El ex representante de la Argentina en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), Héctor Torres, dijo que este no es el momento de aumentar la apuesta en la negociación con el organismo porque “estamos sin reservas, con la lengua afuera”. El abogado especializado en derecho internacional económico dijo que “la idea de que con un susto el Fondo va a aflojar es peligrosa, es bastante peligrosa, porque esos sustos generan dinámicas sociales y políticas que no se sabe dónde terminan. Entonces a mi me parece temeraria, si es esa la estrategia”.
En declaraciones a Radio Mitre el ex funcionario del organismo se lamentó porque esperaba que el Gobierno pudiera mostrar consensos políticos de mediano plazo de cara a la negociación, aunque valoró que el ministro de Economía, Martín Guzmán, asegurara que obtuvo consenso respecto a que el primer problema a atacar es el frente externo: “tienen que entender que nosotros tenemos una economía bimonetaria no se baja la inflación sólo con tasa de interés”.
Torres se refirió a la presentación que hizo ayer Guzmán frente a 12 gobernadores, en un intento por mostrar consenso político que terminó siendo fallido dada la ausencia de la mayoría de ellos. En la presentación, el ministro de Economía admitió que no hay acuerdo con el FMI respecto a la velocidad del ajuste fiscal que se necesita y que eso traba el cierre de un programa.
“El tema fiscal es uno de los temas centrales que lleva a otro punto que también levantó el Gobierno últimamente que es que falta apoyo internacional”
“El tema fiscal es uno de los temas centrales que lleva a otro punto que también levantó el Gobierno últimamente que es que falta apoyo internacional. Que es una metáfora para decir que nos falta el apoyo del Tesoro de los EEUU más el de, probablemente, algunos otros países”, consideró Torres.
“Esos son dos temas que están ligados, obviamente. Guzmán presentó en una especie de clase universitaria una serie de gráficos en los cuáles mostró buenas intenciones de bajar el déficit más despacio de lo que él dice que quiere el Fondo. Pero de todas formas no dijo cómo va a llegar, entonces yo creo que acá hay un problema más vinculado con el camino más que con las metas. Tal vez las metas sean más reconciliables, pero hay que mostrar el programa, eso me parece fundamentalmente lo que faltó”, señaló.
Consultado respecto a si la presentación, en la que se fijó una posición de no hacer concesiones en cuando a ajustes mayores, suponía tensar la negociación con el Fondo el abogado consideró que no sería lo más sensato.
“Si la estrategia fuera subir la apuesta, este no es el momento de hacerlo porque estamos sin reservas, con la lengua afuera, lo único que nos queda es amenazar con el suicidio. Y que eso lleve a una desestabilización que pueda contagiarse, pero no creo que eso sea razonable.”, dijo.
“Si vos defaulteas al fondo es muy diferente que a los privados. En ambos casos estás haciendo un daño a tu reputación, pero con el Fondo es mucho peor. El default con el Fondo no sólo te hace caer los créditos del Fondo, sino también del Banco Mundial, el BID y otros. Difícil imaginar además que con un país en default con el Fondo vos vas a tener un comercio exterior normal, con importadores que usan carta de crédito. Y esa inestabilidad que vos ves en los mercados, seguramente se va a multiplicar por una cifra muy importante. Eso quiere decir que va a haber una corrida sobre el tipo de cambio, podría haber una corrida sobre los depósitos en los bancos, no me extrañaría, y todo eso puede generar una dinámica caótica aunque trates de contenerla”, advirtió.
“La idea de que con un susto el Fondo va a aflojar es peligrosa, es bastante peligrosa, porque esos sustos generan dinámicas sociales y políticas que no se sabe dónde terminan. Entonces a mi me parece una estrategia temeraria, si es esa la estrategia”, agregó.
“La idea de que con un susto el Fondo va a aflojar es peligrosa, es bastante peligrosa, porque esos sustos generan dinámicas sociales y políticas que no se sabe dónde terminan”
Para el especialista, lo que faltó en la presentación de Guzmán de ayer fue la muestra de consensos de política básicos a mediano plazo.
“La verdad es que en lo que yo esperaba que avanzáramos ayer, creo que ingenuamente, era en dirección a políticas de consenso de mediano plazo que es el objetivo fundamental de un programa de largo plazo. Que van a tener que seguir más allá de 2023, de ahí que el directorio pidió que hubiera consenso para presentar un programa que no sea sólo de este Gobierno y que tenga la posibilidad de ser continuado por un nuevo Gobierno cualquiera sea quien gane las elecciones”, lamentó.
También, discutió con la idea de Guzmán de que conviene reducir muy gradualmente el déficit fiscal porque se necesita impulsar la economía con políticas contracíclica, como parte de los debates con el FMI.
“Guzmán dice que la diferencia fiscal es básicamente porque nosotros necesitamos un Estado que aplique políticas contracíclicas. Es difícil disentir con eso. Lo que pasa es que para aplicar políticas contracíclicas hacen falta recursos. Y esos recursos o salen de impuestos o salen de créditos, y nosotros no tenemos ninguno de los dos. Lo único que tenemos es la posibilidad de emitir, y emitir no genera confianza. Con lo cual, para hacer que este crecimiento de este año se pueda transformar en más producción, en empleo, lo que hace falta es confianza”, dijo.
“El gasto puede ayudar al principio. Es como si usted quisiera arrancar un coche con cables. Al principio, usted le pone los cables -que es el gasto- y el coche arranca. Pero si usted quiere que el coche llegue a algún lado, necesita nafta en el tanque. Y eso es inversión, inversión privada. Sin la nafta en el tanque, usted no puede sacarle los cables”, ejemplificó.
Por último, para Torres un punto de las negociaciones entre Economía y el FMI permite algo de optimismo.
“Hay un tema que me dejó cierto optimismo ayer. Guzmán dijo que el Fondo y la Argentina estaban de acuerdo en un punto que para mi es vital. Que el principal problema, por donde tenemos que empezar a arreglar las cosas, es por el frente externo”
“Hay un tema que me dejó cierto optimismo ayer. Guzmán dijo que el Fondo y la Argentina estaban de acuerdo en un punto que para mi es vital. Que el principal problema, por donde tenemos que empezar a arreglar las cosas, es por el frente externo. Que si nosotros no generamos más exportaciones, léase más entrada de dólares genuinos, no podemos ni siquiera empezar a pensar en combatir la inflación. Porque, la verdad, la inflación en un país bimonetario como nosotros que tenemos pesos en el bolsillo pero dólares en la cabeza pasa fundamentalmente por generar superávits de cuenta corriente -comerciales y de cuenta corriente en general- importantes durante varios años para que la gente se de cuenta de que dólares no van a faltar”, comentó.
“Porque subiendo las tasas de interés, que es lo más normal, en general baja la inflación. Eso no pasa en la Argentina. Cuando uno sube la tasa de interés en pesos los ahorristas chicos, medianos y grandes piensan en la rentabilidad en dólares, no en la rentabilidad en pesos. Y cuando uno aumenta mucho las tasas de interés, evidentemente la rentabilidad en dólares sube pero todo el mundo sabe que eso no dura. Entonces el tema pasa a ser cuándo salta de nuevo el dólar, se genera una inestabilidad brutal que finalmente termina en una profecía autocumplida, el dólar se dispara, crisis brutal de nuevo, más pobreza, más inflación, por supuesto”, dijo.
“Que guzmán diga que el Fondo eso lo ha entendido, y a mi me consta porque he tenido conversaciones con colegas del fondo y fui uno de los entrevistados en la evaluación ex post, me alegró enormemente”, concluyó.
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