Tres factores contribuyen a mantener estable al dólar en el corto plazo

Dos tienen vinculaciones con la economía internacional y uno con políticas regulatorias internas

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El dólar libre retrocedió tras
El dólar libre retrocedió tras el anuncio de un acuerdo con el FMI a fines de enero

En el inicio del 2022 las proyecciones sobre la cotización del dólar fueron claramente alcistas. Con escasas reservas, elevada inflación y una previsible caída en la demanda de dinero, todo estuvo dado para una aceleración cambiaria. Y aunque estas condiciones adversas se mantienen vigentes para el mediano plazo, en lo inmediato se abrió un margen de distensión para las siempre amenazantes presiones devaluatorias.

La fecha “límite” a la que apuestan tanto el Gobierno como los analistas del mercado es el 21 de marzo. Para entonces debería estar en marcha el acuerdo con el Fondo, pues recae un vencimiento de unos USD 2.800 millones -hoy impagable dado el nivel de activos líquidos en arcas del Central-. Y tan importante como lo anterior, es el comienzo del otoño austral, cuando se inicia la recolección de la cosecha gruesa -soja y maíz- y el “trimestre de oro” para la liquidación de exportaciones y también para la recaudación tributaria en el ámbito local, a través de las retenciones.

La expectativa de acordar con el FMI, los dólares del agro y un ajuste del cepo importador descomprimen las presiones devaluatorias de corto plazo

Tres factores que irrumpieron en las últimas semanas contribuyen a una perspectiva menos pesimista que la inicial. En primer término, el anuncio de un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que debería resolverse a más tardar en marzo; en segundo lugar un aumento notorio en los precios internacionales de granos y derivados industriales, que son la garantía de divisas para la economía doméstica, y un tercer punto es el de un refuerzo del cepo a importaciones, que siempre es nocivo para el sostenimiento de la reactivación, pero a la vez ayuda a que el Banco Central pueda retener divisas.

1) Acuerdo con el FMI. El entendimiento anunciado por el presidente Alberto Fernández el pasado 28 de enero es positivo, si no se demora, por dos cuestiones fundamentales: despeja vencimientos con el organismo y traza un sendero de reducción del déficit fiscal y su financiamiento monetario, motores de la inflación del 50% anual.

Joaquín Marque, director de UG Valores, dijo a Infobae que “una devaluación sin acuerdo con el FMI podría provocar una fuerte suba en la Inflación, razón por la cual es esperable que una aceleración en el desplazamiento del (tipo de cambio) oficial y el achicamiento de la brecha se dé en simultaneo con la formalización del acuerdo, con una suba de tasas de interés y anticipándose a la liquidación de la cosecha. Esta combinación de medidas podría lograr acumular reservas con mayor rapidez”.

Dos años sin desembolsos a organismos internacionales podría ser una oportunidad para ordenar la economía (Marque)

“El acuerdo preliminar le permitió al Gobierno ganar tiempo y frenar las expectativas negativas. Sin embargo, las dudas generadas en torno a la aprobación, podrían generar el efecto contrario y acelerar el deterioro en el volumen de reservas. Si el Poder Ejecutivo da las señales políticas correctas y logra revertir las expectativas negativas, dos años sin desembolsos a organismos internacionales podría ser una oportunidad para ordenar la economía e ir a las elecciones del 2023 con mayor fortaleza política”, añadió Marque, quien consideró que “el BCRA deberá continuar con la suba de las tasas de interés, dado los condicionamientos solicitados por el FMI, pero también por necesidad de un mayor control de las expectativas devaluatorias y de la tasa de inflación, que tendrá como consecuencia un freno al consumo y la inversión”.

Lucas Yatche, Head of Strategy and Investments de Liebre Capital, enfatizó en diálogo con Infobae que el ministro “Martín Guzmán mantiene su postura pública de reducir el déficit únicamente desde el lado de los ingresos a partir de un crecimiento real del 3% para 2022, remarcando las pocas intenciones de ajuste del gasto. A simple vista, esto sería poco probable. Está claro que para lograr las metas propuestas será necesario reducir el gasto, lo que dará lugar a fuertes peleas políticas internas, siendo los principales candidatos de recorte los subsidios de energía (representan el 3% del PBI) y las transferencias a provincias (0,8% del PBI)”.

Para lograr las metas propuestas al FMI será necesario reducir el gasto, lo que dará lugar a fuertes peleas políticas internas (Yachte)

2) Precios internacionales de materias primas en alza. Es sabido que las altas temperaturas de enero y la sequía en amplias zonas productivas del agro van a golpear los rindes de la presente campaña, que termina en julio. No obstante, los ingresos de divisas podrían compensarse por la suba de las cotizaciones externas, con la soja y el maíz negociados a USD 580 y USD 250 la tonelada, respectivamente, en máximos desde junio del año pasado y cerca de los mejores precios en una década.

Fuente: Portfolio Personal Inversiones
Fuente: Portfolio Personal Inversiones

“Entramos en el período de menor estacionalidad de la liquidación agrícola, lo que haría suponer que será difícil para el BCRA no seguir vendiendo en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios). Por ahora, la liquidación del agro viene promediando (en febrero) USD 137 millones, extrañamente superando los USD 116 millones promedio de enero. No obstante, esperamos que la liquidación del agro se acomode a la estacionalidad”, destacaron los expertos de Portfolio Personal Inversiones.

Con la cosecha de soja y maíz, es en el segundo trimestre donde más impacta la liquidación de divisas para las cuentas nacionales (TSA Bursátil)

Un informe de TSA Bursátil observó que “tanto el primero como el cuarto trimestre de cada año suelen ser los de menor liquidación por parte de los industriales oleaginosos y exportadores de cereales. Con la cosecha de soja y maíz comenzando en marzo y concentrándose principalmente en el segundo trimestre, es en este último donde más impacta la liquidación de divisas para las cuentas nacionales”. Agregó que “hacia adelante, el problema de la sequía que actualmente afecta a gran parte del territorio productivo ya está generando recortes en las estimaciones de producción. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, las exportaciones de los principales productos de los complejos de soja y maíz caerán en 13 millones de toneladas, lo que implicaría una pérdida de exportaciones por 2.665 millones de dólares”.

3) Cepo importador. El Gobierno dio muestras de estar dispuesto a defender a rajatabla los escasos dólares en manos oficiales. En las últimas semanas, varias compañías del sector productivo e importadoras se encontraron con dificultades para acceder a los sistemas informáticos que permiten realizar operaciones de comercio exterior. Esta polémica iniciativa contribuyó a que el Banco Central consiguiera recuperar en febrero la iniciativa compradora en el mercado de contado después de tres meses de ventas netas y pérdida de reservas.

“Respecto a las intervenciones oficiales en el MULC, en los últimos seis meses, la autoridad monetaria sólo ha logrado comprar reservas en octubre (USD 212 millones) gracias a un fuerte torniquete sobre las importaciones (cayeron 30% mensual), que claramente no es una estrategia sustentable para la actividad económica. Entendemos que el BCRA seguirá bajo tensión durante febrero y recién podría aspirar a comprar reservas en la segunda quincena de marzo con el comienzo de la entrada de la cosecha gruesa”, detallaron desde Portfolio Personal.

La carrera contra la inflación

El dólar libre cotizó en la semana en torno a $215 para la venta en el circuito paralelo, con un incremento acumulado de 42% en el último año. Y en lo que va de 2022 sube siete pesos o 3,4%, otra vez por debajo de la inflación. Desde que el presidente Alberto Fernández anunció un entendimiento con el Fondo el retroceso del “blue” fue de 7,50 pesos o 3,4 por ciento.

En el mercado mayorista el tipo de cambio oficial mantuvo una brecha superior a 100% respecto del dólar “blue”. En 2022, el precio del dólar controlado por el BCRA sube un 3%, también a menor ritmo que la tasa de variación del promedio general de precios al consumidor.

En este avance gradual de la cotización del dólar tuvo que ver el principio de entendimiento anunciado con el FMI, que tendrá una duración de dos años y medio, con revisiones en el medio y desembolsos, e involucra una reducción paulatina del déficit fiscal además de prever que las reservas internacionales -hoy en los USD 37.000 millones- crezcan en USD 5.000 millones este año.

“El bajo nivel de reservas netas no permite demoras en la negociación con el FMI. De no llegar al 21 de marzo con un acuerdo cerrado, el país deberá desembolsar USD 2.800 millones que, lógicamente, al no tenerlos lo haría entrar en short term arrears (atrasos de corto plazo). Más allá de esto, en el largo viaje de 42 días hasta esa fecha, el Tesoro argentino deberá afrontar pagos por USD 550 millones, por lo que, de mediar resultados neutros en el MULC, las reservas netas estarán en la zona de 750 a 800 millones de dólares. En otras palabras, el acuerdo se negociará bajo la presión adicional de tener reservas negativas más bajas que las actuales”, apuntó un análisis del equipo técnico de Portfolio Personal.

El bajo nivel de reservas netas no permite demoras en la negociación con el FMI (PPI)

El presidente Alberto Fernández, en su gira presidencial desde Barbados, despejó algunas dudas con relación al próximo pago de un vencimiento al FMI en marzo. Al respecto comentó que es un tema que “están ordenándolo” con el organismo multilateral, que “no serían un problema” y que cuenta con el apoyo político de sus fuerzas internas.

Fuente: Portfolio Personal Inversiones
Fuente: Portfolio Personal Inversiones

“Sin proyectos de reformas estructurales, el dilema de la factibilidad del cumplimiento de las metas acordadas persiste en el mercado y esto se ve reflejado en los precios de los activos financieros. Para generar confianza en el mercado y mejores perspectivas económicas serán necesarios proyectos con reformas laborales e impositivas, ortodoxia monetaria, apertura económica y un Banco Central fuerte”, fundamentó Lucas Yatche.

En tanto, TSA Bursátil concluye que “si bien el acuerdo con el FMI tendría la capacidad de ahuyentar las presiones devaluatorias de corto plazo, los flujos extraordinarios observados en 2021 podrían no estar presentes en la misma magnitud en el 2022. De este modo, el financiamiento fresco ayudaría a recomponer los deteriorados buffers (amortiguadores) de liquidez, pero continúa siendo necesario monitorear los flujos del agro ante un tipo de cambio real potencialmente apreciado”.

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