El mercado bursátil volvió a exhibir una divergencia cada vez más marcada. Mientras que para la renta variable se reafirmó cierto sendero de recuperación de precios, aunque sujeto a la volatilidad de los mercados internacionales, para los bonos soberanos se acentuó la salida de inversiones, aún sin señales claras acerca del alcance -y los tiempos- de un eventual acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La sesión bursátil de Argentina avanzó este jueves con los inversores también atentos los datos de inflación de diciembre y al acumulado de 2021, que resultaron en 3,8% y 50,9%, respectivamente, muy altos por la situación crónica que arrastra la economía doméstica.
El índice S&P Merval de Buenos Aires ascendió un 0,3%, a los 85.370 puntos, con ganancias lideradas por papeles principalmente del sector energético por la alta demanda de los consumidores ante una histórica ola de calor producto del verano.
El dato de inflación del INDEC no pasó desapercibido: mientras que las acciones recortaron las ganancias -que superaban el 1% para el panel líder- los bonos profundizaron las pérdidas, para anotar nuevos mínimos en lo que concierne a las emisiones en dólares.
En enero el panel Merval de la Bolsa porteña sube un 3% en pesos, aunque en dólares “contado con liqui” pierde 0,5%
Mientras los indicadores de las bolsas de Nueva York ofrecían a las 17 horas cifras negativas de hasta 2%, entre los ADR y acciones argentinas que son operados en dólares en Wall Street ofrecían números mixtos. Entre las alzas destacaba YPF predominan las leves alzas, encabezadas por YPF (+2,5%) y entre las perdedores figuraban Mercado Libre (−5,7%) y Globant (−6,4%).
La inminente subida de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) de los EEUU fue otro condicionante para los mercados emergentes.
Mientras tanto, la administración del presidente Alberto Fernández busca un guiño político desde Estados Unidos para avanzar en las negociaciones con el FMI para refinanciar unos USD 45.000 millones ya desembolsados entre 2018 y 2019, imposibles de afrontar por falta de reservas en las arcas del Banco Central (BCRA).
Ante tal definición, los bonos en dólares siguen sin remontar desde que arrancó el 2022. Los Globales -con ley extranjera- cayeron 2% en promedio, para acumular una pérdida promedio de 9% después de nueve ruedas negativas.
Los bonos del canje tocaron los precios mínimos desde su salida al mercado hace 16 meses, en septiembre de 2020. El Global 30 (GD30), en dólares con ley extranjera, cayó 2,3%, a USD 32,73, por debajo del piso de USD 33,36 del 30 de noviembre pasado.
El GD35 perdió 3,3%, a USD 29,60, para quebrar el piso de USD 31 del pasado 30 de noviembre.
El Bonar 2030 (AL30) en dólares con ley argentina resignó un 1,1%, a USD 29,80, cerca del piso de USD 29,25 del 26 de noviembre.
“Entre los bonos soberanos en dólares, la legislación local presentó mejores retornos que la extranjera, aunque en ambos casos los resultados no tuvieron un buen desempeño, sobre todo en los bonos más representativos, AL30 y GD30, debido a que presentaron descensos en dólares”, resumió Javier Rava, director de Rava Bursátil.
Mientras, el riesgo país de JP Morgan, que mide el diferencial de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, ascendía a las 17 horas una 28 unidades para la Argentina, a 1.863 puntos básicos, en sus máximos desde finales de noviembre pasado.
En enero el Tesoro debe enfrentar pagos al FMI por USD 738 millones, más otros USD 379 millones el 1 de febrero. Para tal fin, en el Banco Central quedan disponibles unos USD 625 millones de los DEG (Derechos Especiales de Giro) del FMI que están activos.
Además los agentes de mercado ponen el foco sobre los voluminosos vencimientos con el FMI y Club de París que recaen en marzo y acortan los tiempos para acordar con el organismo multilateral.
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