La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) llevó adelante más de 12.800 fiscalizaciones electrónicas durante los primeros once meses de 2021 a través de un sistema de inteligencia artificial.
El organismo que conduce Mercedes Marcó del Pont realiza “verificaciones y controles no presenciales que se basan en información de distintas bases de datos para detectar inconsistencias en el cumplimiento tributario”.
A través de este método automático, se lograron “ingresos por más de $3400 millones en impuestos adeudados”, indicaron desde el organismo.
Estos datos se refieren, entre otras cuestiones, “a la subdeclaración del valor de inmuebles en el exterior o liquidaciones de granos no declaradas”.
Hay varios motivos por los cuales se iniciaron fiscalizaciones electrónicas; los principales fueron:
1. Falta de presentación del Impuesto Cedular
2. Liquidaciones de granos no declaradas.
3. Subvaluación de inmuebles en el exterior en las declaraciones juradas de Bienes Personales.
4. Utilización de facturas apócrifas (cómputo indebido de crédito fiscal).
5. Rendimientos no declarados por diversas inversiones en el Impuesto a las Ganancias.
6. Acreditaciones del exterior no declaradas.
La herramienta es utilizada desde el año pasado, para potenciar “las tareas de control sobre los sectores de mayor capacidad contributiva en el marco de la pandemia del COVID-19″.
“Se trata de utilizar recursos de inteligencia artificial para identificar inconsistencias en las declaraciones juradas presentadas por los contribuyentes y también permite el abordaje de situaciones complejas”.
Al respecto, “los $3400 millones de recaudación adicional generados entre enero y noviembre de 2021 por las fiscalizaciones electrónicas, se suman a los $1100 millones ingresados en impuestos adeudados a través de este mecanismo durante 2020″.
Así, “los ingresos generados por la herramienta automática superan los $4500 millones en casi dos años”.
La información de la AFIP muestra “un elevado nivel de respuestas de los contribuyentes a estas fiscalizaciones, que fueron rectificando declaraciones juradas y cumplieron la pretensión fiscal”, indicó el organismo.
De hecho, “la efectividad del procedimiento de fiscalizaciones electrónicas es elevada. Por ejemplo, más del 50% de los contribuyentes que recibieron las notificaciones de la AFIP por la subvaluación de inmuebles en el exterior rectificaron sus declaraciones juradas”.
Por otro lado, cerca del 60% del “monto recaudado a través de las fiscalizaciones electrónicas corresponde a rectificaciones por las liquidaciones de granos no declaradas y otras inconsistencias del sector agropecuario”.
“La herramienta ofrece un avance tecnológico en materia de fiscalización para abordar distintas maniobras que afectan la recaudación. El mecanismo permite realizar fiscalizaciones de amplio alcance a partir de distintas fuentes de información que, en la mayoría de los casos, no requieren ningún tipo de información adicional de las y los contribuyentes”.
El procedimiento concluye cuando los contribuyentes rectifican su declaración e ingresan el monto adeudado; quienes deciden solicitar una prórroga o realizar un descargo lo hacen en forma virtual, sin necesidad de trasladarse.
“Las fiscalizaciones electrónicas complementan otras herramientas digitales del organismo que fueron implementadas a lo largo de los últimos dos años. En ese sentido, el organismo destaca que fortaleció su capacidad de fiscalización del sector agrícola a partir de la utilización y procesamiento de imágenes satelitales, así como la implementación de la carta de porte electrónica”.
Al respecto, “el monitoreo satelital de la actividad agrícola es una herramienta en desarrollo que arrojará información para realizar cruces con las distintas bases de datos del organismo de forma tal que potencie las acciones de investigación y fiscalización que realiza la AFIP en todo el país a través de la DGI”.
“La mejora en la fiscalización a través de la carta de porte electrónica junto con la verificación de los datos del SISA que se realizará a partir de la explotación de las imágenes satelitales limita el margen de maniobra para las operaciones irregulares en materia de producción agrícola que no solo afectan la recaudación y alimentan el contrabando, sino que también perjudican a la mayoría de los actores que cumplen las reglas”, concluyó la AFIP.
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