El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó en diferentes reuniones ante gobernadores, empresarios y sindicalistas la propuesta de Argentina para restructurar el crédito stand by por USD 44 mil millones que le otorgó el Fondo Monetario Internacional (FMI) al gobierno del ex presidente Mauricio Macri, y reconoció que el punto en el que no hay acuerdo hasta el momento con el organismo de crédito internacional es el del sendero fiscal.
Infobae consultó a economistas para dar cuenta de los escenarios que enfrenta el país de cara a un posible acuerdo de facilidades extendidas a un plazo de 10 años o incluso de una cesación de pagos con el organismo que conduce la búlgara Kristalina Georgieva. En ese marco, los especialistas consultados confiaron en que habrá un acuerdo, pero advirtieron por las consecuencias económicas y sociales de un escenario de default, al tiempo que destacaron que salir de un atraso de deuda con el FMI es muy complejo.
En tanto, destacaron que avanzar con un acuerdo de facilidades extendidas le permitirá al país continuar con el sendero de recuperación económica.
“El default con el Fondo no es para Argentina un viable aunque sí hay probabilidades de que suceda” (Paolicchi)
Cabe recordar que el acuerdo vigente obliga a Argentina a afrontar compromisos por casi USD 40.000 millones entre 2022 y 2023 y por cerca de USD 5.000 millones en 2024, en un contexto de debilidad de las reservas del Banco Central.
Entre las principales consecuencias de no acordar con el organismo de crédito internacional, los economistas dijeron que se perderá todo tipo de financiamiento de entidades como el Banco Mundial o la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) como así también destacaron que caería más la economía y subiría la inflación, la brecha cambiaria, el riego país y la pobreza.
Para Juan Ignacio Paolicchi, economista de la consultora Empiria, el default con el Fondo “no es para Argentina un viable aunque sí hay probabilidades de que suceda”.
“Las consecuencias son mayor riesgo país, una caída más profunda de la demanda de pesos y una suba del dólar. Eso a su vez seguiría presionando sobre las reservas por lo que el Gobierno debería reforzar el cepo. Esto haría que haya menos importaciones y que se retraiga el nivel de actividad. Además empezaría a escalar la inflación porque las importaciones que no se hagan al dólar oficial se harán a la cotización paralela”, dijo a Infobae.
El acuerdo vigente obliga a Argentina a afrontar compromisos por casi USD 40.000 millones entre 2022 y 2023 y por cerca de USD 5.000 millones en 2024, en un contexto de debilidad de las reservas del Banco Central
En ese sentido, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, dijo a este medio que no considera un escenario base en el que no haya un acuerdo con el FMI. “A todas las partes les conviene tener un acuerdo. Salir de un atraso de deuda con el FMI es muy complejo. Creo que el acuerdo, aunque sea sobre el límite, va a estar. Un default sería disruptivo. Sobre todo para las empresas que tienen deudas con el exterior. Si el Gobierno entra en default va a perder ciertos fondos que preveía para el próximo año para realizar algunos gastos. Además se profundizaría la estanflación, caería más la economía y subiría la inflación”, destacó.
En tanto, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Equilibra, profundizó el cuadro en el que no hubiera acuerdo con el FMI. Si bien opinó que hay posibilidad de que Argentina entre en default por más que hay voluntad de las partes, dijo que puede haber un default transitorio por meses y que luego se termine arreglando con el Fondo. No obstante, advirtió que si Argentina entra en un incumplimiento, los indicadores económicos se deterioran.
“Si entramos en default en 2022 las consecuencias concretas serían de fuerte impacto porque se cortan líneas de crédito del BID y la CAF. En general estos organismos te dan financiamiento. Si hay un incumplimiento el Banco Mundial te cierra el acceso y eso significa que hay que empezar a devolver los créditos ya existentes con estos organismos”, ponderó.
“Probablemente se atrasen los pagos con el Club de París y ahí hay cláusulas de punitorios del 9% de intereses. Eso abulta la deuda con este organismo. A nivel privado la inversión extranjera directa caería a lo mínimo indispensable y no habría crédito en dólares para empresas y por ejemplo para las cerealeras que pre financian exportaciones” detalló a Infobae.
En ese sentido, dijo que se perdería acceso a mercados internacionales y que la brecha cambiaria y el riesgo país se dispararían.
“Si el Gobierno entra en default va a perder ciertos fondos que preveía para el próximo año para realizar algunos gastos. Además se profundizaría la estanflación, caería más la economía y subiría la inflación” (Menescaldi)
Cabe destacar que tanto Guzmán como el presidente Fernández afirmaron que no habrá programa de ajuste y que se buscará una suerte de gradualismo para sostener la recuperación. Guzmán habló del crédito fallido a Cambiemos y Fernández remarcó que “no vamos a firmar ningún acuerdo con el FMI que suponga tarifazos”.
Federico Moll, de Ecolatina, afirmó que es muy pronto para aventurar una respuesta a un posible default de Argentina con el FMI y consideró que la negociación será larga.
“Las consecuencias de no acordar serían obviamente negativas. La incertidumbre impactaría en las cotizaciones paralelas, esto complicaría aún más el mercado cambiario y aumentaría la probabilidad de un escenario de mayor nominalidad o más cepo, lo que impactaría en el nivel de actividad”, remarcó.
A su turno, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que si Argentina no logra un acuerdo de facilidades extendidas con el FMI se entraría en “una situación de crisis fenomenal”.
“No es casualidad que no hayamos cumplido ninguno de los 22 acuerdos que firmamos con el Fondo”, afirmó. Y agregó: “El FMI tampoco tiene interés en que caigamos en una cesación de pagos. Guzmán quiere un acuerdo fiscalmente más laxo, y eso lo seguirán discutiendo pero el acuerdo se va a dar”.
“La incertidumbre impactaría en las cotizaciones paralelas, esto complicaría aún más el mercado cambiario y aumentaría la probabilidad de un escenario de mayor nominalidad o más cepo, lo que impactaría en el nivel de actividad” (Moll)
Guzmán destacó ante los gobernadores que el contraste entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo. Es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía, afirmó el titular del Palacio de Hacienda.
En ese contexto, el economista Gustavo Ber, consideró que entre algunas de las consecuencias concretas para la economía se podrían destacar “presiones sobre las reservas, mayores limitaciones a importaciones, tensiones sobre el dólar y la inflación, lo cual junto a la continuidad de los desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios, al final repercuten negativamente sobre la actividad, la inversión y el empleo”.
Mientras que Yanel Llohis, de la consultora Ferreres afirmó que la posibilidad de default existe, y que la cesación de pagos sería el peor escenario. “Esto implicaría que el país pierda el acceso al crédito, afectando negativamente al riesgo país y el resto de las variables económicas”, aseguró.
Por último, Claudio Caprarulo, director de Analytica aeguró: “No hay posibilidades de un default con el Fondo porque eso implica, entre otras cosas complejizar aún más el financiamiento de las empresas argentinas”.
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