Según reportes no confirmados difundidos por medios especializados como Austrian Wings y Aeroflap, el avión más grande del mundo, el Antonov AN-225, habría sido destruido en una batalla aérea que involucró helicópteros de las fuerzas armadas rusas y ucranianas, llevada a cabo en el aeropuerto de Kiev Hostomel, en las afueras de la capital de Ucrania.
Los reportes indicaron que el único AN-225 en existencia, el avión de seis motores construido durante los años ‘80 en la por entonces República Socialista Soviética de Ucrania (RSS de Ucrania) -perteneciente a la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)-, habría sido destruido producto del conflicto armado entre Rusia y Ucrania que estalló durante la madrugada de este jueves.
Dichos reportes detallaron que se vio humo negro en la zona y que se observaron varios helicópteros sobrevolando el aeropuerto de Hostomel, centro de operaciones del AN-225 que habría sido destruido producto del incendio del hangar donde estaba estacionado. De hecho, al consultar los rastreadores de aeronaves tales como Flightaware, el último vuelo del Antonov fue realizado el 5 de febrero pasado con destino final a dicha base aérea. La operación partió del Aeropuerto de Billund, en Dinamarca (BLL) y arribó al llamado Antonov Airport (GML) cerca de las 17:36 horas locales.
Sin embargo, y pese que los radares de rastreo lo ubican allí, no se pudo confirmar que el avión de carga más grande del mundo haya sido destruido, ya que todavía no fue confirmado por las autoridades oficiales y los combates continúan en distintos puntos estratégicos de Ucrania.
La situación del aeropuerto de Hostomel sigue sin estar clara, fuentes de Europa del Este dicen que las fuerzas armadas ucranianas lograron repeler el ataque ruso mientras que en las redes sociales proliferan videos que muestran fuego, humo, destrucción y helicópteros sobrevolando la base aérea que hace de hogar del AN-225. El destino del aparato aéreo de carga más grande del mundo sigue incierto y habrá que esperar a que las voces oficiales confirmen lo sucedido.
El Antonov AN-225 Mriya es una celebridad en el mundo de la aviación. Su desarrollo comenzó en la década de los 80 en la Ucrania Soviética, aunque no fue hasta 1988 que se completó. Su objetivo era transportar el Burán que era el transbordador espacial fabricado por OKB-5 con el que la URSS llegó al espacio en una misión no tripulada, y los cohetes del Energiya. Con la caída de la Unión Soviética, el ejemplar terminó siendo utilizado como una categoría única de transporte para cargas especialmente voluminosas.
En medio de los combates, la información disponible no es determinante. Lo que se sabe hasta ahora es que ocurrió una batalla en el lugar desde el cual opera y que, hasta donde se conoce, ahí permanecía estacionado desde su último vuelo operacional.
Por otra parte, las aerolíneas comerciales del mundo que sobrevolaban la zona en conflicto de forma regular, están desviando todos sus vuelos a fin de evitar entrar en la región en guerra. La prudencia de las empresas responde en parte al antecedente del 17 de julio de 2014, cuando un avión de Malaysia Airlines, el vuelo MH17 específicamente, fue derribado por error cuando sobrevolaba la región de Shiaktiorsk a 40 kilómetros de Donestk, uno de los puntos claves en el conflicto entre Rusia y Ucrania. En aquella ocasión, tras recibir el impacto de un misil “Buk”, los 283 pasajeros y los 15 tripulantes fallecieron a pesar de tratarse de un avión comercial que volaba entre Ámsterdam y Kuala Lumpur.
Así, en medio de este panorama de guerra y muerte, las empresa aéreas del mundo han generado un bache sobre Ucrania y sobre parte del territorio ruso donde están ubicadas sus tropas, que puede observarse como una gran mancha vacía de aviones comerciales en sitios como el ya mencionado Flightaware o Flighradar24.
Mientras tanto, la Empresa Estatal de Servicios de Tránsito Aéreo de Ucrania informó el día de hoy que “debido al alto riesgo de seguridad de la aviación para la aeronáutica civil se decreta el cierre del espacio aéreo de Ucrania para vuelos civiles”.
Según comentó Felipe Baravalle, Director Ejecutivo de la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca), con este medio, el conflicto bélico forzará a que las aerolíneas desvíen sus aviones, provocando grandes demoras en el tráfico aéreo europeo y del mundo. “Cada torre de control estará sobrecargada de operaciones y habrá grandes atrasos en los vuelos”, sentenció.
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