En las últimas 24 horas, Bitcoin perdió más del 8% para caer hasta la zona de los USD 42.500 por unidad, su nivel más bajo desde septiembre pasado. El desplome de la cotización, que ya transitaba una racha bajista, vino inmediatamente después de la publiación de las minutas de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) que revelaron un endurecimiento gradual de la política monetaria de ese país en el futuro inmediato. Los datos monetarios dispararon además liquidaciones de posiciones de inversión que apostaban por un avance de la criptomoneda estrella y otros activos cripto, lo que aceleró las bajas.
Los funcionarios de la Fed indicaron que los datos de inflación y las condiciones laborales ajustadas podrían justificar un aumento de las tasas de interés “antes o a un ritmo más rápido de lo que los participantes habían anticipado”. Las actas, de la reunión del 14 y 15 de diciembre del comité de política monetaria del banco, también indicaron que la Fed podría empezar a reducir su balance de USD 8,8 billones “relativamente pronto” después de subir su tasa de referencia de los fondos federales.
Las ventas masivas de Bitcoin coincidieron con una fuerte caída de laas acciones de Wall Street, que afectó especialmente a la tecnología. El índice Nasdaq Composite perdió un 2,7%, y le fue peor que al índice S&P 500, que perdió un 1,4%, hasta los 4.725 puntos.
La caída de Bitcoin es otra señal de que el activo está más como un activo de riesgo que como una resderva de valor que protege contra la inflación
Según datos de Coinglass citados por Coindesk, en las últimas 24 horas se liquidaron futuros de criptomonedas por más de USD 812 millones, ya que Bitcoin rompió un nivel de soporte estimado en los USD 46.000 y cayó a los USD 43.000 durante el miércoles.
En la mañana de este jueves, la sangría se moderó pero no se detuvo. Bitcoin llegó a tocar los USD 42.500 en horario de operaciones de Asia, después de haber cotizado por encima de los USD 47.000 el día previo. Los operadores asumieron pérdidas por valor de 317 millones de dólares sólo en los futuros de Bitcoin. Los datos de Coinglass mostraron que el 87% de esas posiciones apostaban por movimientos de precios al alza.
Las liquidaciones se producen cuando un exchange cierra por la fuerza la posición apalancada -como se llama a las inversiones con dinero prestado- de un operador como mecanismo de seguridad debido a una pérdida parcial o total del margen inicial. Esto ocurre principalmente en las operaciones de futuros, que sólo siguen los precios de los activos, a diferencia de las operaciones al contado, en las que los operadores son propietarios de los activos reales y no corren riesgo de acumular deudas inmanejables.
Las liquidaciones fuerzan bajas aún más rápidas e importantes en los activos, ya que generan más oferta de criptodivisas.
Más del 87% de los USD 800 millones en liquidaciones se produjeron en posiciones largas, que son contratos de futuros en los que los operadores apuestan por una suba del precio. La bolsa de criptomonedas OKEx registró USD 241 millones en liquidaciones, la mayor cantidad entre las principales bolsas, mientras que los operadores de Binance asumieron USD 236 millones en pérdidas.
No sólo Bitcoin sufrió. Los futuros sobre Ether, la moneda nativa de la red Ethereum fundada por Vitalik Buterin, registraron más de USD 164 millones en liquidaciones, siempre según datos de Coinglass. Movimientos similares se vieron en futuros de Sol y XRP, criptomonedas alternativas.
Bitcoin llegó a tocar los USD 42.500 en horario de operaciones de Asia, después de haber cotizado por encima de los USD 47.000 el día previo
Ether bajó un 4,6%, hasta 3.640 dólares. A muchas otras monedas alternativas les fue peor: Solana bajó un 6,3% a 158 dólares, Cardano un 5,4% a 1,25 dólares y Terra un 7,4% a unos 80 dólares.
La caída de Bitcoin es otra señal de que el activo está más como un activo de riesgo que como una resderva de valor que protege contra la inflación, o como el “oro digital”, como argumentan sus defensores.
La oferta limitada de Bitcoin, de 21 millones de monedas, significa que no puede depreciarse como las monedas fiduciarias, que son vulnerables a la inflación y a la pérdida de poder adquisitivo, según argumentan los entusiastas de Bitcoin. Pero no se ha mantenido, al menos a corto plazo, y se ha visto presionado por la Fed y otros bancos centrales que han recortado las medidas de exceso de liquidez y han preparado los mercados para subir los tipos este año.
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