En medio de las críticas por la falla del sistema eléctrico, el Gobierno atribuyó a la recuperación de la actividad económica el nivel de demanda de energía que el sistema eléctrico del Área Metropolitana de Buenos Aires no logró resistir el martes pasado. La afirmación se choca con datos que muestran que el nivel de actividad todavía no superó niveles de 2019, un año recesivo, y con la opinión de especialistas que hacen hincapié en un sistema eléctrico que no resiste picos de consumo.
“La reactivación económica sostenida experimentada en diversos sectores de la economía nacional durante el transcurso del año 2021 y hasta la actualidad ha redundado en un incremento considerable de la demanda energética”, sostienen las primeras líneas de los considerandos del decreto 16 de 2022 que dicta el trabajo hogareño de empleados públicos para relajar la presión sobre el sistema eléctrico en medio de la ola de calor.
La norma publicada hoy en el Boletín Bficial utiliza a este como principal argumento, aún antes de señalar la situación climática con temperaturas que rozan los 40 grados centígrados. Para la norma escrita a toda velocidad tras los apagones que golpearon al Área Metropolitana de Buenos Aires, además de a sectores de Córdoba y Santa Fe, el factor climático y la reactivación económica “actúan en forma conjunta y concurrente” en esos cortes de servicio.
Más tarde la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, insistió sobre ese punto cuando explicó en conferencia de prensa que “el sistema eléctrico está recibiendo picos de demanda que tienen que ver con la reactivación industrial” que hoy cuenta con “el 68 por ciento de la capacidad instalada” en funcionamiento e informó que esta semana se superpondrá con una ola de calor.
La mirada oficial se choca con los análisis de especialistas, que señalan que el nivel de actividad económica todavía no recuperó el techo histórico alcanzado antes de la crisis de balanza de pagos de 2018.
“Tenés un rebote en el nivel de actividad después de la caída de 2020 pero no una recuperación a niveles pre crisis. Si querés lo podés mirar por sectores, por ejemplo construcción, en algunos de ellos volviste a niveles similares a los de 2018 -no precrisis, pero sí prepandemia- pero tenés otros factores jugando. Por ejemplo, en comparación con ese momento la energía hoy pesa mucho menos en el presupuesto de empresas y familias con lo cual el consumo es otro”, señaló Marina Dal Pogetto, titular de EcoGo.
“El sistema eléctrico está recibiendo picos de demanda que tienen que ver con la reactivación industrial” (Cerruti)
“Y en todo caso la hipótesis de que la propia actividad te está generando un cuello de botella es muy difícil de entender. Porque si estás subsidiando la energía para impulsar la actividad y la actividad te hace caer el servicio que estás utilizando como herramienta, no estás haciendo la mejor administración”, agregó la economista.
“Estamos en niveles de actividad económica similares a las de marzo de 2019, previo a la devaluación de ese año. Todavía estamos unos 5 puntos abajo de lo que fue el pico de actividad económica. Si fuera así, deberíamos tener cortes todo el tiempo”, dijo Fausto Spotorno de OJF.
“Es cierto que el consumo es récord, pero tiene que ver mucho más con el calor de un día puntual y con las tarifas bajas de distribución que alientan a un mayor consumo. Tendría que haber colapsado en 2017 muchas más veces que esto. Tiene mucho más que ver con consumo energético y el pico de un momento, más un sistema que no se lo banca”, agregó Spotorno.
Los últimos números del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), el dato más adelantado de actividad que publica el Indec, muestran que a octubre la economía empezaba a acercarse a niveles similares a los de 2019. En términos de actividad, la economía supo ser más demandante.
En términos de demanda de energía, mientras tanto, la curva si tiende a crecer. Pero los especialistas del sector señalan dos elementos que relativizan el dato. El primero, que la demanda de electricidad tiende a crecer con el tiempo en todos los países del mundo y, segundo, que aún así las estimaciones indican que en términos acumulados en 2021 se demandó prácticamente la misma electricidad que en 2019, un año recesivo.
Según datos de Cammesa compilados por Daniel Montamat & Asociados, la demanda de energía eléctrica del segmento industrial y comercial grande se recupera 16,4% interanual al tercer trimestre de 2021, pero comparado con el año de la pandemia donde tocó un piso. En cambio, el dato proyectado para todo el año por la consultora indica que llegó en los doce meses 36.700 GWh, un nivel prácticamente idéntico al de 2019 cuando alcanzó según datos oficiales 36.397 GWh.
“Y en el 2019 se frenó la economía por los compromisos de déficit asumidos con el FMI. No fue un buen año”, dijo Daniel Montamat, ex secretario de Energía, a Infobae.
Para otro ex secretario de Energía, Jorge Lapeña, la hipótesis de que la actividad económica está detrás de las fallas es toda una confesión.
“Esta es la primera vez que el Gobierno admite que no puede cubrir la demanda y que el sistema está en una situación terminal”, dijo Lapeña a Infobae. “El crecimiento económico no tiene nada que ver, después de una caída brutal de la actividad rebotaste. Y cuando volvés a niveles de actividad queda comprobado que tenés un sistema incapaz de afrontar la demanda pico de un día de calor”, agregó.
SEGUIR LEYENDO: