Después de pagar al Fondo Monetario Internacional el viernes, el saldo de las reservas de libre disponibilidad es negativo. En otras palabras, se acudieron a dólares que el Central no podía gastar a cuenta de reponerlos cuando se cierre el acuerdo con el Fondo en marzo.
Y este es el detalle preocupa a los mercados porque las visitas del presidente Alberto Fernández a Rusia y China y sus declaraciones públicas pueden desandar lo que se avanzó en las negociaciones con el organismo internacional, cuando todavía no se empezó a redactar la Carta de Intención, donde hay más buena voluntad que gestos concretos de flexibilidad.
El mercado comienza a operar hoy con estos temores y dudas que adelantó en la rueda del viernes a través del precio de los bonos de la deuda y la suba de los dólares financieros.
El mercado abrió con una ola de ventas de los títulos AL30D (-3,38%) y GD30C (-2,30%), que se utilizan para operar los dólares financieros. Estas caídas hicieron que el dólar MEP suba a $ 213 (+$2,12) y el contado con liquidación $ 2 a $ 222 y quedaran compradores para hoy.
Los bonos con ley extranjera, que se registran en el EMBI+, el índice de J.P.Morgan que mide el riesgo para invertir en los distintos países, tuvieron caídas promedio de 1,5% e hicieron que el riesgo aumente18 unidades (+1%) a 1.773 puntos básicos. Después de la suba esperanzadora de los bonos del 31 de enero que hizo bajar el riesgo a 1.724 puntos básicos, subió 49 unidades, casi 3% en 5 ruedas. Hubo bonos que bajaron hasta 8% en ese lapso.
Esperanza efímera
El primero pago del vencimiento del FMI tuvo una esperanza efímera que se fue disipando y el viernes mostró una de sus caras más desalentadoras.
La misma situación de los bonos la viven las acciones. Un día comienzan a subir y parece que la tendencia se va a prolongar. Entonces, aparecen nuevos compradores y al poco tiempo la esperanza se evapora porque toman rápidamente ganancias porque el Gobierno con alguna medida o declaración se encarga de regar pesimismo.
El viernes el S&P Merval perdió 0,17% y en tres ruedas acumuló pérdidas por 4% con cada vez menores negocios porque los inversores se fueron alejando.
La volatilidad de los mercados del exterior no ayuda, pero la Argentina tiene su propia tormenta y cuando pareció que tomaba un rumbo cierto para cerrar la negociación del FMI y se imponía la voluntad presidencial, todo cambió.
Desnorteados
Las negociaciones con China y Rusia parecen contemplar la mirada del kirchnerismo más duro. Pero si hay algo que la experiencia demostró y los políticos no aprendieron es que China no va a hacer ningún desembolso o inversión si la Argentina no arregla con el FMI y que Rusia es indiferente al apoyo argentino.
En síntesis, empieza una semana con un acuerdo con el FMI que se puede lograr, pero va a ser más duro y lejano y eso se va a reflejar desfavorablemente en las cotizaciones de los bonos, acciones y el dólar.
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