Cómo funciona el “carry trade”, un viejo conocido de los mercados que permite hacer fuertes ganancias de corto plazo

Los inversores saben que cuando aparece una novedad positiva a futuro, como el acuerdo con el FMI lo es por estos días, inmediatamente hay que vender los dólares y pasarse a pesos. Conocen los riesgos y que la tregua puede ser corta, pero rentable

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Billetes de cien pesos argentinos
Billetes de cien pesos argentinos se encuentran debajo de un billete de cien dólares estadounidenses . Foto de archivo Sep 3, 2019. REUTERS/Agustin Marcarian/Illustration

Si algo saben los argentinos es que cuando aparece una novedad positiva a futuro, inmediatamente hay que vender los dólares y pasarse a pesos. Conocen los riesgos y que la tregua puede ser corta, pero rentable. Entonces hacen plazos fijos, cauciones, compran bonos en pesos indexados o a tasa de interés y toman las ganancias en moneda local. Cuando nace el hecho que provocó el movimiento, inmediatamente recompran los dólares con los pesos ganados e incrementan su colchón de divisas.

Los dólares financieros con sus caídas a partir del 27 de enero pasado, un día antes de cancelar la deuda con el FMI, perdieron 9% y en ese lapso el promedio de las ganancias en pesos fue de casi 2%. En otras palabras, quien vendió 1.000 dólares MEP el 27 de enero a $ 223.750 e hizo una caución o colocó en un fondo de money market de un banco, hoy tiene $ 228.225. Si decide volver al dólar MEP hoy tiene USD 1.120 dólares. La caída de la divisa y la tasa de interés en pesos, le permitió ganar 12% en dólares en apenas 20 días. Esta operación tan simple, se la conoce como “carry trade” y es lo que está haciendo una parte importante del mercado ante la seguridad del acuerdo con el FMI, de la suba de tasas que se avecina y del desembolso en dólares del organismo que hará que las divisas sean menos escasas.

Cabe aclarar que por eso los Bonos del Tesoro que ajustan por el costo de vida (Boncer) están entre los más buscados. El TX22 ayer subió 0,12%. La tasa de inflación parece ser difícil de superar.

Están los que juegan otra opción: la de los bonos que ajustan por el dólar oficial. El TV22, el más representativo de estos títulos aumentó 0,18% porque los inversores creen que en marzo la tasa de devaluación superará la suba de dólares financieros e incluso puede igualar o superar a la inflación. Los que quieren asegurarse una ganancia en pesos apostando al dólar juegan en el mercado de futuros donde el dólar a fin de marzo cotiza a $ 112,10 y permite obtener una tasa de 5,19%. Quien tenga el temple de hacer la jugada puede obtener una excelente renta en dólares. La ventaja es que puede salir de la posición de futuros cuando lo desee.

En este escenario no extrañó que los bonos que rigen el precio de los dólares financieros tuvieran su segunda suba consecutiva. El AL30 aumentó 0,89% en dólares y el GD30, 1,55%. Esto hizo que el dólar MEP perdiera $ 1,31 a $ 203,93 y el contado con liquidación $ 1,22 a $ 211,39.

Y con estos precios se abre otro juego con ganancias tentadoras, aunque roza la marginalidad. El “blue”, que bajo 50 centavos a $ 215 tiene una diferencia de $ 8 con el dólar MEP. Cabe aclarar que el valor del dólar al venderlo es de $ 212. El “puré”, como se llama a esta operación, deja $ 8 por dólar, pero implica riesgos porque hay que justificar el dinero ante la AFIP si salta algún reporte de operación sospechosa (ROS).

En la plaza mayorista, en tanto, la devaluación pareció bajar el ritmo. El dólar subió apenas 10 centavos a $ 106,58 y el Banco Central no intervino, por lo tanto, no llevó divisas a sus arcas. Así y todo, las reservas subieron USD 25 millones a 37.305 millones.

La euforia del mercado cambiario se trasladó a los bonos de la deuda con ley extranjera porque los mercados del exterior se calmaron tras el avance diplomático en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Las Bolsas de Nueva York subieron y el bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años bajó y elevó su rendimiento a 2,05%. El riesgo país, ante este movimiento, retrocedió nada menos que 26 unidades a 1.742 puntos básicos. En dos días, la caída fue de 61 puntos (-3,38%). Acá también hay fuertes ganadores porque con estos bonos se hicieron de hasta 4% de ganancias en dólares.

La Bolsa, con esta actitud de ser menos conservadores, revivió. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 2,87%. El monto de negocios de $ 1.258 millones, le dio sustento al movimiento porque se hizo con una importante cantidad de manos operando.

Los papeles más beneficiados fueron Transportadora Gas del Norte (+10,80%) porque se confirmó que ganó en segunda instancia un juicio a YPF por USD 231 millones por facturas impagas. El contagio llegó a Transportadora Gas del Sur que subió 6,25%. A pesar del fallo adverso, YPF creció 6,04%.

Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones y ETF’s que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $ 4.201 millones, un volumen aceptable pero no sobresaliente.

Los ETF de Brasil (EWZ) que representan 85% de las acciones de la Bolsa de San Pablo, sobresalieron con un alza de 1%. El de emergentes, el EEM, aumentó 0,7% y el del oro,1%. Entre los ADR’s se destacaron Banco Francés (+7,5%), Transportadora Gas del Sur (+6,5%) y Galicia (+6%).

El FMI sigue siendo el principal influyente en el comportamiento de los inversores. Nada indica que esta tendencia vaya a cambiar en el corto plazo.

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