A partir del próximo martes podrían registrarse demoras e incluso cancelaciones en algunos vuelos debido a una serie de medidas de fuerza a las que convocó la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) para reclamar por falta de personal y por un aumento salarial.
El gremio, que nuclea a los controladores, a los empleados de información y a técnicos, entre otros profesionales, anunció un cese parcial de actividades en sus sectores de trabajo que empezará este 11 de enero y afectará a todos los aeropuertos de la Argentina.
Si bien las autoridades del sindicato aseguraron que les informaron con anticipación el cronograma de protestas a las empresas de transporte aéreo que operan en el país para que puedan reprogramar sus servicios y así “los pasajeros no sufran las consecuencias en pleno período vacacional”, la decisión genera que las compañías tengan que reorganizar las partidas y arribos de sus aviones.
De acuerdo con lo que adelantaron, las primeras medidas de fuerza se realizarán este martes, de 00 a 06, y alcanzarán únicamente a los vuelos de carga; lo mismo ocurrirá el miércoles, en los mismos horarios.
Sin embargo, desde el próximo jueves ATEPSA tiene previsto continuar con sus reclamos y se verían afectados los despegues de todos los vuelos entre las 10 y las 12, así como también entre las 17 y las 19, hora local. Lo mismo sucederá el sábado, de 9 a 11 y de 15 a 17, y el lunes siguiente, de 7 a 9 y de 20 a 22. Este esquema se repetirá todas las semanas.
No obstante, además de este cronograma de protestas, para el jueves 28 de enero está programada una jornada de protesta especial que alcanzará a los aviones de carga, entre las 00 y las 06, y a todos los demás entre las 12 y las 14, y de 18 a 20.
En un comunicado, las autoridades del sindicato sostuvieron que como consecuencia de la pandemia se agravó la situación de falta de personal que vienen reclamando desde hace años y aseguraron que hay trabajadores que están realizando tareas con dotaciones por debajo de los mínimos de seguridad recomendados.
Además, le exigieron a la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), la cual funciona bajo la órbita del Ministerio de Transporte de la Nación, a cargo de Alexis Guerrera, que de una respuesta al pedido que hicieron para que cumpla con la cláusula de revisión de la paritaria de 2021.
En este sentido, consideraron que los incrementos salariales del 45% que acordaron el año pasado deja a los sueldos por debajo de la inflación, “que se estima que cuando se conozcan los datos finales del INDEC rondará alrededor del 55 por ciento”.
Por otra parte, desde el gremio remarcaron que, según un relevamiento propio que realizaron a inicios de este mes, “el 51% de los trabajadores encuestados confirmó que tiene compañeros y compañeras en estado de aislamiento y que no están prestando servicio”.
Asimismo, señalaron que el 56 por ciento de los consultados afirmó “que el personal es insuficiente y está trabajando con dotaciones por debajo de los mínimos de seguridad recomendados y esto perjudica las operaciones y les genera más presiones y estrés”.
“El 66% se vio obligado a compensar la falta de personal cumpliendo más tareas, con alta carga laboral y sus responsabilidades se duplicaron. Y, entre otros datos, que la empresa no reemplaza al personal que queda aislado. Nos dicen arréglense como puedan en el turno”, agregó el comunicado.
Por su parte, Jonatan Doino, secretario general de ATEPSA, defendió las medidas de fuerza y argumentó que, por ejemplo, debido a la falta de empleados que denuncia el gremio “este domingo el Aeropuerto de Morón debió cancelar las operaciones producto de la falta de personal por COVID”.
“En aeropuertos como el de Río Gallegos, que debería funcionar las 24 horas, los propios trabajadores y trabajadoras decidieron acotar los horarios producto de la falta de personal y para resguardar la seguridad operacional. Hay aeropuertos, como el de Jujuy, que hace al menos dos años, tiene por turno a una sola persona brindando el servicio. En una ocasión esta persona no fue a trabajar y una aeronave que debía aterrizar tuvo que hacer espera en la vertical del aeródromo hasta tanto otro operador, que no estaba de turno, logró ser contactado y pudo garantizar el aterrizaje”, contó el líder sindical.
En esta línea, Doino recordó que “cuando producto del COVID el jefe de esa dependencia debió ser hospitalizado, se reasignaron las tareas y responsabilidades a los jefes de Salta, que desconocían la realidad de Jujuy, por más que solo hay algunos kilómetros de distancia”.
“Venimos advirtiendo de estas situaciones que exceden a la pandemia, pero que se agravan con ella y que requieren una solución urgente para poder garantizar este servicio es considerado como un servicio público esencial. En el caso de Ezeiza, llegaron a tener 90 personas aisladas de un total de una dotación de 160″, cerró el gremialista.
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