El “entendimiento” y las dudas: lo que escribió el FMI, lo que evitó decir y la montaña rusa que viene

Cómo seguirá la negociación con el organismo internacional de crédito y los puntos con signo de interrogación

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La directora gerente del FMI
La directora gerente del FMI Kristalina Georgieva y ministro de Economía Martín Guzmán (REUTERS/Remo Casilli)

“El personal del FMI y las autoridades argentinas continuarán su trabajo en las próximas semanas para llegar a un Staff-Level Agreement. Como siempre, el acuerdo final estará sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI”.

Con este último párrafo el Fondo Monetario Internacional cerró este mediodía el comunicado firmado por Julie Kozack, Directora Adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina, en el que confirmaron el “entendimiento” con Argentina para renegociar la deuda de USD 44.000 millones contraída durante la gestión de Mauricio Macri. Fue el préstamo más grande en la historia del organismo multilateral de crédito, pero duró apenas unos meses y le costó a Cambiemos buena parte de la derrota electoral de 2019.

Palabras más, palabras menos, el FMI dijo que se seguirá negociando y que el acuerdo final dependerá del board, que se reunió hoy de apuro.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, también suele hablar de “entendimiento” y estos días se mencionó mucho en despachos oficiales el concepto de “acuerdo preliminar”. En Hacienda prefieren no decir “arreglamos”, “ya está”, ni mucho menos, “listo”. No corresponde, sería apresurado; nadie se quiere quemar. La política tiene otros tiempos y tonos y el presidente Alberto Fernández, en su discurso de hoy, mencionó apenas 14 palabras antes de decir “acuerdo”.

Martín Guzmán y Sergio Chodos
Martín Guzmán y Sergio Chodos con Julie Kozack y Luis Cubeddu, del FMI

Está claro que si el mandatario se paró ante un teleprompter y habló, si el FMI emitió un comunicado milimétrico, y si los integrantes del board, representantes de los países que componen el organismo (donde talla con fuerza EEUU) se conectaron al zoom fuera de agenda, el “entendimiento” está ahí, o cerrado o a la vuelta de la esquina. Pero aún falta y el propio Guzmán lo dejó claro en la conferencia de prensa de hoy. ¿Podría haber trabas en el board? Sí, no parece el escenario más probable hoy, pero sí.

Lo que sí está claro es que ya hay dudas por lo que vendrá, por la letra chica. Por el acuerdo en sí. Por ejemplo, por las reformas estructurales, algo central de cualquier acuerdo de facilidades extendidas, un esquema que “fue creado para ayudar a los países que experimentan graves problemas de balanza de pagos debido a deficiencias estructurales o a un lento crecimiento y una situación de la balanza de pagos muy debilitada. Los SAF respaldan programas integrales que contemplan las políticas necesarias para corregir desequilibrios estructurales durante un período prolongado”. Quizás sea otro Fondo, más bueno, mejor, y ya no pida ese tipo de reformas. Quizás se olvidaron de actualizar su website.

Fernández dijo esta mañana que el acuerdo “no restringe, no limita ni condiciona, los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020. No nos obliga a una reforma laboral. Promueve nuestra inversión en obra pública. No nos impone llegar a un déficit cero. No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología”.

“El presidente fue muy lírico hoy y el FMI va a apoyar a los sectores más débiles, en una forma que no nos jugábamos en nuestra época, pero ese será un tema sensible por su impacto en el PBI. De alguna manera tiene que reducirse” (Loser)

¿Habrá o no habrá reformas estructurales? ¿Cuáles y de qué tono? ¿Calificarán como “ajuste”? Fernández dijo también que el acuerdo “no nos impone llegar a un déficit cero”. Es una primera persona correcta, en principio. El déficit cero llegará, según adelantó anoche Infobae, en 2025, cuando el presidente ya habrá terminado su actual mandato.

Otro punto donde se plantearon dudas de entrada son los subsidios, uno de los más sensibles para el kirchnerismo. “Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público”, dijo el Fondo.

Alberto Fernández, en el discurso
Alberto Fernández, en el discurso de esta mañana

“No”, respondió Guzmán cuando le preguntaron hoy si se modificará el esquema de aumento de tarifas –y por lo tanto baja de subsidios– anunciado a fines de 2021. No dijo nada más que “no”, el ministro. No parece haber contradicción entre ambas declaraciones, ¿pero alcanzará la suba que plantea el gobierno y que Cristina Kirchner controla a rajatabla para bajar los subsidios? No parece: los expertos del sector creen que la suba en carpeta (20%) tendría que multiplicarse por tres por lo menos para impactar en los benditos subsidios.

“El statement indica que hay apoyo del board. Y eso es porque hay apoyo de EEUU y de los países del Club de París. También de los chinos y Japón no se quedará atrás. Dicho esto, el comunicado es muy interesante, de entrada dicen que hay mucho por hacer aún”, aseguró desde La Florida Claudio Loser, ex director del FMI para el hemisferio occidental. “La parte fiscal está. Hay que trabajar en el tema reservas y ver la inflación. Hay que escribir aún la Carta de Intención, que tiene que aprobar Georgieva y otros departamentos importantes antes del board. Y también está el tema de los subsidios, algo muy importante. El presidente fue muy lírico hoy y el FMI va a apoyar a los sectores más débiles, en una forma que no nos jugábamos en nuestra época, pero ese será un tema sensible por su impacto en el PBI. De alguna manera tiene que reducirse”, destacó el economista argentino en charla con Infobae.

“No quiero hablar de trabas, pero a esto le falta. No está terminado. Falta mucho de letra chica” (Torres)

“El comunicado es muy cuidadoso: aclara bien que aún falta el Staff-Level Agreement. Y ahí aparece el híbrido del ‘entendimiento’. Yo creo que esto se hizo como señal para los pagos de más de USD 1.100 millones de estos días. Hubiera tenido un impacto fuerte en los mercados pagar sin una señal del FMI. Hay entendimiento sobre metas fiscales, pero aún no se sabe mucho cómo llegaremos a eso. Será inevitable cobrar la energía por lo que vale: subsidiar energía es subsidiar emisiones y eso es un problema que el Fondo no va a aceptar”, le dijo a este medio Héctor Torres, ex representante argentino ante el FMI.

“No quiero hablar de trabas, pero a esto le falta. No está terminado. Falta mucho de letra chica. Al board no le gusta que se hable de acuerdo técnico porque los condiciona, pero yo creo que Georgieva ya tiene el tema cerrado con los principales accionistas del Fondo”, cerró Torres.

El Fondo y las palabras que usa –y las que evita usar– no es un capítulo nuevo para la Argentina. El organismo recurre al tono y estilo diplomático siempre; un universo donde cada coma cuenta. Fueron un clásico de los últimos meses los “nuestros equipos técnicos siguen trabajando”, para decir que no había muchos avances, o los “buena reunión con…”, cuando no había mucho más para decir.

Ahora hay “entendimiento”, pero habrá que ver cómo sigue la negociación. Serán semanas de letra chica y más apuro: en marzo hay un vencimiento importante e imposible de pagar. Más montaña rusa para un 2022 que arrancó a todo ritmo. No es un tema menor, para nada: es el futuro de un pueblo cuya mitad está sumida en la pobreza y que busca sobrevivir con precios que saltan un 50% en un año.

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