En un contexto de alta inflación y una economía que tarda en reactivar, las acciones argentinas se anotaron en el menú de las opciones financieras que permiten hacerse de una ganancia real, al menos en el corto plazo.
En el último mes, las acciones ganaron en promedio un 22% en dólares, si se toma como base los 365 puntos del S&P Merval, medido por “contado con liquidación”, del 24 de enero pasado. Este martes, alcanzó los 447 puntos, un máximo en tres meses y medio.
¿Cuáles son las causas de este salto?
1) Acuerdo con el FMI. El anuncio de un entendimiento con el organismo para reestructurar el calendario de vencimientos por el stand by de USD 44.500 millones, efectuado por el presidente Alberto Fernández el pasado 28 de enero, dio un fundamento alcista para la renta variable, en particular porque éste implica una suerte de plan económico con sendero fiscal sustentable, que hasta ahora el gobierno del frente de Todos no había manifestado.
2) Baja del dólar implícito. Desde el anuncio de Fernández hasta hoy, el “contado con liqui” implícito en los ADR -acciones argentinas negociadas en dólares en Wall Street- descendió un 13% desde los 233 a los 202 pesos. Este descenso del dólar con el que se valúan las compañías motivo un alza en el precio de las acciones en particular y del S&P Merval en dólares para tener una visión general.
La suba de tasas aplicada por el Banco Central -esperada por el mercado y acordada con el FMI- para evitar una espiralización inflacionaria fue también un factor alcista para el équity argentino.
3) Factores externos. La recuperación de las acciones argentinas tuvo que ver con un desempeño que se escindió de la tendencia bajista de Wall Street. EEUU experimentó la inflación más alta en 40 años, que llegó al 7,5% anual en enero. Como consecuencia, ya se anticipan al menos cinco incrementos de las tasas de referencia de la Reserva Federal (Fed) norteamericana para este año y el retiro de estímulos que impulsaron a los récords de Wall Street del 2021. Por la inflación también se dio un debilitamiento del dólar, es decir que apreció a divisas emergentes como el yuan chino y el real brasileño y aumentaron los precios de las materias primas, que indirectamente beneficiaron a la Argentina.
3) Suba de precios para commodities. Al analizar los sectores, la suba del petróleo de 12% en el último mes -hoy tocó los USD 93 para el crudo ligero de Texas, máximo en siete años- impulsó a papeles como YPF, que subió un 21% en dólares en el último mes, a USD 4,38 (tocó los USD 4,53 el martes 22).
Mientras que el Merval gana 8,7% en dólares en 2022, el Nasdaq de Wall Street ajustó un 15%, y el Dow Jones, un 8%
Otro título relacionado a las exportaciones, como la agroganadera Cresud, trepó un 31% en dólares en el último mes, de USD 4,37 el 24 de enero hasta rozar los 6 dólares este miércoles. El salto alcista de la soja, que superó los USD 600 la tonelada este mes, se vincula con esta escalada. La oleaginosa se aproxima así a sus máximos históricos de USD 650 que no alcanza desde hace casi una década (septiembre de 2012).
4) Aumento de tarifas. Mientras que YPF también se vio favorecida por la expectativa de un incremento más veloz para los precios de los combustibles, el previsible ajuste tarifario que contempla un acuerdo con el FMI movilizó los precios de las compañías ligadas al sector de energía, tanto en producción como distribución, pues el compromiso de reducción del déficit fiscal involucra un recorte en los subsidios económicos, donde la energía tiene un rol protagónico. Por ejemplo, la distribuidora eléctrica Edenor ganó un 39% en dólares en un mes y Transportadora Gas del Sur, un 36 por ciento.
5) Efecto político. No hay que olvidar que el 2021 fue un año electoral. Y el resultado de las urnas influyó en el movimiento de precios, tanto como las expectativas económicas que se generaron previamente a los comicios -las PASO el 12 de septiembre y las legislativas el 14 de noviembre- como después de ellos.
Por ejemplo, el 9 de noviembre, en la semana previa a las legislativas de noviembre, el S&P Merval alcanzó un récord histórico en pesos, por encima de los 97.000 puntos, mientras que en dólares llegó a los 451 puntos el 10 de noviembre, un máximo desde el 4 de marzo de 2020, es decir desde antes de la irrupción de la pandemia y las medidas de confinamiento que lastraron a la economía.
En sentido inverso, una vez confirmada la derrota del oficialismo en los comicios y ante la ausencia de anuncios o cambios de la política económica concretos, se desató una toma de ganancias de casi 20% en dólares en dos meses, hasta el piso reciente del 24 de enero.
SEGUIR LEYENDO: