La Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) ya se ubica en $100,07 tras haber debutado en el mercado en 2016 con una valuación que apenas superaba los $14. Esta suba, que refleja la inflación de los últimos seis años, afecta a quienes tomaron préstamos ajustados en base a la evolución de los precios.
La UVA nació con un valor de $14,05 en marzo de 2016, con el fin de facilitar el crédito de largo plazo para la compra de bienes, principalmente inmuebles y créditos prendarios. Este indicador alcanzó ya los $100,07 según el último resumen diario de Variables Financieras del Banco Central, lo que implica un crecimiento de poco más del 600% en casi seis años de vida.
Desde su lanzamiento, su aplicación para actualizar los préstamos hipotecarios generó un debate entre los economistas que lo percibían como una oportunidad y recomendaban esta herramienta para aquellos que buscaban concretar el sueño de la casa propia y los que advertían sobre el riesgo de endeudarse con un instrumento atado a la inflación.
Quienes defienden el modelo sostienen que, pese al desacople de los salarios, con la evolución del UVA en términos nominales frente al dólar los deudores han ganado por el aumento en la cotización de la moneda estadounidense, que se utiliza en las transacciones inmobiliarias. Incluso a pesar de la baja en el valor de los inmuebles quien pudo seguir pagando el crédito ganó por la diferencia cambiaria.
Cuando se lanzó a fines de marzo de 2016 la UVA tenía un valor de $14,05 mientras que el dólar cerraba el mes en los bancos a un promedio de $14,88, es decir casi 6% por encima del UVA.
La UVA ya alcanzó los $100,07 y el dólar oficial se ubica en $109,5, según la cotización del Banco Nación, pero a $181,70 en su versión “solidaria” (con el pago del impuesto PAIS y el adelanto de Ganancias). En tanto, el dólar libre o informal alcanzó los $222,50. Es decir, una diferencia de entre 9,5% y 121% por encima del UVA, según se tome el valor más bajo o el más alto del dólar.
Si bien el UVA tuvo un crecimiento de poco más del 600% en casi seis años de vida -si se considera el tipo de cambio de $14,88 de cuando se lanzó el coeficiente- el aumento de la divisa tomando el “solidario” en ese mismo lapso de tiempo fue de 1.124%, mientras que al dólar libre, el incremento fue de 1.395 por ciento.
Cuando se lanzó a fines de marzo de 2016 la UVA tenía un valor de $14,05 mientras que el dólar cerraba el mes en los bancos a un promedio de $14,88, es decir casi 6% por encima del UVA
Cabe destacar que el valor original de la UVA se estipuló en base a la milésima parte del costo promedio de construcción de un metro cuadrado de vivienda. En tanto, su valor se actualiza diariamente en función a la variación del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que a su vez se basa en el índice de precios al consumidor (IPC), es decir la inflación.
En ese marco, el ex vicepresidente del Banco Central Lucas Llach defendió el lanzamiento de los créditos hipotecarios UVA y sostuvo que quienes tomaron este tipo de préstamos “hicieron un buen negocio” y “tuvieron una ganancia patrimonial”, pese a que la unidad de medida se ubica por primera vez en su historia por encima de los 100 pesos.
Los créditos UVA fueron una bandera para la gestión de Mauricio Macri como Presidente. Desde el comienzo dividió aguas entre quienes lo promovieron, porque facilitaba el acceso al crédito para la vivienda a vastos sectores de la población después de mucho tiempo, y quienes lo criticaban al advertir el riesgo de que la actualización de la cuota estuviera atada a la inflación.
Más allá de esta suba, Llach, ex vicepresidente del Banco Central en los años de Macri, defendió su utilización en una entrevista con NA.
Por supuesto como a la economía argentina no le fue bien estos años, el poder de compra de las personas en general bajó medido contra cualquier producto y se hizo más difícil pagar la cuota UVA, pero como se hizo más difícil pagar cualquier otra cosa. Los que se endeudaron en UVA hicieron un buen negocio (Llach)
“Fue el momento en el que más créditos hipotecarios se dieron en el siglo. El 99% de la gente pudo pagar sus cuotas y fue justamente porque la UVA es el ítem más estable de la canasta de un consumidor. Todos los demás bienes suben como la inflación, igual que el UVA, pero con saltos dependiendo de la estacionalidad del producto. Por supuesto como a la economía argentina no le fue bien estos años, el poder de compra de las personas en general bajó medido contra cualquier producto y se hizo más difícil pagar la cuota UVA, pero como se hizo más difícil pagar cualquier otra cosa. Los que se endeudaron en UVA hicieron un buen negocio”, planteó Llach.
Asimismo, destacó: “Cuando el UVA nació valía parecido a un dólar, que era un dólar único. Ahora un dólar real vale 220 y la UVA vale 100. Esto quiere decir que el que tomó un crédito en UVA para comprarse una casa fue pagando cuotas y lo que hoy vale la casa, más allá de que las propiedades hayan bajado, sigue superando a la cuota UVA que medida en dólares bajó mucho más que el bien. Entonces las personas que compraron con UVA tuvieron una ganancia patrimonial. Son más ricos de lo que serían si no hubiesen tomado este crédito para comprarse la casa”.
El reclamo de los deudores
En ese marco, Perla Figueroa y Paola Gutiérrez, integrantes de Hipotecados UVA, expresaron su preocupación por el valor de los créditos y por la falta de respuestas gubernamentales.
El nuevo valor de la UVA produce “mucha desesperación y angustia porque claramente esto no tiene tope”, dijo Figueroa y agregó que el constante incremento “está llevando a una escalada que asfixia la economía de los hogares”.
Gutiérrez, por su parte, aseguró que “es un día triste porque muchas familias empiezan a malvender lo que fue su derecho al acceso a una vivienda digna” y advirtió que “la UVA no tiene techo, hoy puede estar a $100 y si se descontrola todo en un año puede estar a $200″.
Lo que pedimos es que los bancos ganen un poco menos, que nos cambien la forma de indexación y que se revea el sobre-endeudamiento (Gutiérrez)
Gutiérrez especificó el reclamo concreto de las miles de familias perjudicadas: “Lo que pedimos es que los bancos ganen un poco menos, que nos cambien la forma de indexación y que se revea el sobre-endeudamiento”.
“No estamos pidiendo un subsidio o que el Estado ponga plata porque entendemos la situación crítica de Argentina”, agregó.
En palabras de Figueroa lo que solicitan “es una reestructuración de las deudas y que sea reemplazado por otro sistema que sea más justo” porque “el descalce de nuestros salarios frente a la inflación es descomunal”.
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