A precio de default: los bonos de la deuda argentina ya rinden 27% y están entre los más riesgosos del mundo

Los títulos públicos en dólares bajaron hoy por décima jornada consecutiva. Cuáles son las 8 claves para entender la desconfianza de los inversores

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El presidente Alberto Fernández posa junto a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en Roma, en mayo de 2021
El presidente Alberto Fernández posa junto a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en Roma, en mayo de 2021

Este viernes los bonos Globales registraron la décima sesión consecutiva en baja. Es decir que perdieron valor en cada una de las ruedas operativas de este 2022 recién estrenado, para acumular una baja promedio en rango del 10 al 11 por ciento.

En sus precios mínimos desde la salida al mercado, hay bonos con ley extranjera, como el Global 35 (GD35) y el Global 46 (GD46) que valen menos de USD 29, cuando llegaron a pagarse sobre USD 50 hace 16 meses.

Los bonos emitidos con el canje de deuda hace 16 meses en dólares caen entre 10% y 11% en 2022

Las tasas de retorno que ofrecen los bonos en dólares del tramo corto de la curva tocaron el 27% anual en dólares para las emisiones con ley argentina, y el 25% para las de ley extranjera.

Son rentabilidades extraordinarias donde subyace la previsión de default, se cree que no serán pagados en tiempo y forma, lo que los vuelve atractivos solo para aquellos con temple como para asumir semejante riesgo.

¿Escenario de “no acuerdo” con el Fondo?

“La deuda hard dollar argentina no encuentra piso de la mano de las discrepancias con el FMI, que alejan a los pocos inversores que aún tienen alguna posición en bonos nacionales. Además no existió reinversión de los cupones recientemente pagados”, dijo la consultora Delphos Investment.

Agregó que “los bancos del exterior que aún cubren Argentina parecen empezar a comprar el escenario de un ‘no’ acuerdo con el FMI, y con ello el malhumor parece crecer. Nosotros aún asignamos una probabilidad del 65/70% a un acuerdo sobre la hora, el cual por otro lado no serviría para mucho más que descomprimir algo de este estrés financiero y mejorar un poco la reputación”.

En ese sentido, el riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, siguió para arriba para la Argentina, otra vez próximo a los 1.900 puntos, una elevadísima marca que había llegado a superar a fines de noviembre.

Las 8 claves detrás de la desconfianza de los inversores

1) LENTAS NEGOCIACIONES CON EL FMI. La vocera presidencial Gabriela Cerruti afirmó el jueves que se llevan adelante reuniones permanentemente con el FMI. “Argentina ya presentó su propuesta y espera, y está en manos del Fondo Monetario ahora tratar de dar la respuesta lo más rápido posible”, enfatizó.

Y reveló que el canciller Santiago Cafiero busca el aval clave de Estados Unidos para el acuerdo. El próximo vencimiento a amortizar es a finales de marzo por unos casi USD 4.000 millones, por lo que se especula esa fecha como objetivo de acuerdo con la idea de evitarse el tan temido default.

La posibilidad de acuerdo sigue lejana o al menos eso se pudo entrever en una definición del presidente Alberto Fernández, quien reconoció que un entendimiento con el organismo para flexibilizar al exigente calendario de pagos de unos USD 45.000 millones depende en mayor medida de un acuerdo político con el Fondo y no tanto de las cuestiones técnicas.

Los niveles de riesgo país son de ‘default’, pese a una gigante reestructuración de deuda privada en 2020.

2) DÉFICIT QUE NO CEDE. La mayor diferencia entre Argentina y el FMI está en cómo achicar el déficit fiscal, ya que el organismo multilateral pretende que sea mediante un ajuste notorio y el Gobierno -que se opone a esa alternativa- busca que sea en base al crecimiento con mayor recaudación.

3) INFLACIÓN EN ASCENSO. Los negocios bursátiles permanecían condicionados por la fuerte expansión de los precios minoristas, cuyo registro de diciembre del 3,8% fue el segundo más alto del 2021 y cerró el año en un preocupante 50,9%, por encima de lo previsto por los analistas.

“El dato confirmó lo que el mercado estaba descontando: la baja del IPC de noviembre se trató de un fenómeno transitorio”, concluyeron los analistas de Portfolio Personal Inversiones. De acuerdo al REM del BCRA, los analistas proyectaron que la inflación minorista para 2022 se ubicará en 54,8%. Para 2023 se prevé una inflación de 43,4%, y de 35% para 2024.

4) UN BCRA SIN DÓLARES LÍQUIDOS. Otro aspecto fundamental es la disponibilidad inmediata de divisas para afrontar pagos de deuda. Las reservas netas del Banco Central son casi nulas -hoy básicamente integradas por oro- y el Estado nacional no tiene acceso a los mercados internacionales de crédito.

Aunque las reservas brutas superan los USD 39.000 millones, un informe de GERES (Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social) precisó que según el último balance del BCRA, actualizado al 7 de enero, las reservas netas se ubicaron en USD 3.088 millones, mientras que las netas líquidas -al descontarse USD 3.448 millones por la tenencia de oro- fueron negativas en USD 529 millones. Asimismo, quedan unos USD 169 millones correspondieron a los Derechos Especiales de Giro (DEG del FMI) activos, que se consumirán en los pagos al organismo a fin de mes.

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5) AUSENCIA DE PLAN ECONÓMICO. Está previsto que el Gobierno convoque a sesiones extraordinarias en el Congreso para la última semana de enero, no está claro si se incorporará al temario un eventual acuerdo con el Fondo. Uno de los principales temas que estaba previsto que se trate es el Plan Económico Plurianual, pero con el correr de los días se fue diluyendo esa posibilidad.

6) PESIMISMO EN EL EXTERIOR. Un reciente un informe del banco de inversión Morgan Stanley señaló que el arreglo entre Argentina y el FMI podría postergarse hasta el segundo trimestre del año, con un escenario catastrófico si se extiende más allá, donde la Bolsa se derrumbaría peor que en las primarias del 2019, hasta un 70% en dólares.

7) DUDAS SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO. La actividad financiera se moviliza en medio de otros dos grandes condicionantes para la economía local: una histórica ola de calor con cortes de energía en gran parte del país y una galopante tercera ola de coronavirus. Aunque el PBI recuperó cerca del 10% en 2021, para este año y el 2023 las expectativas se moderan a un ritmo próximo al 2% anual. Sin acuerdo con los acreedores de deuda y la irrupción de eventos imponderables -como una eventual sequía- obligarían a reducir aún más las proyecciones de PBI.

8) SEQUÍA EN EL CAMPO. La estimación de pérdidas por unos USD 5 mil millones en la próxima cosecha retrotrae al “principio del fin” del gobierno de Mauricio Macri en 2018 cuando perdió USD 8 mil millones por la sequía y ante el cierre de las vías de financiamiento en el mercado terminó golpeando las puertas del FMI.

Un informe de la Bolsa de Cereales de Rosario indicó que la sequía 2021/22 les costará a los productores agropecuarios USD 2.930 millones, pues el estrés hídrico de verano hizo caer la proyección de cosecha de soja y maíz en 9 y 8 millones de toneladas, respectivamente.

Esta merma en la producción redundará en menos fletes, menos servicios financieros y de intermediación, menos consumo. En total, el impacto sobre la economía argentina se estima en USD 4.800 millones, o un 1% de su PBI potencial.

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