Uno de los motivos más importantes para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es el de la necesidad de divisas para alimentar las arcas del Banco Central. En ese aspecto, el 2022 comenzó complicado para la entidad, que profundiza la tendencia vendedora, en un período que le fue favorable el año pasado.
Este martes, el Central finalizó su intervención en el mercado de contado (sport) de la sesión mayorista con ventas por unos USD 50 millones, según estimaciones privadas. En 2022, el saldo negativo por su participación cambiaria ronda los 180 millones de dólares.
Hay que recordar que en el primer bimestre del año pasado, la entidad monetaria consiguió un saldo a favor por casi USD 800 millones con sus compras de contado.
Este martes los negocios contabilizaron escasos USD 161,3 millones, mientras que “el BCRA terminó la primera rueda de febrero con ventas por casi USD 50 millones”, consignó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio. Es decir que el BCRA aportó uno de cada tres dólares adquiridos por la demanda autorizada.
En ese sentido, la presión sobre las reservas se acentuó en las últimas jornadas debido a los abultados vencimientos de deuda, que recaen casi en totalidad sobre las “espaldas” de la entidad.
Un fuerte impacto para los activos líquidos se produjo el jueves 27 de enero (-355 millones) y el viernes 28 (-USD 896 millones), en este último caso, cuando el Gobierno abonó un vencimiento con el FMI de USD 731 millones y otros USD 90 millones con otros organismos multilaterales.
Este martes es otro día clave, pues el Gobierno completará el pago de intereses al Fondo por unos USD 366 millones, correspondientes al calendario de devolución del préstamo stand by de 2018.
El camino para las reservas se hace ‘cuesta arriba’ hasta un eventual arribo de fondos del FMI en marzo, supeditado al acuerdo con el Gobierno
El “combo” de ventas de contado para equilibrar la demanda en el mercado de cambios más pagos de deuda a cuenta del Tesoro impactan de lleno en las reservas. Tras desplomarse unos USD 2.000 millones en diciembre, los activos internacionales terminaron con saldo negativo de unos USD 1.900 millones en enero y, ya se acercan a los USD 37.000 millones por primera vez desde diciembre de 2016.
En este aspecto cobra relevancia el nivel de reservas netas del Banco Central, es decir aquellos activos que no cuentan con una contrapartida en el pasivo o, dicho de otra manera, los dólares que cuenta el BCRA que no procedan de préstamos, depósitos privados u originados en una deuda.
Un informe de la consultora GERES (Grupo de Estudios de la Realidad Económica), según el último balance del Central (actualizado al 23 de enero) las reservas netas del BCRA se ubicaron en USD 2.793 millones, principalmente por las tenencias de oro (USD 3.636 millones) y un remanente de USD 169 millones correspondieron a Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI.
Descontado el oro y los DEG activos, las reservas líquidas fueron negativas en 1.012 millones de dólares.
“Los operadores siguen concentrados en la evolución de las reservas netas, más que en el crawling-peg que sigue en medio de idas y vueltas, ya que tras el principio de acuerdo con el FMI ahora llegan tensiones políticas internas.”, aportó el economista Gustavo Ber.
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