Otro año de fiebre cambiaria: en 2021, el cepo y la brecha llevaron a un nuevo récord de consultas en Google sobre el dólar blue

Las búsquedas por el oráculo de internet superaron en 20% el promedio de 2020, que era el récord previo. Comparaciones mundiales y con las de plazo fijo

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En los últimos 3, la
En los últimos 3, la Argentina fue el tercer país del mundo en búsquedas sobre dólar, detrás de Venezuela y Turquía

Las frías estadísticas oficiales no dicen tanto como el oráculo de estos tiempos: Google. Así, por ejemplo, en 2021, a medida que el gobierno estrechó el cepo y obturó por todos los medios posibles el acceso al dólar, cuyo valor “oficial” insiste en sostener en torno de $ 100, la brecha cambiaria se amplió y se profundizaron las búsquedas de los argentinos sobre el dólar blue.

Un trabajo de Marcos Cohen Arazi y Lautaro Carranza, economistas del Ieral de la Fundación Mediterránea, ligó todo en una frase: “entre noviembre de 2019 y el mismo mes de 2021, la brecha cambiaria pasó de 8% a 93%, mientras que las búsquedas sobre dólar blue crecieron 169 por ciento”.

Así, escribieron los investigadores, la fiebre marcó un nuevo récord histórico: las búsquedas argentas sobre el dólar por Google aumentaron 20% respecto del año pasado, que detentaba el récord previo, como muestra el gráfico de acá abajo.

El pico histórico de búsquedas
El pico histórico de búsquedas fue en octubre de 2020, cuando el blue bordeó por primera vez los 200 pesos (unos $ 300 de hoy). Pero en el promedio anual, las búsquedas de 2021 fueron 20% superiores a las del año pasado

En solo tres países del mundo las búsquedas superaron lo observado en la Argentina: Venezuela, donde la hiperinflación destrozó el bolívar, Turquía, que atraviesa una fortísima crisis bancaria y financiera y el dólar toca, día a día, nuevos récords respecto de la lira, y Perú, donde se pueden retirar dólares de los cajeros automáticos, pero el interés por la moneda norteamericana recrudeció por la debilidad política del gobierno de Pedro Castillo, aunque la inflación es mucho más baja y la moneda peruana, el nuevo sol, es mucho más estable que el peso argentino.

Además, las búsquedas en Google sobre dólar blue originadas en territorio argentino equivalen a 12 veces las búsquedas sobre plazo fijo, mientras a comienzos de 2019 ambas tenían un volumen comparable, tendencia que refleja no sólo la fiebre por el dólar, sino también la dificultad para ahorrar en moneda nacional, derivada del déficit fiscal, su financiamiento con emisión, la consecuente pérdida del valor de la moneda y su contracara, el aumento generalizado y persistente del precio de los bienes; esto es, la inflación.

“La mayor parte de los argentinos tiene como referencia al valor de la divisa norteamericana y sus variaciones son de interés, algo que en la mayor parte de los países sería considerado una rareza”, escribieron Cohen Arazi y Carranza, que abordaron la cuestión compilando datos de Google al cabo de más de dos años de cepo cambiario y analizando las búsquedas de términos como “dólar blue” y similares.

Una década

Un trabajo anterior ya había mostrado que las búsquedas alcanzaron pico en septiembre/octubre de 2020, cuando el blue bordeó los $ 200, que hoy equivaldrían a más de $ 300), superando los niveles de 2014 y 2015, cuando regía el cepo instaurado días después de la reelección presidencial de Cristina Kirchner.

Los países que más información
Los países que más información buscan sobre el dólar se caracterizan por alta inestabilidad económica y/o política o estrechas relaciones comerciales y económicas con EEUU

Los datos de búsquedas por Google permitieron a los investigadores establecer una fuerte correlación de la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue con el interés por el “blue”. El interés empezó a dispararse en 2012, cuando se asentaron las primeras restricciones. Todo empezó con la disposición de que la compra de dólares requería autorización previa de la AFIP, que para decidir el sí o el no supuestamente aplicaba una fórmula, cargada con su bases de datos, que nunca dio a conocer.

Las restricciones se fueron sumando: aprobación del Banco Central para que empresas pudieran girar dólares o pagar importaciones, prohibición de compra de dólares para ahorro, percepción del 15% sobre consumos en el exterior con tarjeta, y así siguiendo. Recargado, el cepo consolidó el mercado paralelo y amplió la brecha entre dólar oficial y “blue”, afianzando su status de objeto de deseo.

En el período 2015-2019 (gobierno de Mauricio Macri), con la unificación cambiaria y la eliminación del cepo, hubo una fuerte caída en el interés argento por el dólar blue. “Las búsquedas se desplomaron”, dice el trabajo de Cohen Arazi y Carranza, pero volvieron tras las PAS0 de 2019, cuando el propio Macri reinstauró el cepo ante una fuerte caída de las reservas del BCRA.

Cepo PAIS

En diciembre de 2019, el gobierno de Alberto Fernández creó el impuesto PAIS (acronismo de “Para una Argentina Inclusive y Solidaria), un tributo supuestamente “de emergencia” del 30% sobre la compra de divisas y los pagos con moneda extranjera. En septiembre de 2020 el cepo sumó una retención del 35% sobre la compra del “dólar ahorro”, con lo cual la brecha cambiaria superó por primera vez el 100 por ciento.

La abrumadora diferencia entre las
La abrumadora diferencia entre las búsquedas sobre dólar y plazos fijos refleja las dificultades para ahorrar en pesos

Yendo al presente, el trabajo nota que en noviembre 2021 la brecha promedió el 93%, mientras las búsquedas sobre el dólar en Google alcanzaron un valor de 70, todavía 30% por abajo del pico de octubre de 2020, pero inscripto en un promedio anual superior. Otro dato: las búsquedas este año duplican las de 2014, cuando durante la gestión de Axel Kicillof como ministro de Economía hubo una fuerte devaluación.

Mientras, las búsquedas sobre plazos fijos mantuvieron una tendencia declinante y están 92% por debajo de las del dólar. “Este desequilibrio refleja el serio obstáculo que existe para el desarrollo del ahorro en moneda nacional”, dicen los autores. No es para asombrarse: al 38% anual, las tasas actuales son cerca de quince puntos inferiores a la de inflación. Una opción de ahorro que lleva al desahorro.

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