En medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para llegar a un acuerdo que permita postergar los pagos del préstamos por USD 44 mil millones que firmó la gestión de Cambiemos en 2018, el Gobierno viene dando algunos pasos en sentido de acercar posiciones con el organismo de crédito internacional. No obstante, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que el país todavía no consiguió el visto bueno de todos los estados accionistas del Fondo como para sellar un nuevo acuerdo pese a que “la Argentina está lista” para hacerlo.
En ese contexto, el Ejecutivo tomó una serie de medidas que apuntan a acercar las puntas entre las partes y tiene previsto avanzar con otras. Entre ellas se incluye el hecho de haber dejado de utilizar reservas del Banco Central para intervenir en el mercado paralelo, específicamente en el dólar MEP, algo que llevaba a cabo con el fin de sostener la cotización. Asimismo, el haber presentado y defendido en el Congreso el Presupuesto 2022 -aunque finalmente fue rechazado en la Cámara baja por parte de la oposición- fue una medida en el sentido de avanzar con los requisitos del FMI.
En otro orden, el Banco Central también tomó parte en el asunto con una depreciación más rápida del peso para empezar a dejar atrás el atraso cambiario existente y tratar de disminuir la brecha entre el dólar oficial y las cotizaciones paralelas.
A principios de diciembre y en el marco de la 27° Conferencia anual de la Unión Industrial Argentina, el titular del BCRA, Miguel Pesce, adelantó que “en la medida que lo permita el proceso inflacionario”, su organismo va a “cambiar el paso devaluatorio” que se ha visto hasta ahora.
Cabe recordar que a lo largo de 2021 el Central utilizó el tipo de cambio como ancla inflacionaria, por lo que el dólar oficial subió muy por debajo de lo que pasaba con los precios. En las últimas semanas el dólar mayorista pasó de un ritmo de aumento del 1% por mes a subir a una velocidad mucho mayor, de 2,6% mensual, es decir más del doble.
En tanto, el Gobierno ya tiene en carpeta otras decisiones con las que busca acercar posiciones con el FMI de cara a un próximo acuerdo. Una de ellas es el anuncio del aumento de tarifas de luz y gas a partir de comienzos del año que viene.
Luego de mantener las tarifas de luz y gas congeladas durante 2020 en el marco de la Emergencia Económica, y de avanzar con aumentos de 6% para el gas y 9% para la electricidad, en 2021, el Gobierno prevé un incremento del 20% en promedio para ambos servicios a partir de 2022 para los usuarios residenciales.
Según confirmaron fuentes de la Secretaría de Energía a Infobae, el aumento de tarifas será anunciado por el Gobierno Nacional entre enero y febrero y regirá para todo el país y por todo el año.
Por otra parte, se espera que la autoridad monetaria avance con un aumento de la tasa de interés. De concretarse, sería el primer aumento en más de un año de la tasa de referencia, que se ubica en el 38%, muy por debajo del nivel de la inflación.
En ese contexto, Sebastián Menescadi, director de la consultora Eco Go, dijo a Infobae que el Gobierno ha seguido una serie de pasos post elecciones con el objetivo de ir acercando un poco las puntas con el Fondo Monetario Internacional de cara a un acuerdo por la deuda.
“Por ejemplo haber dejado de intervenir en el tipo de cambio financiero. Haber presentado el Presupuesto pese a que no hubo consenso. De a poco el Gobierno busca ir mostrando puntos en común para dar cuenta de la necesidad de un acuerdo lo más rápido posible”, remarcó.
En ese sentido, analizó: “Hacia adelante hay medidas como la suba de tarifas que se va a dar dentro de poco y probablemente haya alguna novedad respecto a lo que tiene que ver con una suba de la tasa de interés con el objetivo de que la misma sea positiva”. Y añadió que el cambio en la política cambiaria, donde modificó el ritmo de devaluación llevándolo del 1% al 2% “va también en ese sentido”.
A su turno, Federico Moll, director de Ecolatina, dijo a este medio que no ve decisiones como acercamientos al FMI sino como “mínimos mecanismos de supervivencia”.
El acercamiento con el fondo es solo discursivo por ahora (Moll)
“Dejar de perder reservas para contener una cotización financiera era una decisión obvia en un contexto de reservas líquidas cercanas a cero. El ajuste de tarifas que se está discutiendo es una reducción de dos dígitos si lo llevamos a valores reales. Si el aumento es realmente de 20% promedio lo veo como un alejamiento a lo que busca el Fondo. Un aumento de esa magnitud no achica el gasto en subsidios, lo aumenta en términos nominales y reales”, planteó.
Y agregó que la búsqueda de consensos con la oposición en el marco del nuevo congreso tampoco se observa. “El acercamiento con el fondo es solo discursivo por ahora”, afirmó.
Con el nivel de reservas internacionales disponibles en el Banco Central, el país caería en default con el organismo en marzo próximo, cuando cae un vencimiento de USD 2.800 millones. En total, en 2022 Argentina tiene pagos previstos por cerca de USD 19.000 millones que necesita reprogramar
Para Nicolás Zeolla, economista de FIDE, el acuerdo todavía está en una etapa técnica, cuyos detalles restan definirse. “Aunque el detalle no sabemos, por lo que trasciende podemos decir que: no hay pedido de devaluación, reforma laboral, jubilaciones o ajuste fiscal brusco (sino una exigencia por su financiamiento). Las medidas tomadas van en esa dirección”, dijo a Infobae.
“Hacia adelante, lo que juega en contra, es el tiempo. Algunos pagos deben hacerse en enero podrán ser atendidos con mucho esfuerzo con reservas. Pero a partir de marzo, los vencimientos del FMI más los del Club de París no pueden pagarse. Eso presiona por llegar a un acuerdo y es una incertidumbre que se transmite al resto de la economía y solo se podrá despejar con un nuevo acuerdo”, detalló.
Cabe destacar que con el nivel de reservas internacionales disponibles en el Banco Central, el país caería en default con el organismo en marzo próximo, cuando cae un vencimiento de USD 2.800 millones. En total, en 2022 Argentina tiene pagos previstos por cerca de USD 19.000 millones que necesita reprogramar.
Si bien el titular del Palacio de Hacienda dijo que “con el staff ha habido entendimientos profundos”, el cierre rápido de un acuerdo con el FMI depende de “que se acelere la comprensión, por parte del conjunto de accionistas del FMI, del funcionamiento de la economía argentina y de lo que constituiría un programa para darle continuidad a la fuerte recuperación económica que hoy estamos viviendo”.
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