Durante el mes pasado, en el que se llevaron a cabo las elecciones legislativas de mitad de mandato, el Gobierno aceleró notablemente el ritmo de gastos directos, la ejecución de obras públicas y las transferencias a las provincias y las empresas del estado, lo que repercutió en un fuerte aumento del déficit del presupuesto y determinó que por primera vez en el año el déficit primario mensual superara los $ 400.000 millones y el déficit financiero (incluye también los intereses de deuda) los 500.000 millones de pesos.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso dice al respecto que durante el mes los ingresos de la administración central fueron de $ 656.742 millones, lo que significó un aumento real de 7,4% en términos interanuales (esto es, respecto de igual mes de 2020), suma que quedó muy corta respecto del aumento de las erogaciones. De hecho, precisa, durante ese crucial mes, en el que el Gobierno afrontó el desafío electoral, los gastos primarios ascendieron a 1.016.767 millones (que, redondeando, puede expresarse como $1,02 billones), una suba interanual del 41,2%, esto es a un ritmo casi seis veces superior al del crecimiento de los ingresos.
Gastos de capital
Aún más impresionante fue el crecimiento de ciertas partidas. Por caso, los llamados “gastos de capital”, relacionados con el ritmo de ejecución de obras públicas, compra de maquinarias y recursos de ese tipo, aumentaron más de 497 por ciento. Incluso ese guarismo empalidece cuando se lo compara con el crecimiento que tuvieron las transferencias a fondos fiduciarios y empresas públicas que crecieron más de diez veces; esto es, tuvieron en promedio un aumento superior al 900 por ciento.
Así, por caso las transferencias a AySA (Agua y Saneamiento Argentina), la empresa estatal que encabeza Malena Galmarini, pasaron de $ 3.953 millones en noviembre de 2020 a $ 64.443 millones el mes pasado, un aumento del 1.530 % nominal y aún impresionante en términos reales: 978,3 por ciento. También las transferencias de capital (ejecución de obras) a las provincias crecieron notablemente, nada menos que 471,7% en términos nominales y 278,2% en términos reales, al pasar de $ 4.602 millones en noviembre de 2020 a $ 26.311 millones en noviembre de este año.
De todos modos, el principal aumento nominal fue el de transferencias al Fondo Fiduciario del programa de viviendas ProCrear: de inactivo en noviembre de 2020 (0 pesos) pasó a recibir $ 122.795 millones el mes pasado.
También las universidades nacionales fueron fuertemente beneficiadas en “transferencias de capital”, pasaron de recibir apenas $ 34 millones en noviembre de 2020 a $ 2.491 millones el mes pasado, un aumento nominal del 7.128%, que sobrepasó por un margen de 4.681% el ritmo de inflación.
Provincias, cajas previsionales e incentivo docente
Menos impresionante en términos porcentuales, pero de una magnitud importante por las cifras involucradas, fue el aumento de las transferencias “corrientes” (esto es, aquellas no vinculadas a obras o equipamiento, sino a gastos ordinarios de funcionamiento) a las provincias: $ 44.893 millones, con un aumento nominal del 128% y real del 50,7 por ciento.
Al interior de ese concepto sobresalieron el aumento de los aportes para solventar las cajas jubilatorias provinciales, que aumentaron 138,8% nominal y 58% real, y los dineros del “Fondo de Incentivo Docente” (Fonid), que complementa el pago de los salarios docentes, que de apenas $ 39 millones en noviembre de 2020 pasó a $ 4.683 millones en noviembre de este año, un aumento astronómico tanto en sentido nominal (11.483%) como por el margen en que sobrepasó a la inflación (7.800%). El Fonid es, de hecho, el principal aporte de Nación al sector educativo, que en un 95% es solventado por las propias provincias, ya que la Educación es una “facultad no delegada” y una responsabilidad primaria de las administraciones provinciales, que solventan el 95% del presupuesto de educación básica del país.
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