El parlamento francés ha dado su visto bueno final a la ley que transformará el certificado covid, vigente por el momento, en un Pasaporte de Vacunación que sólo permitirá el ingreso a lugares públicos cerrados como bares, restaurantes, cafés, museos, cines o transportes interregionales -trenes, aviones y micros- a las personas que cuenten con el esquema de vacunación completo. Hasta ahora también se podía ingresar a esta clase de establecimientos o acceder a estos servicios presentando un test PCR o de detección de antígenos de resultado negativo hecho dentro de las 24 horas, en los próximos días se necesitará certificar la inmunización. La nueva norma, se estima, empezará a regir a partir del 20 de enero.
Cómo es de público conocimiento, Europa todavía no ha reconocido la efectividad de la vacuna rusa Sputnik-V, por lo que los argentinos que estén vacunados con ella podrían tener problemas para desplazarse normalmente en Francia. Pero atención, fuentes de la Embajada de Francia en Buenos Aires dijeron a este medio que todavía no se sabe si la nueva normativa impedirá que personas no vacunadas o inoculadas con algún inmunizante no reconocido puedan ingresar al territorio francés.
Es decir que es posible que un argentino vacunado con las dos dosis de Sputnik-V pueda ingresar a Francia, pero una vez allí no pueda realizar un gran número de actividades consideradas “normales”. Para entender lo extraña que sería la situación, basta con imaginarse a una persona que está de vacaciones en París pero que no pueda tomar un café con vista a la Torre Eiffel o no pueda visitar el mítico museo del Louvre.
¿Qué vacunas sirven?
Las personas que sí estarán autorizadas para realizar todo tipo de actividades serán las vacunadas con el esquema completo de Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson, Bharat, Sanofi-GSK, Sinovac y Valvena (al menos dos dosis en la mayoría, una en el caso de las vacunas monodosis). Además, y esto es muy relevante para los argentinos, serán reconocidos quienes cuenten con las dos dosis de Sinopharm más una de refuerzo de Pfizer o Moderna (no así si el refuerzo es AstraZeneca, el refuerzo tiene que ser hecho con una vacuna basada en la tecnología de ARN mensajero).
“La vacuna Sputnik es lo mismo que nada, es como si no existiera”, especificaron desde la Embajada francesa. Así, por ejemplo, un argentino con dos dosis de la vacuna de origen ruso y un refuerzo con Pfizer, Moderna o Asrtrazeneca no estaría en condiciones de contar con el Pasaporte de Vacunación.
Distinto es el caso para los menores de edad. Los menores de 16 van a poder seguir circulando con el pasaporte sanitario clásico, vigente hasta ahora. Es el que tiene la opcion de hacer un testeo de menos de 24 hs para ingresar a un edificio o evento que pide certificadosanitario o de vacunas.
“Por el momento todo el mundo puede entrar a Francia y no se sabe si esto se verá modificado por el nuevo Pasaporte de Vacunación”, dijeron, el mismo se espera que entre en vigencia a fines de esta semana ya que, la ley, todavía está siendo revisada por la Corte francesa.
Endurecimiento
La medida se encuadra en la profundización del Gobierno de Emmanuel Macron en la búsqueda de “fastidiarles” -como dijo el mandatario para la gran indignación de muchos franceses y la oposición- a los no vacunados, unas 5 millones de personas alrededor de toda Francia, y empujarlos a que se vacunen sin tener que obligarlos. En el país, al igual que en Argentina, la aplicación de vacunas contra el Covid-19 no es una obligación.
Francia está registrando una media de 300.000 contagios diarios debido a la estrepitosa expansión de la variante Ómicron, por lo que el Gobierno aceleró la presentación del proyecto de ley con el objetivo de que entrara en vigor el sábado 15 de enero. Esa fecha había sido fijada para que se desactive el actual “certificado covid” -que también admite un testeo negativo como prueba para ingresar a espacios cerrados- para todas las personas que no han completado su esquema de vacunación con las dosis de refuerzo en los plazos previamente fijados. Esta última medida, que afecta a cerca de 500.000 franceses, entró efectivamente en vigor el sábado, sin que, por el contrario, se contara con el Pasaporte de Vacunación.
Hasta que el nuevo documento entre en vigencia, tanto los franceses que deban darse una dosis de refuerzo como los no vacunados podrán seguir presentando un test negativo. Una vez que el Pasaporte Sanitario sea una realidad -estiman que cerca del 20 de enero- esta posibilidad se acabará.
Esta situación, con los certificados covid expirando para aquellas personas no vacunadas o que aún deben aplicarse un dosis de refuerzo, las polémicas declaraciones de Macron -el mandatario dijo querer emmerder a los no vacunados, término poco elegante para un presidente que puede traducirse como putear, fastidiar, molestar- y la inminente entrada en vigencia del nuevo Pasaporte de Vacunación, reavivaron el descontento de la sociedad, y días atrás se produjeron masivas manifestaciones anti-pasaporte, que llegaron a reunir cerca de 100.000 personas en las calles de todo el país.
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