El mundo atraviesa un período de ascenso inflacionario que deja paso a un desarme de las medidas de estímulo los bancos centrales, a las que las principales economías del mundo se habían acostumbrado y respondido con fuerte expansión de actividad en 2021.
La toma de ganancias próxima al 6% en el promedio tecnológico Nasdaq de Wall Street en este comienzo de 2022 da cuenta del cambio de escenario que se avecina, después de una sucesión de récords históricos en las cotizaciones desde finales del 2020 y durante todo el 2021.
Los analistas ya miran al próximo año tras un 2021 en el que la volatilidad ha regresado a las bolsas en el último tramo del ejercicio
El cambio de paradigma no es casual. Los precios al consumidor en los Estados Unidos aumentaron 7% anual en diciembre, la mayor inflación más alta desde 1982 y la señal más reciente de que los precios de alimentos, vivienda y otras necesidades están ejerciendo presión sobre los hogares.
Un informe de Business Insider señala que es momento de plantearse cuáles son los riesgos y los retos que pueden aparecer en el camino, teniendo en cuenta que la pandemia sigue vigente con la aparición de las nuevas variantes, y también que la economía sigue sin normalizarse del todo como consecuencia de estos eventos.
1) La pandemia sigue vigente el mayor foco de riesgo económico
La irrupción de la variante Ómicron desactivó la tranquilidad en la que se estuvieron moviendo los traders en el último tramo del 2021. Sin embargo, observan como improbable que la nueva variante derive en una recesión global como la de 2020.
Los Gobiernos todavía se debaten entre cerrar las economías o apostar por la inmunidad de rebaño contra el coronavirus
Los inversores consideran que los países están ahora mucho mejor preparados para combatir la pandemia gracias a las vacunas y a los tratamientos desarrollados que, si bien no son infalibles, han logrado minimizar la fuerte correlación que ha existido hasta ahora entre contagiados y hospitalizaciones y muertes.
Si en algo coinciden los analistas, efectivamente, es en que la evolución de la pandemia es el factor determinante para predecir cuál puede ser el comportamiento de los mercados en los próximos 12 meses.
Según expone Jean Luc Hivert, presidente global de inversiones de La Française AM, uno de los focos de mayor riesgo es que se produzca “una situación sanitaria menos positiva”.
Para los analistas, seguir la evolución de la pandemia es el factor determinante para anticiparse al comportamiento del mercados
“Los países que han adoptado la estrategia ‘COVID cero’ se ven cada vez más obligados a cerrar sus economías. Los demás siguen apostando por la inmunidad de rebaño a largo plazo y no es probable que impongan nuevos confinamientos”, asegura sobre este escenario.
Para los expertos de Fidelity, teniendo en cuenta los planes de vacunación y esta dinámica de la pandemia, “las bolsas de los mercados desarrollados deberían mantener su mejor comportamiento relativo reciente en 2022″, motivado en gran parte por las menores tasas de vacunación y las políticas monetarias restrictivas que se observan en los mercados emergentes.
2) La inflación podría impulsar una ola de ventas
Otro probable catalizador adverso, según los expertos citados por Business Insider, vendría de la mano de una inflación que resultó menos transitoria que lo estimado por la Fed, que exhibió cierta inacción. “Las presiones inflacionarias en Estados Unidos persisten, pero la Fed sigue considerándolas transitorias, lo que no le impide prepararse para un tapering a finales de año”, explicó Jean Luc Hivert, como posible obstáculo en el camino.
Por ele avance de la vacunación, los expertos prevén para las bolsas de los mercados desarrollados un mejor comportamiento relativo
Ligado con este escenario más problemático está la opción de que termine llegando un periodo de estanflación: estancamiento del crecimiento económico y alta inflación, lo cual supondría un riesgo importante a la hora de invertir.
“En este escenario, la rentabilidad de la renta variable puede ser más moderada, mientras que el oro puede ver incrementada su demanda, ya que los inversores buscan refugio en activos seguros”, analiza Sean Markowicz, responsable de estrategia, estudios y análisis de Schroders.
3) La Fed toma la iniciativa: subirá la tasa y retirará estímulos
El banco central de los EEUU está dispuesto a reducir su ayuda económica a un ritmo más rápido de lo que algunos habían previsto. “Un cambio en la política de la Fed suele inyectar volatilidad en los mercados”, dijo Keith Lerner, estratega jefe de mercado de Truist. Sin embargo, recordó que “las acciones generalmente han tenido un rendimiento positivo durante los períodos en los que la Fed está subiendo las tasas a corto plazo, porque esto normalmente va acompañado de una economía saludable”.
La prudencia se mantiene como el principal consejo por parte de los analistas y gestores de fondos
Los analistas consultados por Business Insider precisaron que la persistencia de la inflación y esfuerzos de los bancos centrales por retirar estímulo monetario debe producir aumento de las rentabilidades de los bonos, mientras que retrocederán las cotizaciones de estas emisiones de deuda soberana.
Según los expertos de Allianz Global Investors, los inversores tienen que estar atentos a la “velocidad de los ajustes de las tasas de interés”, a las fluctuaciones de los tipos de cambio y a “los cambios de las expectativas para la inflación”.
“Pensamos que los bancos centrales y muchos inversores subestiman la probabilidad de que la inflación de precios al consumo pueda resultar más elevada de lo que se esperaba -y de que se prolongue más de lo que los mercados financieros esperan-”, afirmaron desde Allianz.
Aunque su probabilidad no es muy alta, no puede descartarse un escenario más problemático de estanflación para la economía global
“A pesar de que algunos bancos centrales ya han aplicado subidas de tipos, y de que otros están a punto de hacerlo, también es probable que se mantengan ‘detrás de la curva’ a la hora de responder a las presiones inflacionarias”, añadieron los expertos de la gestora alemana.
4) Las tensiones en China pueden generar una mayor volatilidad bursátil
Desde Fidelity también apuntan a que China es “el gran problema de fondo” para los mercados y vaticinar la trayectoria de la política monetaria “resulta difícil”. Puede erigirse en el gran catalizador adverso al que los inversores han de hacer frente a lo largo del 2022 en su conjunto.
Hivert expone que unas posibles nuevas tensiones internacionales con China y medidas regulatorias para favorecer a las clases medias con fines políticos tendrían sus consecuencias negativas sobre las bolsas.
“Los sectores objetivos son actualmente la educación, la tecnología, el inmobiliario y los bienes de lujo, mientras que otros productos considerados ostentosos podrían verse afectados”, aseguró el experto de La Française AM.
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