El ministro de Economía, Martín Guzmán, negó este viernes en conferencia de prensa que el trato con el Fondo Monetario Internacional (FMI) suponga una modificación en las políticas que impulsa el Gobierno en materia energética. Sin embargo, tiempo después, se conoció el comunicado del organismo internacional, que generó cierto ruido sobre el asunto.
Lo cierto es que en el documento emitido por el equipo del Fondo -encabezado por Julie Kozack, directora adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina- se afirmó que el Gobierno acordó una reducción “progresiva” de los subsidios a la energía.
Al ser consultado este mediodía sobre la posibilidad de que la Casa Rosada revea sus políticas en materia de tarifas de luz y gas, en el marco del acuerdo anunciado esta mañana con el organismo multilateral, Guzmán negó esa posibilidad de manera categórica.
“Se sigue con lo anunciado” semanas atrás, respondió el ministro de forma tajante durante la rueda de prensa que compartió con el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, y que se llevó adelante en el microcine del Palacio de Hacienda.
Sin embargo, hasta ese momento los funcionarios del FMI no habían difundido el comunicado oficial en el cual se pronunciaron sobre ese tema. En el mismo había un párrafo referido expresamente a la cuestión.
“Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de forma progresiva será esencial para mejorar la composición del gasto público”, puntualizó el documento del Fondo difundido apenas una hora después de que el titular de la cartera económica brindara su discurso.
A su vez señalaron que el personal del FMI y las autoridades argentinas continuarán trabajando en las próximas semanas para alcanzar un acuerdo a nivel del personal. Y puntualizaron: “Como siempre es el caso, el acuerdo final sobre un acuerdo de programa estaría sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI”.
“El personal del FMI y las autoridades argentinas han acordado la senda de consolidación fiscal que constituirá un ancla política clave del programa”, esbozaron desde el organismo internacional, y luego destacaron que “La senda fiscal acordada mejoraría de forma gradual y sostenible las finanzas públicas y reduciría la financiación monetaria”.
Según el texto difundido por el Fondo, es importante destacar que también permitiría aumentar el gasto en infraestructura y ciencia y tecnología, y protegería programas sociales específicos. “Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de forma progresiva será esencial para mejorar la composición del gasto público (comunicado del FMI)”
Anuncio de Martín Guzmán
Entre los puntos salientes de su discurso, el titular de la cartera económica marcó el compromiso de bajar el déficit fiscal, la reducción de la emisión monetaria y la asistencia del Banco Central al Tesoro Nacional, así como también el fortalecimiento de la administración tributaria.
“Esta madrugada alcanzamos un entendimiento sobre el marco macroeconómico y las políticas claves para un nuevo programa con el FMI. Ese marco general tiene dos bloques: el esquema de políticas macro y las llamadas medidas que promuevan el crecimiento”, indicó el ministro de Economía.
El entendimiento implica un nuevo programa de dos años y medio de duración, durante el cual el FMI efectuará revisiones trimestrales de las metas acordadas y desembolsos de dinero que la Argentina utilizará para cancelar el acuerdo “stand-by” contraído por la gestión de Cambiemos y que supone para la Argentina una deuda de alrededor de u$s 44.500 millones.
“Alcanzamos un entendimiento sobre el marco macroeconómico y las políticas claves para un nuevo programa con el FMI (Martín Guzmán)”
Posteriormente, detalló, se abrirá un período de 10 años para cancelar esa refinanciación; que comenzaría en 2026.
“Es el mejor acuerdo que se podía alcanzar”, ponderó el ministro de Economía, para luego precisar que habrá revisiones de forma trimestral y tras ello habrá desembolsos. Y por otro lado, resaltó que el Gobierno tiene como objetivo robustecer las alicaídas arcas del Banco Central durante 2022 con al menos u$s 5.000 millones.
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