El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer este jueves el dato oficial del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) correspondiente a octubre de este año.
El EMAE mejoró un 6,7% interanual en el décimo mes del año, según la medición desestacionalizada, luego de registrar una caída del 6,9% en igual período del 2020, en ese caso, cuando la economía estaba aún muy resentida por las medidas de aislamiento para combatir la propagación del COVID-19. Asimismo, el EMAE registró una baja de 0,8% respecto a septiembre en la medición desestacionalizada.
“En el décimo mes del año (...) se observó un buen impulso proveniente del sector agrícola, (...) que se estima podría llegar a mostrar un récord en sus rindes, y a la expansión del sector de minas y canteras, impulsado por el desarrollo proveniente de Vaca Muerta”, indicó en un informe la consultora Orlando Ferreres & Asociados.
“Del lado de la demanda, mientras las exportaciones registran un fuerte retroceso con respecto al mes anterior, el consumo, la inversión y las importaciones se encuentran en niveles relativamente altos que vale la pena destacar”, expresó a Reuters Lucio Garay Méndez, economista de la consultora Eco Go.
Con relación a igual mes de 2020, once de los sectores que conforman el EMAE registraron subas. Hoteles y restaurantes (+61% interanual), y Explotación de minas y canteras (+17,7%) fueron los de mayor crecimiento en el mes, y entre los dos aportaron un punto porcentual al incremento del EMAE.
Por su parte, Industria manufacturera (+4,9% interanual), y Transporte y comunicaciones (+11,9%) fueron los dos sectores de mayor incidencia: sumaron 1,7 punto porcentual a la variación interanual del EMAE entre ambos. Los dos sectores de mayor caída en la comparación interanual de octubre fueron Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-1,6% interanual) y Pesca (-32,6%), que, en conjunto, restaron 0,2 punto porcentual a la variación del índice total.
La actividad económica de Argentina, que cayó un 9,9% en 2020 principalmente por las medidas impuestas por el Gobierno para evitar la propagación del COVID-19, acumuló desde enero hasta octubre del 2021 una mejora del 10,4% según los últimos datos del INDEC.
“Hacia adelante, la situación sanitaria no amenaza por ahora con condicionar la marcha de la actividad, y durante los próximos meses, particularmente con la llegada de la temporada veraniega, el sector de servicios tiene un amplio espacio para crecer y motorizar a la actividad”, expresó Ferreres & Asociados.
“De todas maneras, la situación macroeconómica se encuentra en una situación de suma fragilidad y los ‘parches’ de corto plazo como precios máximos, limitación de importaciones o el mismo cepo cambiario son obstáculos al avance económico y no ayudan a resolver los problemas de fondo”, añadió.
Perspectivas para 2022
Una duda persistente entre los analistas es si la recuperación económica observada en 2021 tendrá continuidad el año próximo, habida cuenta de que la Argentina no registra dos períodos consecutivos de crecimiento anual desde 2020-2011.
Entre los principales desafíos macroeconómicos para el año que está cerca de comenzar 2022 estará el corregir las distorsiones de precios relativos acumuladas en los dos últimos años -principalmente tarifas y tipo de cambio oficial- y también instar a un descenso de la inflación, asentada sobre el 50% anual.
“El bajo nivel de reservas internacionales, la elevada inflación en conjunción con las bajas tasas de interés en pesos y la deuda pública llevan a que la Argentina sea el país más vulnerable del mundo a una suba de las tasas en Estados Unidos, de acuerdo a The Economist y Bloomberg Economics. Estos factores, sumados a las lecciones que nos deja la historia económica local reciente, lleva a que el rumbo que tome la Fed (Reserva Federal de EEUU) sea un punto a seguir”, advirtió Lucas Navarro, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
“Es condición necesaria e imprescindible bajar la inflación. Para lograrlo es necesario ordenar el Estado en sus tres niveles: nacional, provincial y municipal. Este es el camino para construir un Estado financieramente sostenible y con capacidad para administrar instituciones que den competitividad y producir buenos servicios a los ciudadanos y la producción. Bajo estas condiciones la inflación dejará de erosionar los ingresos de las familias y se creará un contexto favorable para la inversión privada. Esto, junto con la modernización de las instituciones laborales, es la manera genuina de sacar a la gente de la informalidad y, con ello, de la pobreza”, analizó Virginia Giordano, coordinadora del equipo de investigación de IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino).
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