Juan Luis Bour, economista jefe y director de FIEL, señaló que los trabajadores argentinos perdieron entre 20% y 25% de lo que ganaban en los últimos diez años. “Los trabajadores informales perdieron alrededor de un cuarto del poder de compra de sus ingresos y en 2021 han venido bastante mal. Los trabajadores públicos han perdido casi 24% desde una década atrás y el resto de los asalariados el 20%”, detalló en declaraciones a Radio Mitre.
“Esto es producto de una economía que está estancada, donde la productividad se cae y básicamente una empresa no puede pagar más de lo que genera. Los informales están menos protegidos todavía”, aseguró el economista. Luego, precisó que según distintas estadísticas en la Argentina hay unos 20,4 millones de trabajadores, de los cuales solo algo más de 6 millones son empleados privados formales, cuyos salarios se discuten en los convenios colectivos.
Son más de 8 millones que están fuera de toda la discusión de salarios. La mitad de la población está afuera
“Estamos hablando de 6,5 millones y el número cae. Se ha caído obviamente con la pandemia también. Cuando se habla de convenios colectivos es solo un pedazo de todos los trabajadores. Informales son 7 millones pero tenés mucha gente que es monotributista, que está muy en el borde la de la informalidad. Son más de 8 millones que están fuera de toda la discusión de salarios. La mitad de la población está afuera”, señaló.
El economista comentó que cuando asumió el gobierno de Cambiemos lo consultaron sobre el dato de la cantidad de empleados públicos porque no hay buenos registros. “Son unos 4 millones pero nunca se sabe. Una parte de los registros no está completo”, dijo.
Sobre el problema que genera en el régimen de jubilaciones la poca cantidad de trabajadores formales sobre el total, Bour indicó que se trata de un problema central. “Cuando tenés tanta gente informal, tarde o temprano, te aparece esta solución que adopta el kirchnerismo de darle una jubilación a todo el mundo, haya aportado o no”, dijo.
“La Argentina genera informalidad por todas sus políticas publicas y terminás generando una gran cantidad de gente que nunca va a poder estar en condiciones de jubilarse. Entonces, como ocurrió de 2005 y 2007 en adelante con las moratorias generalizadas se metió adentro del sistema jubilatorio gente que hoy hace que el sistema de jubilaciones esté quebrado. No tanto por los que aportan, si no por los que la mitad que no”, agregó.
El Gobierno siempre puede intentar frenar un poco la inflación con controles de precios, atrasando el tipo de cambio. Eso lo puede hacer por un rato y no sabemos si el rato llega hasta diciembre o enero del año que viene
El economista también anticipó que los salarios pueden perder entre un 5% y un 10% este año, aunque es difícil hacer estimaciones. “El Gobierno siempre puede intentar frenar un poco la inflación con controles de precios, atrasando el tipo de cambio. Eso lo puede hacer por un rato y no sabemos si el rato llega hasta diciembre o enero del año que viene. De los informales no se ocupa nadie, se ocupa la inflación”, dijo.
“Los salarios no pueden crecer si hay una economía de más de 50% de inflación y además no tiene base para que la productividad crezca. Ni el sector público ni el sector privado, que es cada vez más chico; estamos expulsando empresas formales internacionales y a todos los chicos jóvenes formados y calificados que siguen viviendo en el país pero trabajan para el exterior”, aseguró el economista.
“En el sector privado van a ganar los que tengan poder de negociación más alto como camioneros o bancarios. Pero va a ser difícil en textiles o comercio en general ver una mejora”, anticipó.
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