Generación Zoe sigue en el ojo de la tormenta. La organización que ofrece capacitación en coaching ontológico, alternativas de inversión con rendimientos supuestamente asegurados en dólares que superan varias veces los estándares de mercado está siendo investigada por los reguladores de mercado de Argentina y Paraguay en medio de una fuerte polémica en redes sociales en la que se la acusa de conducir un esquema piramidal. Además, la semana pasada fue denunciada por la ONG Bitcoin Argentina por supuesta estafa y manipulación del mercado.
Una de las afirmaciones más repetidas de Leonardo Cositorto, quien se presenta como CEO de Generación Zoe, es que la emisión de su criptomoneda Zoe Cash va a estar respaldada con oro. Más allá de las múltiples unidades de negocio que la organización acusada por la Comisión Nacional de Valores de la Argentina y de su par de Paraguay de ofrecer valores negociables sin estar registrada para ese fin, el “bitcoin de Zoe” es una de las alternativas que más promociona.
En septiembre último, Cositorto anunció que desde el 1° de enero empezarían a respaldar la moneda con oro. “En las 7 ciudades más importantes que tenemos en Latinoamérica y en España (...) vamos a cambiar la Zoe Cash 1 gramo, una moneda”, dijo frente a un auditorio lleno.
Para justificar ese cambio “uno a uno” de cripto por oro, el líder de Zoe Cash aseguró contar con dos minas de oro a punto de producir. En sus posteos en redes sociales se mostró camino a Jujuy, donde estaría ubicada una, y también en San Juan, donde estaría ubicada la otra.
Pero las elusivas minas de oro de Zoe Cash no aparecen. Ante las negativas de funcionarios de San Juan y Jujuy respecto de la existencia de explotaciones mineras auríferas a nombre de Zoe, Cositorto trató de dar más explicaciones.
En declaraciones a Radio Con Vos esta semana la historia de las minas de San Juan sufrió una modificación. Consultado específicamente sobre precisiones respecto a la explotación minera en esa provincia, el portavoz de Generación Zoe dio más detalles.
“Es la mina León. Pero no tiene por qué estar una mina a nombre de generación Zoe. La explotamos con la gente que son los dueños de Sol Petróleo en la Argentina”, dijo Cositorto.
Sol Petróleo no es cualquier empresa. Primero, es una compañía petrolera, no minera. Segundo, más que una razón social se trata de una marca de una red de estaciones de servicio propiedad de Petrolera del Conosur, el grupo que representó la aventura de la petrolera estatal venezolana en la Argentina. Pdvesa es dueña del 95% del paquete accionario.
El último balance de Petrolera del Conosur en la Comisión Nacional de Valores da datos a marzo de 2019. Es una empresa en problemas que nunca pareció ser un buen negocio: hoy está desactivada y en medio de múltiples juicios. Tampoco tiene presencia detectable alguna en el ámbito minero de San Juan.
Infobae contactó a la Cámara Minera de San Juan, desde donde aseguraron no tener registro de ninguna actividad de Generación Zoe, Sol Petróleo o Petrolera del Conosur en la provincia.
El Ministerio de Minería de San Juan, mientras tanto, tampoco tiene registro alguno de la presencia de esas empresas en la provincia. Fuentes de la cartera dijeron a este medio que ninguna figura en el registro de productores mineros. Para una búsqueda más exhaustiva, en el ministerio realizaron un rastrillaje de escribanía para detectar proyectos muy recientes, como cateos o agrimensuras. La búsqueda tampoco arrojó resultados.
Ni Zoe ni sus supuestos socios parecen existir en la actividad minera de la provincia, a pesar de que se trata de una actividad intensamente regulada en ese distrito debido a las normas ambientales que rigen sobre el sector y la importancia que tiene en los ingresos fiscales de la provincia.
Más aún: existen sólo dos proyectos auríferos en producción hoy en San Juan. Uno es Veladero y el otro el proyecto Gualcamayo. Ambas producen oro y plata. Una tercera, Casposo, frenó la producción y volvió a la etapa de exploración para ver si hay más mineral económicamente viable para extraer. La provincia no tiene registro de ninguna otra explotación vigente y los proyectos que están en etapas iniciales, mientras tanto requieren años para ser activados en caso de ser evaluados como viables.
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