Las emisiones de deuda pública realizadas por el Tesoro Nacional totalizaron $4,8 billones a lo largo de 2021, según explicó un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Ese monto implica que el año pasado el Gobierno colocó deuda a un promedio de $13.150 millones diarios.
Además de las 33 licitaciones de deuda pública realizadas en el año por la Secretaría de Finanzas, un 24% de ese endeudamiento fue cubierto con la emisión monetaria del Banco Central a través de Adelantos Transitorios.
A lo largo del año se registraron emisiones brutas de deuda por el equivalente a USD 95.488 millones, y cancelaciones de capital por el equivalente a USD 71.453 millones (OPC)
La mayor parte de esos $4,8 billones fue destinada a cancelar otros vencimientos. “A lo largo del año se registraron emisiones brutas de deuda (colocaciones de títulos, desembolsos de préstamos, capitalizaciones) por el equivalente a USD 95.488 millones, y cancelaciones de capital (amortizaciones y otras bajas de títulos) por el equivalente a USD 71.453 millones,” puntualizó el reporte.
El plazo promedio de colocación de títulos públicos fue de 323 días, con variaciones según el tipo de bono: el mayor plazo se consiguió en los atados al dólar, o dollar linked, y fue de 491 días. La extensión se redujo en los ajustables por CER -inflación- (479 días), los títulos a tasa variable (185 días) y títulos a tasa fija (126 días).
De ese monto, $4,27 billones fueron suscripciones en la moneda local, con predominio de los títulos ajustados por inflación. También hubo licitaciones por $529.000 millones “en especie”, en las que los bonos suscriptos se canjearon por otros.
Pero ese aluvión de emisiones de deuda no fue suficiente para afrontar los compromisos del Tesoro y también hubo un aporte del Banco Central. “En el acumulado de 2021, el financiamiento neto mediante Adelantos Transitorios totalizó $912.599 millones (equivalente a 2% del PBI), en tanto que la emisión neta de Letras del Tesoro suscriptas por el BCRA sumó USD 4.138 millones (0,9% del PBI). Por otro lado, el BCRA transfirió $787.712 millones al Tesoro en concepto de utilidades (1,7% del PIB)”, destacó la OPC.
El ministro de Economía previó que un 60% de las cuentas en rojo se cubriría con la emisión y el 40% restante con financiamiento en el mercado. Pero no pudo cumplirlo
Entre las tres fuentes, la asistencia financiera del Banco Central alcanzó un 4,6% del PBI estimado para 2021. En el caso de la distribución de las utilidades, no representan un endeudamiento para el Tesoro, aunque en realidad se trata de un artilugio contable: el BCRA le entrega al Gobierno el rendimiento en pesos de sus reservas en dólares, producido por efecto de la devaluación.
Para cancelar sus compromisos, el Gobierno utilizó el equivalente a USD 37.508 millones a través de la emisión de títulos públicos en el mercado, a USD 13.446 millones mediante Adelantos Transitorios, a USD 9.625 millones a Letras del BCRA, a USD 3.737 millones al préstamo Stand-By del FMI, USD 2.485 millones a préstamos de otros organismos multilaterales y bilaterales, y USD 4.652 millones a otros instrumentos de deuda.
El Tesoro desembolsó intereses por un monto equivalente a USD 6.103 millones, de los cuales 36% se realizó en moneda extranjera. Los pagos de interés a organismos multilaterales totalizaron USD 1.969 millones, de los cuales 68% (USD 1.347 millones) correspondieron al préstamo Stand-By del FMI
Lejos de la pauta del Presupuesto 2021
El análisis realizado por la Oficina de Presupuesto del Congreso es útil para evaluar uno de los objetivos fijados por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el Presupuesto 2021. Allí, se fijó un parámetro para financiar el déficit fiscal: Guzmán previó que un 60% de las cuentas en rojo se cubriría con la emisión del 60% y el 40% restante con financiamiento en el mercado. Pero no pudo cumplirlo.
“La asistencia monetaria representó más de $ 2 billones (4,7% del PBI sin descontar el repago de adelantos transitorios con venta de DEG) y el endeudamiento neto fue de $746.000 millones (1,6% del PBI). De esta forma, la proporción entre ambas fuentes fue 74% y 26%, respectivamente (70%-30% si se contempla el repago de adelantos transitorios)”, explicó un informe de la consultora Equilibra.
De este modo, Guzmán necesitó que el Banco Central emitiera muchos pesos que los inversores no le quisieron dar en el mercado. Ese endeudamiento neto o deuda nueva generada el año pasado por $746.000 millones fue en un 90% atada a la inflación por la expectativa de que la suba de los precios al consumidor seguirá elevada en los próximos años.
“Por el contrario, debido a que el BCRA no movió sus tasas de interés en todo 2021, la deuda a tasa variable se volvió menos atractiva y, en términos netos, el Tesoro redujo en más de $350.000 millones este tipo de endeudamiento”, concluyó Equilibra.
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