El Gobierno admite que la inflación terminó en torno del 4% en enero: cómo planea bajarla en el resto del año

Las estimaciones preliminares oficiales coinciden con los cálculos privados; la incidencia del acuerdo con el FMI para determinar el cálculo anual y las dudas del staff en Washington sobre esta cuestión

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Fuentes oficiales contaron a Infobae
Fuentes oficiales contaron a Infobae que hubo un fuerte impacto del precio de las verduras -por el calor intenso- y que resta ver los números finales para saber cuál fue el impacto de la suba del dólar sobre el índice de precios al consumidor

El Gobierno afirma que la inflación terminó cerca del 4% en enero y apuesta a que confluya a un resultado menor en diciembre que el 50,9% registrado en 2021.

Sobre el resultado del primer mes del año, fuentes oficiales contaron a Infobae que hubo un fuerte impacto del precio de las verduras -por el calor intenso- y que resta ver los números finales para saber cuál fue el impacto de la suba del dólar sobre el índice de precios al consumidor (IPC) que se publicará a mediados de este mes. El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, el único funcionario del equipo económico que suele hablar del tema -reflejando el enfoque microeconómico que parece haber adoptado el Gobierno en esta materia- hizo una confesión en este sentido.

Más allá de las verduras, afirman que, como suele ocurrir en verano, el turismo también contribuyó a la suba del índice que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Para febrero también se espera un dato alto, en sintonía con la mayoría de las consultoras privadas.

Para febrero también se espera un dato alto, en sintonía con la mayoría de las consultoras privadas

De todos modos, las autoridades económicas confían en que la inflación baje en los próximos meses y termine el año por debajo del resultado del año pasado, porque creen que buena parte del ajuste en los precios relativos ya ocurrió en 2021, aunque se proyectan aumentos en las tarifas de los servicios públicos. Sin embargo, el porcentaje final de aumento de las tarifas forma parte de la discusión pendiente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para sellar un nuevo programa de refinanciación de la deuda argentina.

También creen que la aceleración de la devaluación del peso, a través del tipo de cambio oficial, para acercarla a la tasa de inflación mensual, no cambiará demasiado los resultados actuales.

Por otra parte, creen que el compromiso con el FMI de reducir levemente el déficit fiscal y bastante más la emisión monetaria ayudará en la pelea contra la inflación.

De todos modos, muchos creen que el Gobierno necesita mantener una inflación relativamente alta para financiarse, por lo que se cree que podría rondar el 40%, muy por debajo de las proyecciones privadas, que estiman que terminará el año entre el 50 y el 60 por ciento; en promedio los consultores indicaron que rondará el 55%, frente al 33% estimado públicamente por el Gobierno.

En este sentido, el staff del organismo admitió en conversaciones privadas con consultores internacionales y locales que prevé una muy lenta desaceleración de los precios este año, entre otros motivos, porque sigue sin aparecer el “plan integral” que le reclama la comunidad internacional al Gobierno.

E Gobierno necesita mantener una inflación relativamente alta para financiarse, por lo que se cree que podría rondar el 40 por ciento, lejos de las proyecciones privadas

En algunos despachos oficiales creen que este cálculo es exagerado, pese a que en 2021 estimaron que el IPC llegaría al 29% y terminó en el 50 por ciento.

La consultora C&T estimó que en enero los precios subieron el 4,5%; ECO GO y Analytica calcularon 3,8%; FIEL 4%; el estudio Ferreres 3,5% y Seido 3,4 por ciento; para el año estiman un rango que va del 52 al 60 por ciento, con muchas dudas en el medio por la falta de una definición tajante en torno del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La evolución de precios en
La evolución de precios en enero Fuente: ECO GO

Al respecto, un informe de la consultora Abeceb resalta que “si bien la Argentina está acostumbrada a convivir con inflación alta y desconfianza en la moneda local hace décadas (salvo durante la Convertibilidad), en los últimos años se ha consolidado un régimen de inflación alta y persistente en un escalón más elevado (promedio anual de 46% en los últimos 4 años versus 25,7% en los 10 años previos)”. Por lo tanto, “la pregunta es qué chances existen de que en 2022 se pueda poner a la economía en una trayectoria de inflación declinante, al menos ligeramente. Y la realidad es que la respuesta es que las chances son muy reducidas, prácticamente nulas”.

En los últimos años se ha consolidado un régimen de inflación alta y persistente en un escalón más elevado, con un promedio anual de 46% en los últimos 4 años versus 25,7% en los 10 años previos (Abeceb)

En principio, ya se observa “un primer trimestre caliente en materia de precios con una inflación mensual que promete instalarse cómodamente arriba de 3% y que acumularía alrededor del 11% en los primeros tres meses del año”.

Esto se debe a que “no ha habido ningún cambio en el sesgo de las políticas macroeconómicas que vienen impulsando la inflación y que hacen que la inflación núcleo o core vaya a una velocidad crucero por encima de 3% hace más de un año”.

Índice de Precios al Consumidor
Índice de Precios al Consumidor (IPC). Cobertura nacionaL

“Más allá del principio de acuerdo con el FMI, que luce insuficiente, no ha habido por el momento anuncios potentes que ayuden al sector privado a moderar significativamente sus expectativas inflacionarias, por lo que la elevada inflación pasada se propaga inercialmente hacia adelante”, observó el reporte de Elisabet Bacigalupo, responsable de macro de Abeceb.

Los aumentos anunciados

Además, “sigue el reacomodamiento de precios relativos con aumento en las cuotas de prepagas, subas del 9% para servicios de internet y telefonía para pyme, ajustes de tarifas de agua en algunas provincias, subas en los peajes, incrementos en combustibles y actualización de los precios cuidados, entre otros factores, a lo que en marzo se sumará el incremento estacional de las cuotas de los colegios privados presionando sobre el rubro educación”.

También “empezará a hacerse sentir el impacto de la aceleración del deslizamiento del tipo de cambio oficial que el BCRA viene implementando desde las pasadas elecciones legislativas (pasó de devaluar al 1,1% entre mayo y noviembre de 2021 a 1,8% en diciembre y más de 2% en enero y que promete intensificarse hacia adelante”.

Empezará a hacerse sentir el impacto de la aceleración del deslizamiento del tipo de cambio oficial que el BCRA viene implementando desde las pasadas elecciones legislativas (Abeceb)

“Dado que el acuerdo con el FMI no va a contener un gran plan de estabilización como el que requeriría la Argentina para inducir una desaceleración significativa, la inflación seguirá moviéndose a niveles similares a los actuales y probablemente vuelva a cerrar el año en torno a 50% (bajo el supuesto que no se produce un salto devaluatorio abrupto)”.

Para la consultora del ex ministro de Industria Dante Sica,la inflación seguirá en niveles elevados por la necesidad de devaluar por encima de la suba de precios para recomponer reservas y recuperar algo de la competitividad perdida; también, por la continuidad del reacomodamiento de precios que quedaron atrasados en un contexto de menor output gap, tanto por ajustes de precios regulados como por actividades no reguladas que no pudieron todavía trasladar a precios sus aumentos de costos”.

Además, influirá “la persistencia de elevada inercia vía contratos (salarios, alquileres, etc.) que propagará a futuro la elevada inflación pasada del 50% y el mantenimiento de un sesgo expansivo para la política fiscal (el déficit primario en términos reales de 2022 no será muy distinto al de 2021) que además requerirá de seguir emitiendo en forma directa o indirecta montos significativos de moneda para fondearlo”.

“Se podría pensar que, con esta larga lista de factores, la inflación más que mantenerse debería acelerarse en 2022. Y esto sería así de no operar algunos de los amortiguadores que esperamos ayudan este año a evitar una aceleración inflacionaria por encima del 50% actual”.

Entre ellos, Abeceb destacó “la baja esperada de la brecha cambiaria post acuerdo con el FMI que ayudará a estabilizar las expectativas devaluatorias y por ende inflacionarias; una menor presión de la inflación de alimentos que el año pasado, (dado que no se espera un nuevo rally alcista para precios internacionales de las materias primas); una tasa de interés más alta en términos reales que inducirían una ligera reducción del efecto multiplicar del crédito bancario, y una suba de tarifas de servicios públicos (gas y luz) que se encamina a ser menor lo que se pensaba”.

No se espera un nuevo
No se espera un nuevo rally alcista para precios internacionales de las materias primas (Reuters)

Por su parte, el director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, dijo a Infobae que la proyección de inflación “es de 3,8% para enero y de 55% anual en diciembre, entre otras cosas, porque después de cuatro años de aumentos anuales promedio de 47% la inercia es alta y este año los precios núcleo también van a estar presionados por la mayor tasa de depreciación del peso”.

A su vez, “el ajuste de tarifas, más allá de cuál sea el porcentaje final, va a impactar en los precios regulados. El salto del 9% en el precio de la nafta va en esa línea”, destacó.

El contrapeso más grande es el plan integral que planteó el Gobierno después del principio de entendimiento con el FMI (Caprarulo)

“Para este año el contrapeso más grande es el plan integral que planteó el Gobierno después del principio de entendimiento con el FMI. Si logra una rápida aprobación en el Congreso y avanza en la implementación de las medidas que anunció, como por ejemplo tasas de interés reales positivas, puede contener de mejor manera el aumento de precio”, concluyó el economista, con la lógica incertidumbre que existe en torno de esta negociación crucial para el Gobierno.

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