Luego de reestructurar la deuda con bonistas extranjeros en agosto de 2020, el Gobierno tenía previsto dar un siguiente paso cerrando una restructuración con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de USD 44.000 millones contraída por el gobierno del ex presidente Mauricio Macri. En ese sentido, el ministro de Economía Martín Guzmán apuntaba a cerrar un acuerdo en diciembre de ese año o a principios de 2021, algo que finalmente no ocurrió por diversos factores como las diferencias y los cálculos políticos al interior de la coalición de gobierno acerca de qué hacer, y las idas y vueltas en torno de temas como el plazo del nuevo acuerdo y los sobrecargos del Fondo.
Esta situación hizo que, por ejemplo, desde diciembre la Argentina pague 1% más de tasa de interés, algo que podía haber evitado firmando antes un “Acuerdo de Facilidades Extendidas” a diez años de plazo.
Superada en el tiempo esa instancia de no acuerdo, Guzmán intenta ahora acelerar el mismo y para eso buscará explicarles hoy a los gobernadores provinciales los detalles de las negociaciones con el organismo de crédito.
Pero, ¿qué implica lograr un acuerdo y por qué es necesario que se de en el muy corto plazo?
Desde el Ministerio de Economía dijeron a Infobae que existen tres variables en la que se sostendrá un acuerdo de facilidades extendidas con el organismo de crédito internacional para estirar vencimientos que Argentina no puede afrontar.
El propio Guzmán dará hoy detalles a los gobernadores sobre esas variables: la emisión monetaria; el sendero fiscal y las reservas disponibles del Banco Central.
Estos son los puntos más relevantes que Argentina deberá privilegiar para avanzar con una restructuración del crédito stand by tomado en 2018 durante la gestión de Cambiemos para avanzar con uno de facilidades extendidas a 10 años de plazo.
El acuerdo vigente obliga a Argentina a afrontar compromisos por casi USD 40.000 millones entre 2022 y 2023 y por cerca de USD 5.000 millones en 2024, en un contexto de debilidad de las reservas del Banco Central.
Mientras tanto el Gobierno viene llevando a cabo políticas para avanzar en dirección con los lineamientos que evaluará el FMI. En ese sentido, las fuentes consultadas por este medio destacaron que el déficit está bajando sobre la base del crecimiento económico que registró el año pasado –oficialmente esperan un rebote del 10%– y añadieron que está previsto que el déficit fiscal cierre 2021 cerca al 3 por ciento.
El acuerdo vigente obliga a Argentina a afrontar compromisos por casi USD 40.000 millones entre 2022 y 2023 y por cerca de USD 5.000 millones en 2024, en un contexto de debilidad de las reservas del Banco Central
Asimismo, las fuentes remarcaron que la base para poder cumplir con los compromisos de deuda es el crecimiento de la economía. Desde el Gobierno destacaron no solo el rebote del PBI en 2021 tras la caída de 9,9% en 2020, sino el aumento de las exportaciones tanto en volumen como en precios, la reducción del déficit y la suba de las inversiones en 2021 en torno al 35 por ciento.
Cabe destacar que si bien el Gobierno había dicho que incluiría los lineamientos del nuevo acuerdo con el FMI en un plan plurianual que el presidente Alberto Fernández prometió enviar al Congreso en diciembre, será el propio acuerdo de Facilidades Extendidas el que oficie en ese sentido.
En ese contexto, el ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Claudio Loser, estimó hoy que “se está acercando cada vez más” el acuerdo entre ese organismo y la Argentina, y recomendó al Gobierno que “diga la verdad” y no salga “con cuentos para la tribuna” sobre lo que se firmará.
“Sí, va a haber acuerdo. Hay discusiones, pero se está acercando cada vez más el momento”, vaticinó el economista.
Los mejores acuerdos se dan cuando las dos partes no están contentas y en este momento creo que sucede eso, pero si la Argentina no cierra, para el país será un desastre, porque no tendrá fuentes de préstamo ni del Banco Mundial, ni del BID (Loser)
“Los mejores acuerdos se dan cuando las dos partes no están contentas y en este momento creo que sucede eso, pero si la Argentina no cierra, para el país será un desastre, porque no tendrá fuentes de préstamo ni del Banco Mundial, ni del BID”, advirtió Loser en declaraciones a Radio Rivadavia.
De acuerdo al economista, la gran pelea ahora es “venderle el programa a los miembros del Fondo Monetario, porque el organismo tiene 192 países y muchos pueden decir que no tienen por qué pagar por los errores que se cometieron”.
Las fuentes consultadas por este medio indicaron que las conversaciones con el staff del FMI siguen de forma virtual aunque no está prevista una misión que vaya a Washington a seguir avanzando en dirección a un acuerdo.
Cabe mencionar que los detalles finales de acuerdo los aprueba el board del Fondo y la directora gerente Kristalina Georgieva. No obstante, el equipo técnico del organismo, el staff, es el que comanda la letra chica del programa y negocia con los funcionarios locales.
En tanto, el economista Federico Furiase estimó hoy que es “difícil” que la Argentina logre firmar “rápido” un acuerdo con el FMI, y aseguró que el Gobierno trata de buscar apoyo político “antes que dar señales concretas de cómo vienen las negociaciones”.
“Hoy luce difícil que se firme un acuerdo rápido con el FMI, puede ser que se demore en el tiempo. Entonces el Gobierno trata de dar una señal política” reuniéndose con gobernadores, sostuvo Furiase.
Para el economista, el riesgo de crisis “está en el frente cambiario”, a la vez que añadió: “Pocas reservas en el Banco Central y una brecha cambiaria tan amplia, marcan ese riesgo”.
“Hoy luce difícil que se firme un acuerdo rápido con el FMI, puede ser que se demore en el tiempo. Entonces el Gobierno trata de dar una señal política” (Furiase)
“Por eso, entre otras cuestiones, hay que cerrar un acuerdo con el FMI”, afirmó Furiase, en declaraciones radiales.
Además, advirtió: “Corremos el riesgo que si no se suben tarifas para bajar el déficit fiscal, si no se mueve más rápido el tipo de cambio oficial, si no se cierra un acuerdo con el FMI, se puede ir a una mayor tensión cambiaria y a más inflación”.
El FMI reconoció en un comunicado emitido en diciembre avances con el Gobierno en cuanto a la necesidad de adoptar medidas para reducir la alta inflación y lograr mayor inversión y crecimiento económico, luego de varios días de discusiones técnicas en Washington.
El organismo que dirige Kristalina Georgieva destacó la importancia de reducir el déficit fiscal y adecuar las tasas de interés de referencia para controlar el nivel de precios, que en 2021 rondarán el 50 por ciento, entre otras medidas que forman parte de su menú habitual.
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