Dólar, tasas e inflación: cómo funcionará “la tablita” de Miguel Pesce durante 2022

Si se cumplen las proyecciones de inflación para diciembre que todos los analistas ubican nuevamente por encima de 3%, la aceleración del tipo de cambio oficial de las últimas semanas podría frenarse

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La aceleración del ritmo devaluatorio que impuso el Banco Central desde principios de mes podría entrar, en pocos días, en una nueva pausa. El inicio de la carrera de devaluación y suba de tasas, que se avizoraba a la par de los avances en la negociación con el Fondo Monetario, se enfrenta con un obstáculo insalvable: la inflación. En el nuevo esquema para ajustar el tipo de cambio que tiene en mente el titular del BCRA, Miguel Pesce, existe por ahora margen para sostener un ritmo de depreciación más acelerado, pero eso será válido siempre y cuando la inflación no supere 3% mensual. Con un dato que supere ese registro, tal como se espera para el indicador de este mes, no se verán movimientos mayores del dólar oficial, según confiaron fuentes del BCRA.

La imprevista baja de la inflación en noviembre, que anotó una reducción de 1 punto respecto al 3,5% de los dos meses anteriores, animó al Banco Central a apurar el paso del ajuste cambiario, tras una larga plancha durante todo el año que tuvo un alto costo en términos de reservas y también de ampliación de la brecha. Así, durante los primeros días del mes el dólar alcanzó un ritmo de devaluación anualizado de 35%, tasa que fue aminorando desde la semana pasada en torno a 25%. De ahí que, si se cumplen a la vez tanto las proyecciones de inflación para diciembre que todos los analistas ubican nuevamente por encima de 3% como la premisa que regirá la nueva “tablita” de Pesce, entonces el mercado no debería esperar mayores novedades.

“Desde mayo hasta las elecciones, el Banco Central mantuvo el ritmo de devaluación en 1% mensual, favorecido por el fuerte ingreso de divisas durante el primer semestre. Pero en el segundo semestre, la situación se tensó, se reforzó el cepo, aumentó la brecha. Y después de las elecciones, más por el nivel que por la dinámica, la caída de reservas se profundizó que hoy, ante pagos que hay que hacer, quedan en nivel crítico. En ese contexto, se aceleró levemente la suba del dólar”, sostuvo Martín Polo, jefe de Estrategia de Cohen, quien descarta que el BCRA apunte a empatar la inflación. “La baja de la inflación del mes pasado fue transitoria, en diciembre va a volver a subir y el dólar va a volver a perder contra los precios y también contra las tasas de interés”, pronosticó.

En el BCRA confirman esa presunción ya que admiten que, si bien existe la decisión de ir subiendo la tasa de referencia, ese ajuste no contempla la proyecciones de inflación del mercado relevadas por el REM, que se ubican por encima de 50% para 2022, lo que implicaría un salto intolerable. “Es cierto que hay ciertas anclas, como tarifas y el manejo del tipo de cambio, que el próximo año no van a estar, pero no estamos tomando en nuestras estimaciones la proyección del REM. Nosotros no somos gente de poner la tasa en 70%”, advirtieron en la entidad.

“La baja de la inflación del mes pasado fue transitoria, en diciembre va a volver a subir y el dólar va a volver a perder contra los precios y también contra las tasas de interés” (Martín Polo)

Sin embargo, las razones para avanzar en el reacomodamiento de las tasas son contundentes. Esencialmente, son un incentivo a adelantar exportaciones y también para las colocaciones en el sistema financiero, lo que contribuye a la capacidad del BCRA de aumentar reservas, tal como se discute con el FMI.

Pero lo cierto es que, por ahora, el margen de acción del Banco Central, que hoy anotará en sus reservas el impacto del pago al FMI por USD 1.800 millones, está condicionado por el contexto de incertidumbre y la expectativa por el acuerdo con el Fondo. En la institución monetaria interpretan que el mercado refleja un alto escepticismo respecto del acuerdo y que se mueve como si el acuerdo no se fuera a alcanzar. Por eso, Pesce es tal vez quien más ansioso está dentro de todo el Gobierno por alcanzar ese entendimiento, al que considera alcanzable tal como quedó planteada la negociación en la última misión que integraron funcionarios del equipo de Martín Guzmán y del propio Central. Con reservas al límite y un verano complejo por delante, el presidente Alberto Ferández ya escuchó varias veces su queja. “Cada día que pasa sin acuerdo, nos pega a nosotros”, le repite.

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