El CEO de AmCham, Alejandro Díaz, dijo que lo que se conoce del entendimiento de la Argentina con el Fonsdo Monetario Internacional (FMI) habal de un “acuerdo de transición” que allana el camino para que un nuevo gobierno puede acordar un programa de facilidades extendidas de mayor duración. Para el líder de las empresas estadounidenses con operaciones en el país, ese es el análisis de lo que el Gobierno y el organismo internacional lograron obtener puede deterner la caída de la macroeconomía pero que más adelante se necesitarán reformas estructurales.
Díaz participó este lunes del primer encuentro entre las empresas estadounidenses radicadas en la Argentina y el nuevo embajador de ese país, Marc Stanley. En un desayuno de trabajo, los dirigentes empresarios presentaron algunos de los principales desafíos del mercado local, como, la necesidad de dejar atrás el modelo de comercio administrado, las limitaciones para el pago de dividendos, las restricciones cambiarias, que generan un ambiente de incertidumbre y la falta de previsibilidad para el desarrollo de los planes de negocios.
En ese sentido, y en declaraciones a Radio Mitre, Díaz se refirió al encuentro y a las preocupaciones de las más de 250 empresas estadounidenses radicadas en el país, que emplean aproximadamente a 250.000 personas en forma directa y a un millón en empleos indirectos.
La AmCham se expresó a favor del entendimiento, camino a un acuerdo a nivel de staff, entre la Argentina y el FMI. Pero entiende que es un programa limitado.
“No tenemos el contenido del acuerdo, lo conocemos a través de comentarios del ministro [Martín] Guzmán”, dijo Díaz para agregar que tal como se presentó “es un acuerdo de transición de dos años y medio donde el nuevo deberá negociar un programa extendido”.
“Entendiendo las limitaciones políticas que existían para un acuerdo tradicional, hubo mucha flexibilidad del Fondo”, consideró el líder empresario.
“Entendiendo las limitaciones políticas que existían para un acuerdo tradicional, hubo mucha flexibilidad del Fondo”
En ese sentido, la mirada de AmCham es que es un avance positivo pero sólo un comienzo.
“El acuerdo, tal como lo vimos en los medios, lo que va a ayudar a al menos tratar de detener la caida macro de los últimos doce años. Si no se cambian cuestiones estructurales es muy difícil que podamos revertir la tendencia”, dijo.
Según relató Díaz, en la conversación con Stanley surgió una pregunta respecto a por qué no hay más inversiones estadounidenses en la Argentina. Y, en ese contexto, las trabas cambiarias aparecieron como principal motivo.
“La pregunta vino por el tema de inversión, surgió por qué Argentina no podía recibir más dado que -por ejemplo-, la energía convencional podría atraer USD 20.000 millones y el año pasado fueron cerca de USD 4.000 millones. ¿Cuáles son los problemas? Dependiendo cómo sea el inversor, cuando no se pueden girar dividendos, donde uno no puede contar libremente con importaciones porque tiene restriciones, no se puede cumplir con el pago pasivos comerciales en tiempo y forma, no se presentaba como muy atractivo para nuevos inversores”, relató el CEO de AmCham.
Por otro lado, durante el encuentro, los líderes empresarios repasaron las potencialidades de desarrollo de negocios que ofrece el país en sectores estratégicos como energía, salud, agroindustria, tecnología, consumo masivo, servicios financieros, entre otras, y señalaron como un paso positivo el acercamiento de posiciones entre el gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional para arribar a un acuerdo que permita recuperar una posición de solvencia del país en los mercados financieros internacionales.
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