La falta de iniciativas oficiales orientadas a frenar la escalada de precios volcó al mercado de capitales a cubrirse con instrumentos atados a la inflación en forma masiva. Tal es la firmeza en la creencia en que la inflación no va a moderarse este año que ya casi no existen alternativas de mercado para cubrirse: la enorme demanda hace que un bono ajustado por inflación esté tan caro que su rendimiento pasa a ser negativo. Pero, sin embargo, existen alternativas con mayor o menor riesgo como para intentar ganarle a los precios o, al menos, empatar con ellos.
Las expectativas parecen moverse únicamente hacia arriba. La última encuesta del Banco Central entre analistas arrojó un consenso respecto a que la inflación minorista cerrará 2022 en 55%, mientras que los 10 analistas que con mayor precisión estimaron el ritmo de avance de los precios en el pasado calculó un 57,9%, una suba de más de dos puntos respecto al relevamiento del mes previo.
Mientras tanto, a medida en que se reducen las apuestas por un salto discreto del dólar oficial, las perspectivas respecto del movimiento del billete se moderan, aunque se alinean con las previsiones de precios: los analistas recortaron más de $3 su expectativa para el dólar en diciembre y la llevaron a $160, un avance del 57% en el año.
A medida en que se reducen las apuestas por un salto discreto del dólar oficial, las perspectivas respecto del movimiento del billete se moderan
El movimiento de los precios parece ser entonces el factor más determinante a la hora de pensar inversiones y ahorro con, al menos se espera, el resto de las variables acomodándose alrededor de ese número que de confirmarse sería el récord desde la década de los noventa.
Si la inflación va a ser irremediablemente alta, incluso en 2023 para el que se espera un 45% de suba del índice de precios al consumidor del Indec, los ahorristas argentinos se ven obligados a tenerla en cuenta como principal variable. O incluso a buscar formas de aprovecharla.
La primera opción que se viene a la mente de los especialistas a la hora de invertir en un contexto inflacionario son los bonos ajustados por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que sigue a la inflación. Pero cubrirse o intentar obtener un rendimiento por encima de la inflación con ellos se ha vuelto difícil, precisamente porque es lo que buscan todos en el mercado.
“Los Bonos CER han subido muchísimo de precio y caído el rendimiento. El TX26, por ejemplo, subió 30% en 3 meses. Esto hizo que todos los bonos más cortos de la curva CER tengan rendimiento negativo ahora”, explicó a Infobae José Bano de IOL.
Así, por ejemplo, los títulos que tienen vencimiento de 2023 para adelante empiezan a ofrecer rendimientos por encima de cero. Y para resultados más jugosos, los plazos se alargan a varios años de espera para el resultado de la inversión. Los rendimientos se calculan al vencimiento de cada papel, dando por hecho que el inversor que compra un bono reinvierte en compras del mismo bono los pagos de intereses que se van haciendo a lo largo de la vida de ese instrumento. O sea, para ganar con CER hay que pensar en una inversión que quede inmóvil varios años. A 2026 o a 2028 para sacar más de 3 puntos por encima de la inflación.
Los títulos que tienen vencimiento de 2023 para adelante empiezan a ofrecer rendimientos por encima de cero
“Es una inversión que no es especulativa, porque estás parado en un bono que te paga la inflación. Es algo que sabés. Lo ideal es colocarse en bonos CER cortos, que vencen dentro de poco, pero ya todos tienen rendimiento negativo. Entonces, para intentar ganarle a la inflación tenés que pensar ahora en estrategias más especulativas, con riesgo implícito. Por ejemplo, el TO23 es un bono a tasa fija que vence en octubre del año que viene y rinde 56%, exactamente. Si la inflación es de 50%, le sacaste 6 puntos, si es del 60%, perdiste por cuatro. No te estás atando a la inflación, sino corriendo por otro carril con la esperanza de correr más rápido”, agregó Bano.
“Otra alternativa son los bonos dollar-linked. También va por otro andarivel, porque sigue a la devaluación del dólar oficial. Entonces, la pregunta es si va a haber más inflación que devaluación o a la inversa. De nuevo, es una inversión especulativa. En los últimos dos años la inflación le ganó siempre al dólar oficial. Si pensás que eso se va a mantener, no te conviene apostar así. Si creés que, por ejemplo, el acuerdo con el FMI puede cambiar esto quizás sea una opción. No es mi visión, pero parte del mercado invierte con este supuesto”, sumó el especialista.
“Y una tercera alternativa son los bonos Badlar, que son a tasa variable. Uno de los puntos que se negocia con el FMI es que haya una suba de tasas de interés, por encima de la inflación y el dólar si querés que la gente se quede con los pesos. PBA 25, de Provincia de Buenos Aires, está en 56% de rendimiento con este nivel de tasa Badlar. Si suben tasas, va a tener un resultado aún mayor. Entonces, un conservador puede ir a CER. Si querés intentar competirle a la inflación, tasa fija. Y para perfiles muy agresivos, los bonos Badlar”, concluyó Bano.
Otra alternativa más amigable para inversores aficionados o principiantes son los fondos comunes de inversión (FCI) que apuntan a activos con ajuste CER. Es una forma de ceder a un tercero la administración de la estrategia. Y, al igual que las apuestas por bonos puntuales, están en un verdadero boom.
Uno de los puntos que se negocia con el FMI es que haya una suba de tasas, por encima de la inflación y el dólar
Según un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) enfocado en el tema, los 34 fondos comunes puramente CER que existen en el mercado local se transformaron en el instrumento de moda dentro del segmento de fondos. Hoy, por cantidad de dinero administrado, representan el 8% de la industria. Y el 35% de los activos en manos de fondos comunes ajustan por CER (si se quita del total los fondos de money market, orientados a tasas fijas y de corto plazo). La cobertura contra la inflación es la estrategia que más crece entre los fondos comunes, al punto que llegó a superar las coberturas contra la suba del dólar oficial.
En un análisis focalizado sobre 16 fondos especializados, PPI señala que en 2021 “acumularon un rendimiento promedio del 51,6%, siendo los de mejor performance dentro de los segmentos de renta fija en pesos”.
Además, “tuvieron un buen arranque de año, con una suba del 4,2%, por encima del Coeficiente CER (3,3%) y del promedio mensual del 2021 de 3,5%. En lo que va de febrero acumulan un rendimiento promedio del alrededor del 1%, y de un 5,4% en lo que llevamos del 2022. Por lo pronto, mantienen tasas indicativas entorno a CER -3%, -4%”, también rendimientos negativos.
Otra estrategia
Para el asesor financiero Mauro Cognetta, las estrategias para tratar de ganarle a la inflación tienen que ir por un carril totalmente distinto al de los títulos que siguen a la inflación. “Se puede hacer una estrategia con Lecer combinada con futuros de dólar, para un perfil algo conservador. Sino, creo que hay que ir por otro lado. Opciones de riesgo. Por ejemplo acciones de Aluar, con muy buenos balances y resultados, muy buen precio internacional del aluminio y el hecho de que sus ingresos son de exportaciones. También Ternium”, dijo.
“Y sino un instrumento como el Cedear, que ahora permite invertir en fondos del exterior, una estrategia osada es ir al ETF ARKK de tecnología disruptiva teniendo en cuenta que ya perdió mucho precio a principios de año”, agregó.
Por último, ya no con la esperanza de ganarle a los precios pero quizás si con la expectativa de una posible ganancia por encima de los dólares paralelos aparece el más minorista de los activos: los plazos fijos UVA. Poco promocionado por los bancos -ya que pagar según el avance de la inflación sin que nadie tome préstamos atados al avance de los precios no es tan negocio- y nunca del todo adoptados por los ahorristas -el hecho de que el plazo mínimo sea de 90 días en lugar de 30 espanta a muchos-, son una excelente alternativa para hacerle fuerza a los precios.
O incluso, según el economista Amílcar Collante, posiblemente también hacerle fuerza a los dólares paralelos.
“El plazo fijo UVA, si uno entiende que el Gobierno va a un acuerdo con el Fondo, vas a tener un primer semestre bastante picante en términos de inflación, me parece un buen instrumento. No sólo para cubrirse sino asumiendo que en ese escenario de acuerdo los dólares alternativos van a perder algunos meses contra la inflación, con lo cual van a dar ganancia en dólares”, dijo Collante.
El plazo fijo UVA, si uno entiende que el Gobierno va a un acuerdo con el Fondo, vas a tener un primer semestre bastante picante en términos de inflación, me parece un buen instrumento (Collante)
“Si el acuerdo llega a ser creíble, con lo cual si los dólares alternativos no le ganan a la inflación es un buen instrumento. Y en términos de poder adquisitivo, sabés que como mínimo le vas a ganar a la inflación del mes anterior”, agregó el economista.
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