Mientras los grandes inversores empujan los dólares financieros, en el mercado paralelo esperan la demanda post-aguinaldo

El interés minorista se vuelca al dólar libre que suele subir hacia fin de año, a medida que aparecen en el mercado los pesos de los sueldos y aguinaldos que buscan refugio

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(Foto: Franco Fafasuli)
(Foto: Franco Fafasuli)

El dólar para ahorristas es el “blue”. Es la divisa más libre y la que compran las manos más chicas. Por eso el tamaño del mercado es reducido y la cantidad de negocios diaria no supera los USD 8 millones en su mejor momento. Pero esta rutina suele tener su excepción sobre el final de diciembre cuando los aguinaldos de estos clientes se transforman en dólares y comienza un verdadero rally. Por lo menos, es lo que sucede cada año. El “blue” ayer cedió $1 a $ 199 porque sus clientes están esperando cobrar el sueldo y el aguinaldo.

En cambio, el dólar MEP y el contado con liquidación son asunto de las manos grandes. Son los que marcan la tendencia del mercado y comenzaron a subir con firmeza hace tres días. Los tenedores de estos dólares ya hicieron la previsión para pagar sueldos, aguinaldos y vacaciones, además de hacer frente a sus impuestos.

Pero como tienen que reducir lo que puedan la declaración de Bienes Personales, se volcaron a la compra de dólar MEP para depositarlos en cajas de ahorro donde no pagan ese tributo.

Estos mundos opuestos explican por qué mientras el “blue” baja, los dólares financieros están en alza y cotizan mejor. El dólar MEP, en el mercado del AL30, el que controla el Banco Central, tuvo un aumento de $ 1,76 a $ 2,02,17. Lejos es más caro que el “blue”, por eso algunos pasan sus dólares a cuentas bancarias para girarlos al agente de Bolsa y venderlos en la plaza legal porque consiguen mejor precio. Descontadas las comisiones, se pagó al cliente $200,40, mientras que si ese dólar se vendía en el “blue” el precio que iba a conseguir sería de $195.

El contado con liquidación, en la plaza del bono GD30, aumentó $ 2,67 a $ 208,59.

En la plaza mayorista, el Banco Central adecuó su ritmo de devaluación a la nueva pauta. El dólar aumentó 10 centavos a $ 102,24 y fue tan reducido el monto de operaciones que pudo comprar apenas USD 1 millón que elevaron las reservas en 3 millones a USD 41.109 millones.

Hoy pueden quedar contablemente intactas, como sucedió en el pago anterior al FMI porque los USD 1.850 millones probablemente estén separados de las reservas porque son Derechos Especiales de Giro intocables por la decisión de responder en tiempo y forma al organismo internacional.

El mercado que sigue dando señales de que el dólar va a ser devaluado más aceleradamente es el de futuros. Fin de mes, que ya está jugado, bajó 0,11% a $ 102,87. Pero enero subió 0,12% a $107,65; febrero 0,30% a $112,04 y marzo nada menos que 0,50% a $117,45. Si se afinan los números, el precio de fin de marzo versus el de ayer es casi 15% más elevado lo que equivale a un ritmo de devaluación superior a 4% mensual.

No hay novedades del ajuste de tasas y eso incide en las manos grandes que se han tornado compradores netos de dólares contado y futuro. Hacen dólar sintético apostando a la elevada tasa de futuro comprando bonos dollar linked, que ajustan por el precio del dólar oficial y se venden a los fines de mes buscando ganar con la tasa. Por eso, los dollar linked que vencen en 2022 subieron 0,87%.

Los que apuestan en los bonos indexados porque creen que la inflación se va a quedar un largo tiempo van tras el Discount en Pesos que vence en 2033 y ayer subió 3,20% y en el mes acumula alzas de más de 13%. Se trata del bono que emitió Néstor Kirchner con el canje de la deuda. Cuando recrudeció la inflación en la Argentina, estaban entre los más buscados; superaban a la versión en dólares hasta que el 27 de enero de 2007, Néstor Kirchner intervino el Indec y lo dejó en las manos del secretario de Comercio Guillermo Moreno que impuso a dedo una inflación de 10,3% anual, cuando hasta ese momento superaba 20%.

Los Discount, se derrumbaron de $ 152 a $ 50 mientras duró ese Indec adulterado y eso los dejó en el ostracismo. Hoy son los bonos más buscados porque dan una tasa de más de 10% sobre la inflación. El redescubrimiento de este bono, que en los últimos 30 días negoció un promedio de $ 135 millones diarios, corresponde a uno de los operadores más jóvenes, especializado en bonos, del mercado.

Los Boncer que vencen en 2023 y 2024, tuvieron alzas de hasta 2%. Las dos grandes apuestas de los inversores son a la devaluación y a la inflación. Los bonos de la deuda tuvieron subas y bajas muy leves que hicieron que el riesgo país bajara 6 unidades (-0,3%) a 1.743 puntos básicos.

En la Bolsa, de la mano de la reacción de los mercados de Estados Unidos por las medidas del Gobierno contra el covid y el levantamiento de restricciones para viajar, volvieron quienes quieren aprovechar los precios de oportunidad.

Los negocios sumaron $ 1.088 millones, 20% menos que la rueda anterior. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 2,72%. Los papeles de mejor performance fueron CableVisión (+11,22%), Pampa Energía (+8,09%), BYMA (+6,21%) y Transportadora Gas del Sur (+5,35%). La adversidad estuvo en Transportadora Gas del Norte (-2,90%) y en Edenor (-2,52%).

Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las bolsas de Nueva York- tuvieron escasos negocios por $ 2.494 millones. Las alzas superaron ampliamente a las bajas. Lo mejor pasó por Globant (+5,38%), IRSA (+5%) y Despegar (+4,52%).

Hoy las tendencias predominantes seguirán dominando al mercado que apuesta al dólar y a los bonos atados a la inflación.

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