Buenos Aires sorprende por sus construcciones del primer cuarto del siglo XX que una vez estrenadas fueron las residencias de familias aristocráticas que supieron interpretar la movida de estilos europeos oriundos de las principales escuelas arquitectónicas de entonces y que se mantienen erguidas en distintos barrios ahora dotadas del confort moderno y conviviendo con los nuevos proyectos que armonizan el paisaje de la gran ciudad.
Entre las opciones del Real Estate porteño emerge una propiedad ubicada en otro palacio que perteneció a la familia Estrugamou. Se trata de un inmueble que transporta a quien pase por su vereda como si por ese instante se camine por algún rincón de París.
Lo cierto es que en Salta 1039, cerca de la intersección con Carlos Calvo, está en venta un departamento ubicado en otra de las propiedades que pertenecieron a los Estrugamou (familia de terranientes vinculadas con el sector agrario y que se hicieron fuerte en varias zonas del interior). En este caso, el inmueble fue construido en 1923 por el arquitecto Alejandro Christophersen (el mismo que hizo el Palacio Anchorena, donde funciona el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, y el mítico Café Tortoni, entre otras edificaciones célebres).
La propiedad que se comercializa tiene 420 metros cuadrados y 9 ambientes, en donde se distribuyen 5 dormitorios, 3 baños y una cochera. Para su venta se piden USD 470.000 y en el edificio se pagan aproximadamente $ 20.000 de expensas.
Con historia
La vivienda ubicada en Constitución cerca también con el barrio de Monserrat, y a dos cuadras de la Avenida 9 de Julio, fue edificada con materiales traídos de Francia e Italia, por orden de Pedro Estrugamou para que la habiten cinco de sus hijos.
Es en Art Déco y al ingresar (la edificación es “pariente” del otro Palacio Estrugamou ubicado en Juncal entre Esmeralda y Arroyo en el barrio de Retiro que perteneció a Alejandro hermano de Pedro) se observa el estilo francés presente en puertas y distribución del piso con puertas altas y hall de distribución.
En Buenos Aires hay otras propiedades que fueron encargadas en su tiempo de apogeo por la familia de origen vasco francés que se desenvolvió sobre todo en el mercado lechero y que también dejó su impronta en varias ciudades del sur de Santa Fe (Venado Tuerto) o el Oeste bonaerense (Junín, por ejemplo).
También fueron dueños de una bella casona en Basavilbaso 1233 (la más cara actualmente en venta en CABA por USD 10 millones cuya familia propietaria de hoy tiene varios herederos) y de otra que se levantó en la calle Cerrito, pero que corrió otra suerte y fue expropiada para construir la avenida 9 de Julio.
En cuanto a la vivienda ubicada en Constitución, si bien luego de la epidemia de fiebre amarilla, a principios del siglo XX, varias familias acaudaladas como los Estrugamou decidieron no migrar hasta otras áreas de la ciudad (como Recoleta o Belgrano, entre otras) y apostaron por mantenerse en la parte sur porteña.
Detalles de la unidad
La propiedad que se vende en el palacio mantiene características estructurales de antaño y se encuentra en muy buen estado. Fue renovado en varias áreas por un coleccionista de Arte Español impactado a primera vista por la magnífica residencia, y actualmente sus hijas decidieron ofrecerlo en el mercad. Por los avatares del mercado inmobiliario local aceptaron por sugerencia de la comercializadora una rebaja del 15% porque entienden que los valores se sinceraron y dentro del segmento del usado es una opción para quien prefiere vivir en una joya de la arquitectura.
Berta Garzón, de ABGA Propiedades, quien la vende, dijo a Infobae que la propiedad posee amplios salones de doble altura, “chimeneas en mármol, los pisos en madera de roble de Eslavonia. Se han reciclado a nuevo las molduras laminadas en oro, como todos los herrajes, paredes revestidas en seda, otras en cuero con telas Importadas seleccionadas cuidadosamente texturas y colores que corresponden a un estilo ecléctico del Beaux Arts. Sorprende recorrer el departamento por su estilo y belleza”.
“La propiedad posee amplios salones de doble altura, chimeneas en mármol, los pisos en madera de roble de Eslavonia. Se han reciclado a nuevo las molduras laminadas en oro” (Garzón)
También allí se encuentran vitraux artísticos, sala de música (antiguamente era común como también recibir a invitados para reuniones sociales de magnitud), una biblioteca en madera de raíz de nogal, y de los 5 dormitorios el principal es en suite con gran vestidor.
“Los baños se reformaron pero manteniendo su estilo original; la cocina es muy amplia con alacenas todo en raíz de nogal, dispone de un comedor diario, corredores con vista a parque, playroom, lavadero y dependencia en altillo. Todos los ambientes, tienen buena luminosidad, algo muy demandado actualmente, desde que llegó la pandemia. Y algo clave, el edificio cuenta con seguridad”, añadió Garzón.
El piso que se encuentra a la venta tiene aire acondicionado y calefacción, el edificio de cinco pisos dispone de ascensores. Cuenta con parque y espacio para juegos de niños.
Garzón resaltó que los otros pisos están habitados por “intelectuales que encuentran en sus espacios la tranquilidad para crear con el placer de sentirse contenidos por la solidez de sus ambientes, el encanto de respirar un aire parisino los ayuda en la inspiración; sólo para exquisitos que sepan disfrutar del arte, la calidad y la calidez de sus superficies que forman parte de una época de esplendor que aún se respira. Hoy son pocas las construcciones que superan la calidad y estilo en su diseño”, concluyó Garzón.
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