El Gobierno afirma que en una semana estará en condiciones de terminar de cerrar el acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) si logra superar un importante obstáculo respecto del financiamiento de otros bancos multilaterales.
Calificadas fuentes oficiales indicaron a Infobae que faltan muy pocos días para terminar la negociación con el staff técnico que conduce el nuevo director del Departamento del Hemisferio Occidental Ilan Goldfjan.
“Una semana más”, destacó la fuente, sin dar mayores detalles, luego de la reunión de este viernes entre el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien al parecer no viajará a la cumbre de ministros del G20 en Indonesia para aprovechar el tiempo en Buenos Aires y participará en forma virtual de este foro.
Este jueves, el vocero del Fondo, Gerry Rice, también dijo que se busca cerrar la discusión técnica “lo más rápido posible”, en base la consigna de “pragmatismo” que se impuso el organismo para evitar un default de corto plazo y discutir reformas más profundas con el próximo gobierno argentino.
La ambiciosa idea es tener firmado a fin de mes el memorando de entendimiento y contar con la aprobación del Congreso Nacional y del directorio del Fondo en marzo, antes del vencimiento por casi USD 2200 millones que hay el mes próximo. Para cerrar las heridas que se abrieron con Estados Unidos luego del viaje presidencial a Rusia y China y, al mismo tiempo, para garantizar la aprobación parlamentaria local, el Jefe del Estado conversa en forma permanente con el titular de la cámara de Diputados, Sergio Massa.
La ambiciosa idea es tener firmado a fin de mes el memorando de entendimiento y contar con la aprobación del Congreso Nacional y del directorio del Fondo en marzo
Según la fuente oficial, el trazo grueso de las metas a dos años y medio ya está acordado en materia fiscal, monetaria y cambiaria, aunque todavía no se hayan difundido todos los detalles.
Sin embargo, falta pactar un eje central de este período 2022-2025: el programa financiero, local y de los organismos multilaterales de crédito.
Respecto de los bancos, básicamente el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el FMI y las otras entidades con sede en Washington quieren una “garantía” de que el Gobierno ejecutará en forma apropiada y a tiempo los recursos que le giran. Esta exigencia se basa en el hecho de que “en los últimos dos años el Gobierno recibió recursos y no los usó; es decir: varios ministerios del gabinete nacional subejecutaron créditos de la denominada fuente 22″, en referencia a los préstamos externos.
Curiosamente, como mencionó un observador, en esta cuestión podría haber una comunión de ideas entre el FMI y la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, cuando se refirió a que existen “funcionarios que no funcionan”.
El ministro Guzmán no tiene una tarea sencilla en este sentido para poder asegurarle a Washington que los ministerios más “morosos” se pondrán al día en el uso de fondos externos. “Está complicado”, admitió la fuente.
Guzmán prevé que este año ingresen unos USD 5.000 millones entre el Banco Mundial, el BID y la CAF para cerrar parte del programa financiero. Al respecto, el staff indicó en su comunicado de enero sobre la Argentina: “Hemos acordado (con el Gobierno) que el apoyo financiero adicional de los socios internacionales de Argentina ayudaría a reforzar la resistencia externa del país, y sus esfuerzos para asegurar un crecimiento más inclusivo y sostenible”.
El BID elaboró un documento que prevé dos escenarios de desembolsos: uno si hay acuerdo con el FMI y otro si ocurre lo contrario
En tanto, el BID elaboró un documento que prevé dos escenarios de desembolsos: uno si hay acuerdo con el FMI y otro si ocurre lo contrario; en el primer caso, el promedio de desembolsos anuales entre 2021 y 2023 es de USD 1.846 millones y en el segundo de USD 1.479 millones. Ya en 2021, la estimación marca que habrían llegado USD 1.438 millones en lugar de USD 1.938 millones que podrían haberse girado si el acuerdo estaba sellado. ¿Podría ocurrir que el Banco Mundial y el BID dejaran de asistir parcialmente al país si no hay avances con el FMI? La respuesta corta es sí.
El BID aprobó para el país un total de USD 11.796 millones, una suma muy significativa en un contexto de falta de dólares, que se deberían enfocar en la reducción de la pobreza, la recuperación económica y el desarrollo productivo digital, la estabilidad macroeconómica y la eficacia de las políticas públicas.
Por su parte, la Argentina tiene con el Banco Mundial una cartera activa de 23 proyectos de inversión por un total de USD 7.380 millones y dos donaciones por un monto de USD 10 millones. Los préstamos se enfocan al apoyo a programas de salud, medio ambiente, educación, infraestructura, mercado laboral y protección social.
Para este año, tiene previsto desembolsar al menos USD 1.200 millones, aunque el monto podría ser mayor si surgen proyectos de emergencia, como ocurrió en 2021 con el apoyo a la compra de vacunas para el Covid-19.
Pero una fuente de estos organismos pidió poner más el foco en los créditos utilizados que en los aprobados, debido a la demora mencionada en ejecutarlos.
La deuda local
La otra clave es el programa financiero doméstico, que el Gobierno debe terminar de acordar con los bancos y que también requerirá de importantes colocaciones de Letras del Tesoro a varios organismos del Estado, como PAMI, Anses y otros.
En este sentido, un informe de Equilibra, de Diego Bossio y Martín Rapetti, resaltó que “para cumplir con el objetivo de asistencia del Banco Central de 1 punto del PBI que contemplaría el nuevo programa con el FMI, el mercado de deuda local deberá cubrir un gap de $1,2 billones (1,8% del PBI vs. 1,6% en 2021)”.
“El mix de financiamiento entre BCRA y mercado de deuda pasaría desde 70%/30% en 2021 hasta 40%/60% este año”, resalta el informe.
El mix de financiamiento entre BCRA y mercado de deuda pasaría desde 70%/30% en 2021 hasta 40%/60% este año (Equilibra)
“El ratio de rollover debería alcanzar el 117% en todo el año para cumplir con el objetivo de financiamiento. Las tenencias privadas de títulos públicos en moneda local se incrementarían desde 7,3% del PBI en 2021 hasta 8,3% en 2022″, agregaron.
“La principal estrategia para incentivar al sector privado a financiar una mayor parte del déficit primario será la de inducir a los bancos a migrar desde Leliq del BCRA a bonos del Tesoro. Los bancos todavía tienen encajes en Leliq por unos $550.000 millones que podrían pasar a financiar al Tesoro”, detallaron.
Al respecto, destacaron que “en enero el Tesoro obtuvo en el mercado más del 10% del financiamiento neto que necesitaría en todo el año. Se vio favorecido por el excedente estacional de pesos y los vencimientos poco abultados en relación con el resto del año ($300.000 millones contra más de $900.000 millones en marzo y más de $1,1 billones en julio).
En particular, “en la primera colocación de deuda de febrero el Tesoro obtuvo financiamiento por $98.270 millones, ante una quincena con pocos vencimientos. Subió la tasa de las Letras de descuento desde una tasa efectiva anual de 50% hasta 52% según el plazo. Además, logró canjear casi la mitad de los $513.000 millones de la Ledes y la Lecer que vencían a fin de mes”, concluyó Equilibra, reflejando que, aunque al Gobierno no le gusta admitirlo, la deuda pública sigue creciendo y a tasas cada vez más altas.
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