Casi dos semanas después de haber anunciado el primer entendimiento técnico con el Fondo Monetario Internacional, el Gobierno comenzará este jueves a desandar el camino para poder cumplir con una de las tres metas incluidas en el acuerdo preliminar: la reducción de la asistencia monetaria desde el Banco Central hacia el Tesoro, que aparece como una de los objetivos más exigentes del esqueleto del programa financiero.
Para eso, el Ministerio de Economía volverá al mercado local para buscar financiamiento neto en pesos que le ayuden a cubrir el déficit de este año. Durante todo 2021 el Palacio de Hacienda balanceó entre los resultados que obtenía en las licitaciones de bonos y letras en moneda local y la asistencia desde el BCRA para completar las brechas de fondeo que pudieran surgir. En definitiva: los pesos que no llegaban en las colocaciones de deuda se pedían al Banco Central.
El Gobierno comenzará este jueves a desandar el camino para poder cumplir con una de las tres metas incluidas en el acuerdo preliminar: la reducción de la asistencia monetaria desde el Banco Central hacia el Tesoro
A diferencia del año pasado, en este caso el acuerdo con el FMI incluirá una meta exigible por el organismo para reducir considerablemente la cantidad de pesos que la autoridad monetaria gira al Tesoro. Según lo que se dio a conocer por el momento, el programa prevé una reducción gradual de la asistencia del Banco Central al Tesoro que marca una caída desde el 3,7% del PBI que representó en 2021 hasta apenas 1% este año. Para 2023 será de 0,6% y en 2024 debería aproximarse a cero. Por el momento no hubo detalles sobre si esa reducción incluirá adelantos transitorios y giros de utilidades en conjunto o solo uno de ellos, y si habrá metas trimestrales para cumplir.
La operación de deuda de este jueves incluirá una conversión de instrumentos para despejar vencimientos a fin de mes, que superan los $500.000 millones. Para descomprimir ese monto, la Secretaría de Finanzas ofrecerá Lelites, Ledes y Lecer. Algunos de los títulos podrán ser solo suscriptos por Fondos Comunes de Inversión (FCI).
Durante enero, el Tesoro nacional afrontaba vencimientos por $298.420 millones. Tras las licitaciones de deuda en esas primeras semanas del año terminó por acumular un financiamiento neto positivo, es decir descontando los vencimientos, de $110.400 millones. Esto implicó una tasa de refinanciamiento -roll over- del 137%, un porcentaje mayor al que tuvo a lo largo del año pasado.
Para analistas y consultoras, el cumplimiento de la meta de reducción de asistencia del Banco Central aparece como exigente al considerar el tamaño de ese ajuste. Para PxQ, la consultora del ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, “el sendero de reducción de la asistencia monetaria al fisco por parte del BCRA luce mucho más desafiante en el corto plazo: implica pasar de 3,6% del PBI en 2021 (neteando DEG y Letra Intransferible) a 1% en 2022 (-2,6 puntos porcentuales de reducción)”, mencionó en un informe este miércoles.
Según lo que se dio a conocer por el momento, el programa prevé una reducción gradual de la asistencia del Banco Central al Tesoro que marca una caída desde el 3,7% del PBI que representó en 2021 hasta apenas 1% este año
“En 2023 y 2024 el sendero monetario se vuelve más laxo que el fiscal: -0,4 puntos porcentuales en 2023 y -0,6 puntos en 2024, llegando a una asistencia monetaria nula ¿Cómo se lograría esto? Por un lado la reducción del déficit también reduce las necesidades de financiamiento en 0,5 puntos. Por otro lado, la aparición de nuevas fuentes de financiamiento ayudaría a descomprimir la presión sobre la asistencia del BCRA”, continuó PxQ.
En ese sentido, la consultora estimó cómo se cubriría el déficit estimado de acuerdo a las metas con el FMI teniendo en cuentas las restricciones de las metas exigibles. “En 2022 entre el déficit primario (-2,5%) y los intereses netos (-1,6%) se necesitaría conseguir financiamiento por 4,1% del PBI”, estimaron.
“El BCRA, por meta, podría financiar solo 1%, los Organismos Internacionales, según lo trascendido, sumarían 0,9 puntos de financiamiento al sector público nacional y el mercado de deuda en moneda local 2,2 por ciento. Si se netean los intereses en pesos, el mercado local debería proveer (neto) cerca de 1,1% del PBI, algo que suena factible comparado con el 1,6% de 2021″, explicó PxQ. A pesos de hoy, 1,1% del PBI implicaría cerca de $1,5 billones.
Por su lado, Ecolatina consideró que “si el cumplimiento de la meta fiscal (que igualmente vemos factible) luce difícil, más compleja aún resultará la tarea de cerrar el programa financiero: en 2021 la totalidad del déficit primario se financió con emisión monetaria, mientras que la meta para 2022 estipula que la misma sólo podrá cubrir menos de la mitad del rojo”.
La operación de deuda de este jueves incluirá una conversión de instrumentos para despejar vencimientos a fin de mes, que superan los $500.000 millones. Para descomprimir ese monto, la Secretaría de Finanzas ofrecerá Lelites, Ledes y Lecer
“El establecimiento de una meta rígida en materia de emisión (1% del PIB) tiene dos razones. En primer lugar, porque para este acuerdo con el FMI, donde al clásico foco de la dinámica de la deuda se le suma el objetivo de contener la inflación, el equilibrio de las cuentas públicas resulta necesario para reducir la dominancia fiscal. En este sentido, el entendimiento encuentra al gobierno y al organismo a ‘mitad de camino’: el déficit bajaría gradualmente, pero la emisión se reducirá a un ritmo consistente con un ajuste fiscal más pronunciado”, siguió la consultora en un informe reciente.
Pero también habría otro tipo de topes a esa cuenta. “En segundo lugar, por limitantes legales: el BCRA no tendría utilidades contables en 2022, que explicaron 2/3 de la asistencia total en 2020-21, y el límite de adelantos transitorios (que para modificarlo se requiere una Ley en el Congreso) podría alcanzar como máximo 1,3% del PBI”, concluyeron.
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