El mercado sigue votando con el valor de los bonos de la deuda en dólares, aunque haya habido escasas operaciones por el feriado de Estados Unidos. Para los inversores, el acuerdo con el FMI no solo es lejano, sino que algunos creen que no se producirá y, si se logra, será el año que viene dejando los pagos para el próximo Gobierno.
El gran problema con el organismo multilateral no es el plazo para bajar el déficit fiscal sino la manera de hacerlo, que incluye una enorme baja del gasto donde se llevan puestos toda clase de subsidios y levantamientos de cepos atando al Banco Central de manos para intervenir en el mercado cambiario. El ajuste que piden es profundo y afecta la mayoría de los subsidiados con planes, al empleo público y al subsidio a las tarifas de los servicios públicos.
Firmar ese acuerdo los condena a una segura derrota electoral. Recuerdan a Mauricio Macri cuando elevó las tasas de interés al 72% y vació las billeteras para que caiga el consumo y arrastre a la inflación a la baja. Fue un ajuste que no modificó la realidad, porque tras las derrota en las PASO se derrumbaron bonos y se disparó el dólar que estaba en baja -junto a la inflación- con el ajuste. Por eso el Gobierno quiere postergar ese momento todo lo que pueda. Por supuesto, no se habla de fondos frescos porque no hay ningún desembolso previsto tras la firma.
Los bonos con su caída de ayer llegaron, en algunos casos, a valer tanto como su tasa de retorno. El AL30 tiene una paridad de 28,50% y una tasa de retorno de 28%.
“Los precios actuales son de default. No hay una empresa que gane más de 20% en dólares por año. En otras palabras, un bono da una tasa enorme, el problema es el riesgo de cobrarlos”, aseguró un operador. No en vano, la Argentina va camino al riesgo país más alto después del default. El feriado interrumpió la escalada y quedó en 1.885 puntos básicos a 29 unidades del récord de noviembre pasado cuando alcanzó 1.914 puntos.
En este punto es donde aparece la palabra default que provocó el derrumbe de bonos con ley local en el día en que no operaron los mercados de Estados Unidos por la conmemoración del nacimiento de Martin Luther King.
Por eso, a pesar de los pocos negocios que se concretaron, los dólares financieros tuvieron un alza muy firme. El MEP aumentó $ 1,65 a $ 204,11 y el contado con liquidación, llamado dólar fuga y es el que más va a crecer ante la caída de los bonos, subió $ 2,63 a $ 212,01. El “blue”, casi sin operaciones, marcó un precio simbólico de $ 209 (-50 centavos).
La Bolsa tuvo negocios irrelevantes por $ 255 millones y el S&P Merval, bajó 0,55%. Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- movieron apenas $360 millones, 80% de una rueda habitual, porque operaron a ciegas por la falta de cotizaciones en el exterior.
La novedad es que BYMA lanzó nuevas opciones para los que quieren apostar a opciones que cotizan en el exterior. Las líneas que lanzó permiten cubrirse con índices de bolsas del exterior. Desde hoy se podrá apostar a la evolución del Dow Jones, del S&P500 y del Nasdaq en Nueva York porque cotizará un ADR de distintos ETF (Exchange Trader Fund) un indicador que replica a otros indicadores. Pero también se podrá comprar ETF de acciones brasileñas y de países emergentes o de materias primas si se opta por los de energía que incluyen la evolución de los precios del gas y del petróleo en el mercado internacional.
Estas opciones son en pesos y cotizan al precio del dólar contado con liquidación y se pueden operar a través de los agentes de Bolsa.
La verdadera semana para los inversores empieza hoy. Ayer fue un round de estudio donde mostró que la opción preferida siguen siendo los bonos que indexan por el costo de vida. Los Boncer subieron hasta 0,37% y el dólar que volvió por sus fueros tras el descanso de las últimas semanas.
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