Los argentinos, que hace 20 años abandonaron la convertibilidad “uno a uno” entre el peso y el dólar estadounidense, viven pendientes de la cotización del billete verde y responden con inventiva a las múltiples restricciones cambiarias y, literalmente, duermen sobre un colchón de billetes atesorados como refugio ante las recurrentes crisis y la elevada inflación.
Es lo que los expertos denominan una economía “bimonetaria”: los ciudadanos efectúan sus gastos cotidianos en pesos argentinos, pero, lo que logren ahorrar, lo destinan a la compra de dólares y en esa moneda realizan, incluso, grandes transacciones, como la compra de una propiedad, y fijan los precios de muchos bienes y servicios de la economía.
“Argentina es un país bimonetario. Los actores económicos gastan en pesos y ahorran en dólares. Y esto es independiente del valor del dólar. El tema es la desconfianza en el peso y que como moneda no tiene el atributo de ser resguardo de valor”, dijo a EFE Leonardo Piazza, director de la consultora LP Consulting.
La de Argentina es una economía “bimonetaria”: se usan los pesos para el día a día, pero se ahorra y se compran propiedades con dólares
Cualquier ciudadano de a pie en Argentina está al tanto de las cotizaciones de la moneda estadounidense. Los medios de comunicación informan cada día los valores en lugar destacado. Piazza observó que, fuera de Estados Unidos, Argentina es uno de los países que más billetes físicos de dólar atesora, en gran medida fuera del sistema. “Los ahorros en dólares están en cuentas del exterior, atesorados en cajas de seguridad o guardados en los hogares bajo el colchón. Sea cual fuere el destino de los dólares, están fuera del circuito formal de la economía interna”, señaló.
¿Cuál es el dólar más conveniente para comprar hoy?
La volatilidad de las cotizaciones es el parámetro a seguir para tal decisión. En ese aspecto, el dólar al público en bancos es aún el más barato para un ahorrista, que paga ahora en promedio $184,25, con el recargo del 65% por la aplicación del impuesto PAIS (30%) y el adelanto del pago de Ganancias (35%).
A favor de esta apuesta está su precio, con el “plus” de la posibilidad de obtener la devolución de Ganancias al cabo de un año. En contra está el “cupo”, de solo USD 200 mensuales, además de las restricciones aún vigentes para quienes hayan recibido algún tipo de subsidio o crédito del Gobierno, en el marco de la asistencia social por la pandemia.
En lo que va de 2022, solo los dólares bursátiles subieron más que la inflación, en torno a un 5,5%
El anuncio de un acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado 27 de enero significó para la plaza cambiaria una señal positiva que descomprimió los precios de las cotizaciones libres, es decir aquellas que evolucionan sin intervención oficial en base a oferta y demanda.
En ese sentido, le sigue al dólar “ahorro” el llamado dólar MEP (Medio Electrónico de Pagos), una cotización bursátil que es operada sin restricción de monto, en una operación legal y registrada y que habilita a que las divisas queden depositadas en una cuenta en el sistema financiero local.
El dólar MEP es pactado este jueves a $209 a través del bono Bonar 2030 del canje (AL30D). Como este título es negociado en la Bolsa porteña en pesos y en dólares, simultáneamente, un ahorrista puede hacerse de divisas al comprar el título con pesos y revenderlo después contra dólares. Esta operación cuenta con un “parking” de un día hábil -mínimo de tiempo que se debe tener el título en cartera antes de venderlo-, por lo que la convierte en una opción atractiva.
El dólar MEP, o también denominado dólar Bolsa, consiste en la compra de un bono en pesos para su posterior venta en dólares
Por precio presente, el dólar libre o “blue”, a $214 es el que le sigue en conveniencia, que puede comprarse sin tope de monto como ocurre con el “cepo”. Su “contra” es que las operaciones son informales y al contado, por eso es utilizado por los actores de la economía “en negro” e, incluso de actividades ilegales, para dolarizarse.
El contado con liquidación, es similar al dólar MEP, pero a diferencia de éste, permite dejar depositados los dólares en una cuenta en el exterior. Dicha exteriorización tiene un sobrecosto -hoy, de 2,6%- y por ello es habitual que sea más caro que el MEP. El “contado con liqui” o Cable hoy se paga a $214,50 a través del bono más utilizado para esta operatoria, el Global 2030 (GD30C), cuando había tocado los $236 antes del anuncio sobre el entendimiento con el FMI.
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