscó a mediados de 2020, cuando vencía otra deuda en pesos con los mismos protagonistas. Pero ahora la suma es más del doble que en aquella oportunidad y asciende al equivalente a USD 4.000 millones. Los vencimientos de los bonos originales emitidos en pesos más ajuste CER se produce a lo largo del segundo trimestre y era uno de los temas más acuciantes para mantener la tranquilidad cambiaria.
El acuerdo también fue negociado con el staff del FMI, que exigía alguna solución ante este panorama. Si bien los vencimientos en pesos suben significativamente en los próximos meses, la mayor parte está en manos de bancos y de fondos de inversión locales que se supone van a renovar de manera automática. Incluso no tienen demasiadas opciones ante el estricto cepo cambiario.
La solución es parecida a la que ya se buscó a mediados de 2020, cuando vencía otra deuda en pesos con los mismos protagonistas. Pero ahora la suma es más del doble que en aquella oportunidad y asciende al equivalente a USD 4.000 millones
Sin embargo, los fondos extranjeros no se rigen por las mismas reglas y la lógica indica que buscarían dolarizar automáticamente esa tenencia de pesos ni bien venzan los bonos ajustados por CER. Se trata de colocaciones efectuadas durante la administración de Mauricio Macri, cuando todavía había espacio para emitir deuda en moneda local.
La justificación del equipo económico para la colocación de nueva deuda en dólares es que la alternativa hubiera afrontar un fuerte salto del “contado con liquidación”, que ahora se planchó en niveles de $200. Sin embargo, salir a comprar el equivalente a USD 4.000 millones casi de un día para el otro sería imposible de asimilar para el Banco Central, por lo que el tipo de cambio podría saltar a $250 o incluso por encima (así lo sostienen en Economía). Aún se desconoce cuál será la tasa de interés de estos títulos, aunque la gran zanahoria será –posiblemente- que el tipo de cambio que se aplique para la suscripción es el oficial y no el CCL. Esto representa de por sí una enorme ventaja para los inversores extranjeros, lo cual justificaría la decisión del canje por deuda de largo plazo en dólares.
De esta forma, el horizonte financiero se iría despejando, tomando en cuenta además el inminente acuerdo con el Fondo. Además de la solución encontrada para este megavencimiento de deuda en pesos, el Fondo estará desembolsando USD 3.000 millones antes de fin de mes para que la Argentina pueda pagar el vencimiento de USD 2.800 millones del 22 de marzo.
La “zanahoria” para captar a los fondos extranjeros es ofrecerles que puedan comprar los bonos al tipo de cambio oficial en vez de salir al “contado con liquidación”, que es 90% más caro. Los detalles del acuerdo con Templeton y Pimco se divulgarían en los próximos días
Ya en el segundo trimestre se espera el ingreso de los dólares provenientes de la cosecha de soja. La estimación del volumen que ingresaría viene con un ascenso significativo por el aumento de precios y ahora se estima en alrededor de USD 2.000 millones adicionales al haber superado los USD 600 la tonelada.
Por otra parte, el FMI también se comprometió a devolver los Derechos Especiales de Giro que usó el Gobierno para pagar deuda con el FMI en los últimos meses, por el equivalente a USD 4.300 millones.
Con todo este menú sobre la mesa, ahora la estimación es que será mucho más fácil cumplir con la meta de acumulación de reservas por USD 5.000 millones que el propio FMI sugiere para este año y el próximo.
La expectativa es que Alberto Fernández anuncie durante su discurso en la Asamblea Legislativa el acuerdo final con el Fondo, que sería remitido para su aprobación en las próximas horas al Congreso.
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