La primera parte de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional fueron las más febriles y terminaron con el entendimiento técnico entre los funcionarios argentinos y el staff del organismo sobre el corazón del próximo programa financiero. Desde esta semana comenzará una segunda etapa de conversaciones, en la que tomará forma definitiva el memorándum entre las partes que el Congreso argentino y el directorio del organismo en Washington deberán respaldar para que puedan comenzar los desembolsos al Tesoro.
Por la tarde, la novedad de la renuncia de Máximo Kirchner al bloque de Diputados del oficialismo en desacuerdo con el resultado de las negiaciones con el FOndo Monetario sorprendió a todo el arco político. Cuando aún no se conoce el alcance final de la onda expansiva de ese portazo del hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner a la silla principal del Frente de Todos en la cámara baja, desde el Ministerio de Economía prefirieron mantenerse sin comentarios consultados por Infobae sobre si eso tendría algún impacto en las conversaciones con el organismo.
El ministro de Economía Martín Guzmán acompañará al presidente Alberto Fernández en la primera parte de su gira, que lo llevará en primera instancia a Rusia, con reuniones previstas con el presidente Vladimir Putin y otros funcionarios del Kremlin. Según se estima, esa primera parada será la única en la que el jefe del Palacio de Hacienda participe del viaje oficial, ya que el gobierno chino tiene protocolos mucho más estrictos para el tamaño de la delegación oficial de los países invitados a participar de la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno.
El ministro de Economía Martín Guzmán acompañará al presidente Alberto Fernández en la primera parte de su gira, que lo llevará en primera instancia a Rusia, con reuniones previstas con el presidente Vladimir Putin y otros funcionarios del Kremlin
Salvo que haya una decisión de último momento, que por el momento en los despachos oficiales descartan, Guzmán regresará a Buenos Aires desde Moscú y retomará la supervisión de las negociaciones con el Fondo Monetario. También hará su parte Sergio Chodos, representante argentino y del Cono Sur ante el directorio del FMI, en movimiento constante entre la capital norteamericana y la argentina.
Ya superado ese precipicio del viernes pasado con el país al borde del default, tal la metáfora utilizada en estas horas por el presidente del Banco Central Miguel Pesce, el camino hacia adelante tiene todavía cuestiones importantes para negociar en ambos lados de la mesa. Entre ellos, detalles sobre el núcleo del entendimiento, es decir el sendero fiscal, el apretón en el financiamiento del BCRA al Tesoro y el ritmo y tamaño de los desembolsos de Washington al Gobierno. Los tiempos que maneja el equipo económico implican tener el programa cerrado por completo antes de que termine marzo.
El acuerdo técnico contiene un sendero de reducción del déficit fiscal. Para 2022 prevé un déficit de 2,5% (desde el 3% con el que arrancó el año); para 2023 del 1,9%, para 2024 del 0,9% y llegar al déficit cero en 2025. Martín Guzmán, aseguró que habrá un piso de financiamiento a ciencia y tecnología, y negó que vaya a haber cambios en la política de subsidios a las tarifas de energía.
Este punto fue uno de los mencionados especialmente por el FMI como una coincidencia entre las partes e incluso la directora gerente adjunta Gita Gopinath insistió este domingo en ese punto como central en el programa consensuado. No hay precisiones sobre si la letra chica del acuerdo incluirá pautas de la composición de ese gasto, es decir si habrá “metas” precisas del peso de los subsidios en las erogaciones totales del Estado y si cada trimestre tendrá su propia meta particular.
Respecto a la mejora en la “administración tributaria”, otro elemento incluido en el entendimiento, el ministro tampoco dio detalles de qué tipo de iniciativas podría incluir, como aumentos de impuestos. Sí dijo que buscará reducir la evasión “especialmente en el segmento de mayor contribución y disponer medidas para atacar el lavado de dinero”.
El camino hacia adelante tiene todavía cuestiones importantes para negociar en ambos lados de la mesa. Entre ellos, detalles sobre el núcleo del entendimiento, es decir el sendero fiscal, el apretón en el financiamiento del BCRA al Tesoro y el ritmo y tamaño de los desembolsos
Por otra parte, no hubo detalles sobre si la reducción del financiamiento del BCRA al Tesoro (que será recortada desde 3,7% del PBI a 1%) incluirá adelantos transitorios y giros de utilidades en conjunto o solo uno de ellos. Lo que sí se sabe es que esto no implicará que deje de haber asistencia del BCRA a Economía, sino que dejará de ser “sistemática”, indicó Guzmán.
Otro punto sin detalle hasta el momento es si habrá algún plan en concreto para reducir la brecha cambiaria, desde hace tiempo superior al 100 por ciento. Los funcionarios por el momento se limitaron a hablar de los fondos externos que ingresaron en tiempos de dólar “barato” y tasas de Lebac atractivas durante el Gobierno de Mauricio Macri y que ahora presionan por salir, lo que genera tensiones en esa brecha.
La cuestión de la duración y la llegada de dinero fresco a las arcas del Banco Central fue uno de los componentes decisivos del formato del programa. Por definición, el Extended Fund Facility (EFF) -el tipo de programa que se suscribirá- tendrá una primera etapa de dos años y medio, tramo durante el cual el FMI enviará trimestralmente desembolsos a la Argentina para que, con esos dólares, cancele los abultados vencimientos previstos en el acuerdo de 2018.
El envío de ese dinero estará supeditado a que el Gobierno “supere” la evaluación trimestral del Fondo en tres aspectos: monetario, fiscal y de reservas internacionales. Una cuestión que está sobre la mesa es la posibilidad de que el primer desembolso, que debería tener lugar en marzo ya con todos los “papeles” en orden y los correspondientes respaldos políticos en el Congreso y el directorio, pueda ser más oneroso que los USD 2.800 millones que se vencen, sino que incluyan una suma superior que además cuente con el dinero que la Argentina ya le repagó al FMI por el préstamo de 2018. De esa forma, el primer “empujón” a las reservas podría implicar un monto cercano al tercio total del programa.
El respiro tras el anuncio del primer acuerdo alcanzado con el organismo que encabeza Kristalina Georgieva sirvió, como mucho, para un descanso “relativo”, ya que los principales funcionarios que estuvieron al frente de las negociaciones “tuvieron que mantenerse activos aunque bajaron un cambio” durante el fin de semana para preparar los próximos pasos, explicaron fuentes oficiales cercanas a la negociación.
Una cuestión que está sobre la mesa es la posibilidad de que el primer desembolso pueda ser más oneroso que los USD 2.800 millones que se vencen en marzo. El primer “empujón” a las reservas podría implicar un monto cercano al tercio total del programa
El sábado, horas después de haber anunciado el entendimiento técnico con el Fondo Monetario, Chodos, festejó su cumpleaños y el ministro Guzmán le dedicó un posteo en su cuenta de Instagram: “Qué suerte que la Argentina tenga a un jugador como vos. ¡Feliz cumpleaños, Sergio Chodos!”.
El jefe del Palacio de Hacienda es un habitual “saludador” en redes sociales: el año pasado a Chodos le había dedicado un mensaje con una foto en la que se lo veía a Guzmán cocinando ñoquis para una cena. Alberto Fernández -con una recordada imagen de ambos jugando al padel- y su mentor Joseph Stiglitz también merecieron posteos de cumpleaños del ministro.
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