Aunque ayer se interrumpió un ritmo de devaluación que se proyectaba por encima de 40% anual. Los bonos que están atados a la variación del tipo de cambio (dollar linked) tuvieron un alza de 0,22% porque creen que ese ritmo se acelerará tras el acuerdo con el FMI, que pidió que se achiquen las brechas entre las distintas cotizaciones sin vender los recursos que aporta el organismo.
La única manera que tiene el Banco Central de reducir ese “spread” entre el tipo de cambio oficial y sus pares financieros es acelerar la devaluación. El lunes donde se suma la devaluación de sábado y domingo, pareció contradecir la intención. El dólar mayorista subió 0,20 centavos a $ 106,37. El lunes de la semana pasada la devaluación había sido de 27 centavos, pero a lo largo de la semana se fue acelerando y la suba del dólar fue de 75 centavos, lo que equivale a una devaluación de casi 40% anual. El mercado espera que siga esta estrategia.
Por eso los inversores apuestan a una devaluación irregular porque sabe que es parte ineludible del acuerdo con el FMI. De hecho, en el mercado de futuros la diferencia de cotización entre el dólar de fin de febrero ($ 107,58) contra el de fin de marzo ($112,27) es de 4,40%, un porcentaje acorde a la inflación esperada. Lo que está claro es que no habrá un ritmo devaluatorio regular.
El “blue”, ante la inminencia del acuerdo y de un desembolso importante en marzo, cedió 50 centavos a $ 215. También bajaron los dólares financieros porque los bonos que se utilizan parta negociarlos están en un barranco al que no se le ve final. El AL30 acumuló una baja de 0,48% y el GD30 de 0,09%. Esto hizo que el dólar MEP perdiera 48 centavos a 206,41, mientras el contado con liquidación subió 43 centavos a $ 214,43.
La aceleración de la devaluación y las mayores tasas en pesos que se pagaron en la última licitación de títulos del Tesoro hicieron que los inversores aprovechen para hacer un breve carry trade (apostar a tasas para luego tomar ganancias en dólares).
En la plaza mayorista, ante las manos atadas de los importadores y la liquidación de exportadores del agro, el Banco Central pudo comprar USD 80 millones y logró que las reservas acumulen un alza de USD 24 millones a 37.265 millones.
La caída de los bonos de la deuda con ley extranjera se explica por la incertidumbre del mundo que se reflejó en las Bolsas. Las acciones comenzaron a subir, pero a la tarde los rumores de posibles bombardeos a Ucrania barrieron con el optimismo y las acciones comenzaron a caer. Los tres principales índices de las bolsas norteamericanas terminaron en territorio negativo y la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años volvió a 2%.
Este escenario hizo que el riesgo país de la Argentina aumentara 17 unidades (+1%) a 1.803 puntos. Volvió a perforar el techo de 1.800 y en el mercado es sabido que cuando esto sucede es más probable que se acerque a 1.900 puntos a que vuelva al nivel inferior de 1.800. El ETF de países emergentes (EWZ) perdió 0,8%.
La Bolsa tuvo otra rueda desafortunada. El S&P Merval el índice de las acciones líderes, perdió 0,43%. El monto de negocios fue el habitual de $ 977 millones.
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones y EFT’s que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $ 2.896 millones, un volumen regular y acorde con lo que está sucediendo en el exterior donde las Bolsas están atenazadas entre la posibilidad de suba a partir de abril de las tasas en Estados Unidos, algo que se definirá el 16 de marzo, y el conflicto entre Rusia y Ucrania. De todas maneras, los ADR’s tuvieron una rueda mixta donde las alzas igualaron a las bajas.
Para hoy se espera otra rueda de incertidumbre. Los precios del dólar reflejan a un mercado desorientado respecto de lo que pasará con el FMI. Algunos ven los dólares del organismo muy cerca y otros muy lejos.
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