Tras los traumáticos meses de encierro durante el confinamiento de 2020, los turistas argentinos se volcaron de lleno a los destinos naturales, la Patagonia, el Litoral y el Noroeste se destacaron como las regiones más buscadas por los viajeros que esperan pasar unas vacaciones rodeados de la naturaleza y lejos del ruido y el ritmo de las grandes ciudades.
La reacción del turismo es lógica. Por un lado los estudios indican que el Covid-19 se transmite más entre las personas en ambientes cerrados y poco ventilados. Por otro lado, las restricciones que se sucedieron hicieron que la sensación de encierro en la ciudad se incremente hasta el hartazgo. Sin embargo, al ser más la cantidad de personas que eligen viajar a destinos naturales, entra en juego un nuevo factor: la huella ecológica de los turistas.
Según un estudio realizado por Despegar, cerca del 70% de los argentinos tienen pensado visitar un destino que les permita estar en contacto con la naturaleza para eliminar el estrés ocasionado por la pandemia. En este marco, la agencia de viajes compuso las claves para hacer un turismo responsable y cuidadoso con el planeta, ya sea en la naturaleza o no, y así no incidir negativamente en el destino al que viajemos:
1. Minimizar al máximo la cantidad de residuos que se producen: por supuesto que al viajar, como en el día a día, es imposible no generar desechos, por ello es importante separarlos, entre reciclables y no reciclables, y sobre todo, nunca dejar desechos fuera de los tachos de basura correspondientes.
2. Hidratarse y llevar un termo propio: cuando se emprende un viaje casi siempre se realiza al menos una excursión a pie, ya sean caminatas en parques, bosques o ciudades, por ello es aconsejable tener un recipiente reutilizable, como termos o botellas especiales, para no comprar botellas plásticas de un sólo uso.
3. Consumir productos locales: el concepto de sustentabilidad también se relaciona con el aporte que el turista hace a la cultura local, por ello, es importante consumir productos locales, ya sea la gastronomía como las artesanías y recuerdos.
4. Elegir tours locales: al igual que en el punto anterior, también es recomendable priorizar que los servicios turísticos como guías o tours sean brindados por los propios habitantes de la zona, para contribuir con la economía local.
5. Hospedarse de forma responsable: en caso de optar por viajar en carpa, es fundamental informarse sobre dónde se permite hacerlo y dónde no. Quienes opten por la hotelería, hay determinados aspectos que se pueden tener en cuenta sobre los establecimientos como el uso de los productos de higiene o la conciencia en fomentar el ahorro de energía y agua potable.
6. Investigar sobre los destinos turísticos y actividades: existen servicios turísticos que buscan promover el cuidado del medio ambiente y cuentan con programas de protección de los recursos naturales que impactan positivamente en la vida de las comunidades. Una forma de ayudar es informarse sobre este tipo de turismo.
7. Respetar la fauna y flora: en todo entorno natural es muy importante no incidir en el ecosistema, por ello es importante mantener todo en el estado en el que se encuentra, evitando afectar a la fauna y flora del lugar. Respetar a los animales y plantas silvestres contribuye a que el viaje se haga en armonía con el medio ambiente.
8. No extraer especies vegetales o animales: siempre se desalentó extraer plantas, insectos o cualquier clase de animal ya que estos actos, por pequeños que parezcan, pueden impactar negativamente en el ecosistema.
9. Optar por el uso de bicicletas: este medio de transporte, además de ser práctico y eficiente, es el más ecológico del mundo. Cada vez más ciudades de Argentina y el mundo tienen un servicio de alquiler para turistas y locales.
10. Adecuarse a las costumbres del lugar de destino: un aspecto central de todo viaje es el choque cultural, como turistas, es importante que se respeten las costumbres y tradiciones locales en cada destino, para no incidir negativamente en el entorno y convertirse en una molestia.
“Viajar es una experiencia increíble que podemos mejorar a través de acciones puntuales que colaboran con el cuidado del medio ambiente; pequeños actos como la preservación de la flora y fauna del destino que visitamos ayudan significativamente a desarrollar el turismo sustentable” destacó Josefina Schaer, Corporate Affairs Senior Manager de la agencia.
En Argentina, existe una agencia de viajes sustentables llamada Ammanik, que se encarga de organizar viajes para que el turista recorra el país “de una manera auténtica y consciente; interactuando con la gente local y con mínimo impacto ambiental”, según reza su sitio web.
Su servicio ofrece viajes con un mínimo impacto ambiental; promueven el contacto armónico de los viajeros con la naturaleza y con las comunidades anfitrionas; favorecen el desarrollo y mejoran la calidad de vida de las comunidades locales; promueven el comercio justo; ofrecen gastronomía orgánica; biodinámica, vegetariana o vegana; incluyen opciones de alojamiento que aplican acciones amigables con el ambiente y colaboran con las comunidades; además, por cada viaje vendido, donan un árbol nativo a la asociación Árboles Sin Fronteras que serán replantados en el futuro.
Entre sus paquetes turísticos sustentables ofrecen destinos como Traslasierra y San Javier en la provincia de Córdoba, el viaje incluye 3 noches de alojamiento en una posada y excursiones para recorrer y conocer a fondo la región. O una escapada de 4 días para conocer la Península Valdés donde se podrá descubrir la biodiversidad de la costa atlántica patagónica en un recorrido que comienza por Puerto Madryn, y sigue con excursiones que se adentran en la península, con la estrella, el avistaje de la ballena franca austral. Tienen más ofertas como viajes a las Cataratas del Iguazú y a la Bahía Bustamante Lodge, entre otras.
En el mundo también hay activistas que luchan por promover un turismo responsable. Tiempo atrás Infobae se comunicó con Jean-François Rial, director de la oficina de Turismo de París y empresario del sector, quien lleva adelante la agencia “Voyageurs du monde”, donde también ofrece viajes sustentables y con mínimo impacto medioambiental.
“Para proteger la naturaleza ayudaría que los gobiernos pongan impuestos a la emisión de carbono”, comentó en aquella ocasión sobre uno de los problemas que más lo preocupan, de hecho, el compromiso de su agencia para con sus clientes es el de absorber el 100% del carbono emitido por el viaje, principalmente producido por los medios de transporte, a través de la plantación de 3 millones de árboles al año, especialmente manglares, muy eficaces para almacenar carbono en el agua.
Según él, el turismo moderno, que se vio hasta antes de la pandemia, debía modificarse, y se debería volver a un modelo del turismo popular, “como existía en los años ‘70: barato, accesible, que no reúna a todos los viajeros en el mismo lugar y al mismo tiempo; en pequeños hoteles, sencillos, dejando de lado la pretensión de lujo; campings modernos, que propongan conectividad y sean atractivos no solo para jóvenes, sino que busquen aumentar su público”.
Rial aseguró además que el turismo se verá obligado a prestarle atención al medio ambiente y eso hará que ejercer un turismo responsable se vuelva una obligación. Por ello es muy importante que a la hora de emprender un viaje se le preste especial atención a las recomendaciones de los expertos para no convertirse en un turista que impacte de forma negativa al entorno social y natural.
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