Sigue el éxodo de empresas: la marca de borceguíes más famosa del mundo no puede importar y se va de la Argentina

Se trata de la inglesa Dr Martens, que tenía presencia local desde 2015 y ahora cierra sus locales y su canal de ventas online

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El posteo en Instagram con
El posteo en Instagram con el anuncio del cierre definitivo del local del Palermo

Otra empresa deja el país. En este caso, se trata de la icónica marca de zapatos Dr. Martens, una firma de origen inglés que nació hace más de un siglo, fue una insignia del calzado obrero en ese país y luego se convirtió en un objeto de moda y un sello fashion.

La marca llegó al país en 2015, de la mano de Rodolfo y Joaquín Gotlib, padre e hijo. Rudy” Gotlib es un conocido empresario textil argentino que fue socio de Juan Navarro en los ‘90 y ‘00, con marcas como Lacoste, Penguin, Emporio Armani, Lacoste y Cacharel. Esa sociedad no terminó bien, en medio de acusaciones cruzadas. Luego, Gotlib siguió su camino y una de sus últimas inversiones locales fue trae al país a la marca de los borcegos del punk y el rock inglés.

Allegados a la familia le confirmaron a Infobae el cierre y que las trabas a la importación es el principal motivo de la decisión.

La fachada del local de
La fachada del local de Palermo

Los Gotlib están a cargo de la marca en Argentina y Chile, país que está a cargo de Joaquín, y ese negocio sigue en pie por el momento, según pudo saber este medio. Dr Martens tuvo cuatro locales exclusivos en el país, en los shoppings Unicenter, Alto Palermo y Alcorta, y uno en Palermo, en la calle El Salvador. También vendía productos online. Todos cerraron o están en proceso de hacerlo.

El 1 de diciembre cerró el canal virtual: “Por razones de fuerza mayor desde hoy nuestra tienda online cierra sus puertas en Argentina”, aseguraron en su cuenta de Instagram y les recomendaba a sus clientes ir a los locales en los shopping. El 7 de enero también anunció el “cierre final” del locale del Palermo.

La marca no tenía producción local. Intentaron fabricar algo acá pero dependían de la aprobación de la marca en Inglaterra y con el tema Covid los técnicos que viajar a certificar no pudieron hacerlo. Además, fuentes del sector confirmaron que en el último tiempo la marca tenían muchas limitaciones para importar productos.

Historia de un borcego

“A partir de 1901, la familia Griggs era conocida por fabricar botas en la pequeña ciudad de Wollaston, Northamptonshire, en las Midlands inglesas. Estaban en el corazón de la industria del calzado inglés y durante seis décadas el calzado de Griggs se ganó una sólida reputación como botas de trabajo resistentes y duraderas”, resume el sitio de la marca en el país, aún online.

Primero cerró la venta online
Primero cerró la venta online

En la Segunda Guerra, Klaus Martens inventó, mientras se recuperaba de un pie roto, una suela “con amortiguación de aire (en lugar de la suela tradicional de cuero duro) para ayudarlo a recuperarse”. Se asoció con el ingeniero mecánico Herbert Funk y comenzaron a producirlo.

En los ‘60, los Griggs se enteraron “colchón de aire” de Martens y le compraron la licencia. “Las botas se calificaron como “Airwair” y se completaron con un lazo negro y amarillo en el talón con el nombre de la marca y el eslogan “With Bouncing Soles” (Con suelas que rebotan).

Los icónicos borcegos Dr Martens
Los icónicos borcegos Dr Martens

Primero fue un calzado de trabajo, pero muy pronto saltó al mundo de la moda y le rock. Seguidores del ska, primero, y luego Pete Townshend, de The Who, quien fue su abanderado original. “La década del glam, el punk, el Two Tone y los principios del gótico hicieron que la cultura juvenil inglesa se convirtiera en innumerables tribus distintas. Cada nueva tribu sucesiva que adoptó la bota subvirtió el estilo de los usuarios anteriores; sin embargo, grandes secciones de la clandestinidad anarquista siempre defendieron al Dr. Martens”, detalla la web.

En los ‘80, la marca llegó a EEUU, siempre de la mano de los músicos. En los 2000, “poco después del cuadragésimo cumpleaños de la marca, las ventas disminuyeron tan drásticamente que todas las fábricas del Reino Unido, excepto una, tuvieron que cerrarse para evitar la bancarrota. Luego, en 2003, la revitalización de la famosa marca comenzó con diseñadores de alta costura de todo el mundo reinterpretando y personalizando la bota clásica 1460″. En 2007, el resurgimiento continuó cuando la fábrica original de Cobbs Lane en Northampton reinició la fabricación original hecho a mano.

“Sin música, el Dr. Martens habría seguido siendo una bota de trabajo. La música de las tribus que visten Dr. Martens se ha vuelto inseparable de la marca en sí”, asegura en su página web.

Ahora, junto a otras empresas como Walmart, Fallabela, LATAM y más de 20 multinacionales, dejará de operar a nivel local.

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