Edenor y Edesur pidieron una compensación por el atraso de las tarifas en relación a la inflación de los últimos años

Durante una audiencia pública, las empresas distribuidoras de electricidad que operan en el AMBA aseguraron que la falta de actualización del valor del servicio de distribución, lo que afectó sus ingresos

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Las empresas destacaron que no
Las empresas destacaron que no reciben subsidios

Durante la audiencia pública por los aumentos de las tarifas de electricidad, las empresas distribuidoras que operan en en AMBA —Edenor y Edesur— manifestaron la necesidad de que el Estado compense las pérdidas que tuvieron en los últimos años por la falta de actualización del valor del servicio de distribución, lo que afectó sus ingresos.

También señalaron que la tarifa que pagan los usuarios del AMBA es la más baja del país, en comparación con el resto de las provincias. Y que los subsidios que destina el Estado al sector energético llegan a las empresas de generación de energía pero no a las distribuidoras.

En el comienzo de la audiencia pública, los funcionarios del Gobierno confirmaron que los aumentos para los usuarios en 2022 serán entre 17% y 20% en la tarifa final que reciben en su factura

En el comienzo de la audiencia pública, los funcionarios del Gobierno confirmaron que los aumentos para los usuarios en 2022 serán entre 17% y 20% en la tarifa final que reciben en su factura. El precio final incluye varios componentes: el costo de la energía, el transporte, la distribución y los impuestos.

Edesur señaló que tiene un déficit de $43.236 millones para 2022 que requiere para ofrecer su servicio. Y que podrían cubrir o con el aumento que corresponde a la tarifa del usuario final o con subsidios del Estado, o con una combinación de ambos. En el caso de Edenor, la cifra asciende a $56.800 millones. “No estamos tratando un rebalanceo tarifario sino simplemente el impacto de la inflación en nuestra actividad. Los ingresos deben ser suficientes para cubrir los costos”, indicaron.

Soledad Manin, del Enre, y
Soledad Manin, del Enre, y el subsecretario Federico Basualdo durante la audiencia

Las empresas distribuidoras señalaron que los subsidios del Estado solo llegan a las empresas de generación. Y señalaron el efecto del congelamiento tarifario. “Entre marzo de 2019 y diciembre de 2021, las tarifas han variado 20,8%; pero los salarios en promedio registraron un aumento de 172%, la inflación minorista un 196% y la mayorista 225%. Muchos de los materiales que usamos son insumos dolarizados, como cobre y aluminio que han visto incrementos del 199%”, detalló Jorge Lemos, en representación de Edesur.

“La remuneración que recibe la empresa tuvo un incremento de 20,8% en mayo de 2021. El aumento anterior había sido en marzo de 2019. La diferencia tiene que ser financiada de alguna manera. La única forma que tiene Edesur para hacerlo es tomar deuda con el proveedor de la energía (Cammesa) que, por su parte, recibe aporte del Tesoro Nacional para poder pagar el combustible y a los productores de energía. Lo que generan déficit fiscal que termina afectando al sector y provocando más inflación. Congelar las tarifas provoca más inflación”, agregó el directivo de Edesur.

También destacó que de cada peso que cobra Edesur por la tarifa, solo dispone de 30 centavos para abonar los sueldos del personal, contratistas y realizar obras. Y que casi la mitad de la recaudación se destina a impuestos.

Con todo, destacó que el 26% de los usuarios residenciales de Edesur pagan una factura menor a los $500. Mientas que el 28% paga en promedio entre $501 y $1.000. En tanto, 490.000 usuarios (el 21% del total) pagan una tarifa social. En el caso de Edenor, solo 18% de los clientes residenciales paga mas de $2.041 por mes por el servicio de electricidad. En tanto, 2 millones de usuarios pagan un promedio de $944 mensuales.

El 54% de nuestros clientes destina menos de $33 por día por un servicio que es un pilar de la vida moderna. Si se compara con otros servicios, existe una gran dispersión (Lemos, de Edesur)

“El 54% de nuestros clientes destina menos de $33 por día por un servicio que es un pilar de la vida moderna. Si se compara con otros servicios, existe una gran dispersión como el costo del litro de nafta, el precio de la carne, los servicios de telefonía, cable o Internet”, agregó el representante de Edesur.

En la revisión de tarifas (RTI) que entró en vigencia en 2017 preveía una actualización semestral de acuerdo a un índice que combinada inflación y salarios. Pero esa RTI fue suspendida luego de la asunción de Alberto Fernández y se espera que sea revisada durante 2023.

Las empresas también mencionaros que las tarifas de Edesur y Edenor son fijadas por el Gobierno Nacional a través del ENRE y que, en promedio, están entre las más bajas del país, a pesar de que en el AMBA están comprendidas algunas de las zonas con mayores ingresos.

La factura mensual por un consumo de 300 kWh es de $1.308 para usuarios de Edesur y $1.315 para usuarios de Edenor. En tanto, los valores más altos —siempre por el mismo nivel de consumo— se ubican en Córdoba ($4.051), Jujuy ($3.409), Neuquén ($3.161), Entre Ríos ($3.155) y Santa Fe ($3.024).

“El subsidio que reciben los usuarios y que cubre la parte de la generación eléctrica es el mismo para todo los usuarios. La diferencia de las tarifas entra las zonas obedece al Valor Agregado de Distribución (VAD) que cada distribuidora le cobra a sus clientes y los impuestos asociados. Esta es una oportunidad de corregir estos desajustes”, señaló Federico Méndez, representante de Edenor.

“No hay subsidio a las distribuidoras. Edenor recibe menos ingresos de lo que necesita y menos de que lo que le corresponde. El que se lleva la mayor parte de la factura es el costo de generar la energía, que es más de lo que se traslada a la tarifa. Esa diferencia es cubierta vía subsidios del Estado. Solo se traslada el 35% del costo de generación. La mayoría de los incrementos tarifarios tuvieron como destino cubrir el mayor costo de la energía”, agregó el directivo.

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