El buen ritmo que mantuvo la actividad agregada en noviembre (Indec) y diciembre (estimación de la consultora O. J. Ferreres), aún en comparación con muy bajos niveles históricos del año previo, junto al aporte de muy buenos precios internacionales para el remanente de saldos exportables de la cosecha anterior, y la recuperación parcial de los puestos asalariados registrados, y en particular de las remuneraciones en diversos gremios, según las estimaciones del Indec, explicaron la continuidad de 17 meses consecutivos de crecimiento del total de los recursos tributarios por sobre la tasa de inflación.
Según los datos anticipados por el Ministerio de Economía en enero los ingresos totales de la AFIP ascendieron a $1,17 billones, 51,6% más que un año antes, y superó a la tasa de aumento del IPC del Indec en casi un punto porcentual. Si bien marcó una notable desaceleración respecto de los meses previos, al punto que registró el menor crecimiento en términos reales en 16 meses, en Economía destacaron que “fue el mejor enero desde 2018″. Pero algunos analistas atribuyen el fenómeno a una suerte de incipiente rebelión fiscal.
El agotamiento de la capacidad de aumentar la presión tributaria con más impuestos llevó a pensar como estrategia de refuerzo de los ingresos en 2020 la intensificación de los controles aduaneros, impositivos y previsionales, como se desprende del rezago que se observa desde julio-agosto 2021 entre el ritmo de aumento del PBI global y el del conjunto de los recursos tributarios.
El ingreso por retenciones cayó 14,2% en valores nominales, acusó el efecto del anticipo de liquidación de divisas en diciembre para apuntalar las debilitadas reservas en el Banco Central
Ese fenómeno se percibió con nitidez en la notable desaceleración de los ingresos percibidos por la Aduana, donde lo cobrado por retenciones sobre las exportaciones cayó 14,2% en valores nominales, acusando el efecto del anticipo de liquidaciones de divisas observado en diciembre para apuntalar las debilitadas reservas en el Banco Central, El aporte de los cargos sobre las importaciones se incrementaron 67,3 por ciento.
Por el contrario, se observó mejor desempeño en lo percibido tanto por la DGI 55,3%, como principalmente la Anses 64,6%, pese a que “continúa afectada por las exenciones prorrogadas por el Estado Nacional hasta junio de 2022, para aliviar la carga tributaria al sector de la Salud, los sectores críticos del programa REPRO 2 y las provincias del Norte Grande”, destacaron fuentes de Economía.
En el primer caso, aumentaron por sobre la tasa de inflación el Impuesto PAIS, por la compra de dólar ahorro, 102,4%; Internos Coparticipados 65,6%; a los Créditos y Débitos Bancarios 64%; y en menor medida Ganancias 59,5% (un 56,4% sobre la producción nacional y 98,2% sobre los importados).
En cambio, lo ingresado por IVA sobre los bienes de fabricación doméstica subió casi 7 puntos porcentuales menos que la tasa de inflación de los últimos 12 meses.
Agrega el análisis oficial que “según el informe de la AFIP, en el mes ingresó dentro de recursos no tributarios, en concepto de Aporte Solidario y Extraordinario -Impuesto a la Riqueza- $938,7 millones”. Acumuló desde el primer cobro en abril 2021 $249.141 millones, muy por debajo de la estimación de $400.000 millones que esperaban los legisladores.
El cobro del Impuesto a la Riqueza sumó en enero $938,7 millones y acumuló desde abril 2021 $249.141 millones
Reparto entre las provincias
El sostenido crecimiento de los recursos tributarios favoreció enormemente a las finanzas provinciales, en particular a la mayoría que depende de las transferencias automáticas por la coparticipación de los tributos que se generan en sus jurisdicciones pero que recauda la Nación.
“En enero de 2022, el gobierno Nacional envió al consolidado de provincias más CABA $364.753 millones en concepto de coparticipación y otras leyes especiales y complementarias, frente a $235.298millones enviados durante igual período del año anterior. Es decir que se observó una variación nominal del 55%. Descontando el proceso inflacionario del período, esto se traduciría en un crecimiento real del 3,2%”, informó el Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal).
Destaca el análisis de los economistas Nadin Argañaraz y Ariel Barraud que si bien el incremento real es de la mitad del verificado en el último mes del 2021, “se trata de un crecimiento generalizado ya que todas las jurisdicciones presentaron tasas de variación real positivas. Dichas tasas estuvieron en torno al 5% real para Buenos Aires que encabezó el ranking, y al 1,6% real para Tierra del Fuego que ocupó el último lugar”.
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