El negocio del streaming en vivo creció a pasos agigantados en los últimos años. Los creadores de contenido se valen de las principales redes sociales y sus plataformas para generar una audiencia que resulte atractiva para marcas y sitios de compras online. Y la pandemia, con el aumento del tiempo de permanencia en el hogar que trajok consigo una disparada del tiempo de entretenimiento online, sólo aceleró las cosas.
El resultado es que los creadores que han logrado números de seguidores relevantes, aunque no necesariamente masivos, han visto aumentar sus ingresos en los últimos dos años. Desde pequeños microinfluencers que ganan de a cientos de dólares por semana hasta productoras que se han formado al calor de las plataformas y que facturan por millones, la transmisión en directo permitió la creación de nuevos negocios.
Un informe de Business Insider sobre las formas en que los influencers logran transformar su actividad en números afirma que plataformas como Instagram o aplicaciones centradas en las compras como PopShop Live, que se popularizaron a través del streaming en vivo, se convertirán en un mercado de 6.000 millones de dólares en Estados Unidos este año.
Twitch, una plataforma diseñada para y en torno al livestreaming, pasó de 1,6 millones de espectadores concurrentes de media en marzo de 2020 a 2,5 millones de espectadores el mes pasado, según TwitchTracker, que hace un seguimiento de las analíticas del sitio que es propiedad de Amazon.
Los influencers pueden utilizar el livestreaming para ganar dinero obteniendo propinas de sus espectadores, consiguiendo asociaciones pagadas con marcas, vendiendo productos o haciendo que sus seguidores paguen una cuota mensual para convertirse en suscriptores de sus canales.
El informe del medio especializado da algunos ejemplos de casos de éxito que, en distintas plataformas, lograron crear una estrategia que combine el éxito en audiencias con ingresos.
Tiktok
Lucy Davis, una creadora de contenidos ASMR (inglés para respuesta sensorial meridiana autónoma, contenidos que apuntan a la relajación) de 40 años, consiguió una audiencia de más de 500.000 seguidores gracias a sus vivos en TikTok. Durante cada transmisión en directo puede ganar hasta 300 dólares con los “regalos” -la función de propina virtual de TikTok- que le envían los espectadores.
Business Insider se detiene en el caso de Bethany Everett-Ratcliffe, una influencer de moda de Estados Unidos con 16.000 seguidores en Instagram. En su caso, el “marketing de afiliación” es lo que ayuda a mantener las luces encendidas cuando las ofertas de las marcas -su otra fuente de ingresos- no fluyen.
Para ello utiliza plataformas como ShopStyle Collective o LTK, con los que genera enlaces de afiliación y los comparte en sus historias de Instagram, en su biografía o en las publicaciones de su blog. Recientemente el propio Instagram desarrolló una herramienta similar para permitir a sus creadores monetizar su contenido. Everett-Ratcliffe dijo al medio especializado que gana unos USD 100 al mes gracias a los afiliados que utilizan ShopStyle. Pero ahora está ganando más directamente a través de Instagram desde que se unió a una prueba beta de la herramienta de la red social.
Twitch
En este servicio de streaming se destaca el caso de James Curtis, quien empezó a transmitir en directo en abril de 2018 y ganó seguidores al combinar el contenido ASMR con el juego “Apex Legends”. Juega bajo el nombre de usuario “Darker4Serenity” y tiene más de 27.000 seguidores. Gana alrededor de USD 2.600 al mes gracias a suscripciones, patrocinios y donaciones en Twitch.
Otro caso es el de Critical Role, una empresa de medios de comunicación con actores del juego de rol “Dungeons and Dragons”. Datos filtrados de Twitch muestran que la empresa facturó más de 9,6 millones de dólares en los últimos dos años. El dinero provino principalmente de los suscriptores de Twitch y de las propinas (a las que Twitch se refiere como) “bits”), y los ingresos por publicidad.
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